El espejismo del testigo: la memoria que engaña

La memoria es una herramienta poderosa, pero también sorprendentemente frágil. Casos reales y hallazgos científicos muestran que describir un rostro bajo estrés y recontarlo verbalmente puede desdibujar detalles cruciales, y que incluso técnicas avanzadas (como retratos hablados o neuroimagen) tienen sus limitaciones y dilemas éticos.

UN ERROR QUE CAMBIÓ VIDAS

En julio de 1984, Jennifer Thompson-Cannino sobrevivió a una agresión sexual y, horas después, identificó a Ronald Cotton en un line up policial (técnica para el reconocimiento) y en el juicio se mantuvo convencida de su culpabilidad.

Cotton pasó once años en prisión por un delito que no cometió hasta que en 1995 el ADN lo exoneró y apuntó al verdadero agresor, Bobby Pool. ¿Cómo explicar el caso?

EL “ECLIPSAMIENTO” VERBAL

Schooler y Engstler-Schooler en 1990 demostraron que los efectos pueden observarse en múltiples dominios de la cognición que se sabe que dependen del conocimiento no verbal y la experiencia perceptiva.

De igual manera señalaron que describir verbalmente un rostro justo después de verlo reduce la precisión de su reconocimiento posterior en un 20-30 por ciento, resultado que sería confirmado en múltiples laboratorios por un gran proyecto de replicación en el 2014.

LA EMOCIÓN Y EL DETALLE

Un estudio de la Universidad de Nebraska lidereado por el Dr. Deffenbacher demuestra que las experiencias traumáticas activan la amígdala, priorizando la codificación emocional sobre la de los detalles fácticos en el hipocampo, lo que provoca recuerdos fragmentados; ello demuestra que el estrés agudo puede disminuir la fidelidad de la identificación de testigos.

Autoridades académicas en la disciplina, como Elizabeth Loftus, apuntan que los métodos tradicionales –dibujantes o sistemas basados en rasgos aislados– generan descripciones genéricas (ojos oscuros, nariz recta) compartidas por amplios segmentos de la población, lo cual reduce su valor identificatorio.

CAUTELA NECESARIA

La posibilidad de generar “fantasmas” en los procesos de reconocimiento plantea riesgos de privacidad y responsabilidad, y recuerda que la injusticia no admite atajos. Desde la APA el Dr. Gary Wells, advierte que la tecnología debe asistir, no remplazar el criterio humano.

De ahí que la búsqueda de justicia necesita reconocer la falibilidad de la memoria. Casos reales, como el de Thompson-Cotton, exigen combinar precaución, formación especializada y métodos complementarios (ADN, análisis forense), sin sobrestimar la certeza testimonial.

(*) Sicólogo

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Columna Isla de la Juventud
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