Tuve la oportunidad de leer nuevamente una veintena de discursos e intervenciones del presidente Miguel Díaz Canel-Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en encuentros en comunidades, organizaciones de masa, con empresarios y servidores públicos, entre otros factores de la sociedad.
En cada uno se aprecia la importancia que le da el estadista a la solidaridad, al sentir como propios los problemas de los demás, apegarse a la verdad por muy dura que sea, dialogar, intercambiar e informar oportunamente.
Son palabras que en el contexto actual del país cobran especial significación a partir de una realidad marcada por el recrudecimiento del bloqueo imperial y las insuficiencias latentes en la economía.
También en ese sentido se pronunció el primer secretario del Partido en la Isla, Osbel Lorenzo Rodríguez, candidato a Diputado al Parlamento Cubano, durante el intercambio con pobladores del reparto Comandante Pinares (Panel I), donde instó al trabajo de todos unidos para superar las dificultades y obrar siempre con la verdad.
He querido hacer este preámbulo para que nuestros lectores tengan idea de la importancia que confieren las máximas autoridades de la nación y el Municipio a la información oportuna.
Sin embargo, no siempre se cumple esta máxima, aun cuando se aprecian ligeros avances, en casos muy puntuales.
Numerosos ejemplos demuestran cuánto es necesario hacer para evitar el silencio por respuesta, actitud que acrecientan maneras contrarias a lo que queremos.
En estos ejemplos cabría parafrasear el refrán de que “aguas pasadas sí mueven molinos”, cuando no se dan las informaciones pertinentes a los afectados.
Hace más de cinco años funcionarios de la Vivienda visitaron las comunidades 41 y 49 y se comprometieron a realizar los trámites pertinentes de un grupo de familias para legalizar su situación, obtener por fin sus libretas de abastecimiento y pagar por el inmueble. Todavía están esperando.
Similar ocurrió con la turbina del pozo que abastece a los pobladores del Panel I, se rompió, jamás ha vuelto, pero nadie sabe las causas, a pesar de la tremenda afectación a miles de personas que deben agenciarse el preciado líquido a como dé lugar y subirla cubo a cubo a sus apartamentos.
Podría mencionar un sinnúmero de afectaciones que requieren de la atención prioritaria de las entidades involucradas en su solución, y de ser necesario con participación popular.
Una Revolución como la nuestra, solidaria, humanista, no puede tener funcionarios que cometan tales deslices. Los tiempos que corren son extremadamente complejos, y el país hace lo máximo por dotar a los cubanos del mínimo de productos indispensables, en un mundo convulso desde todos los puntos de vista.
Se requiere por tanto la mayor eficiencia, sobre todo en las cuestiones que impactan en la población, no informar sobre el resultado de los compromisos contraídos va más allá de no decir nada, crea malestar y conlleva a la pérdida de credibilidad y confianza, cuestión que los revolucionarios no podemos permitir.
Otros artículos del autor:
- None Found