El barbudo entre rimas y recortes de papel

La memoria se construye con hilos de colores, rimas sencillas y  recortes de papel. Con el objetivo de potenciar el estudio de su pensamiento y promover sus convicciones los educandos conocieron sobre la grandeza del barbudo.

foto: Yaimara Quijano Cabot

En el círculo infantil Abel Santamaría Cuadrado, el pasado viernes se transformó en una lección de historia para manos diminutas.

Bajo la atenta mirada de su educadora, la figura monumental de Fidel Castro fue desmenuzada en actividades a la medida de un niño en conmemoración de su centenario.

foto: Yaimara Quijano Cabot

Jayli y Jarol dibujaron con cuidado el grado de comandante y la boina verde del caguairán. No solo ejercitaban su motricidad fina, estaban, quizá sin saberlo, trazando las primeras líneas de su propia conexión con una historia presentada como un legado indiscutible.

Alexia dedicó una hermosa poesía al líder. Irina conformó el álbum del hombre al que la historia absolvió.

Otros llevaron al agua varios barquitos de papel recordando el hecho histórico del desembarco del yate Granma.

La iniciativa, según puntualizó Idania González Hernández, maestra de la enseñanza Prescolar aquí, “busca reflejar el hondo sentimiento de gratitud del pueblo cubano hacia quien, con su pensamiento y accionar inculcó una manera de hacer que hoy constituye la esencia de la Revolución”.

foto: Yaimara Quijano Cabot

Las actividades, diversas y adaptadas al universo cognitivo de los niños, fueron más allá de la simple narración. A través de metodologías lúdicas, la educadora desgranó otros detalles de la vida del líder, buscando humanizar al personaje histórico y convertirlo en una figura accesible para los pequeños. Se utilizaron variadas dinámicas de grupo que giraban en torno a conceptos como la igualdad y la solidaridad.

Los infantes fueron testigos del puente que se construye generación tras generación. Un puente entre el pasado, representado por la vida consagrada de un hombre de todos los tiempos, y el futuro, encarnado en las miradas curiosas de los niños que, desde la tierna edad prescolar, aprenden a nombrarlo y a recordarlo.

foto: Yaimara Quijano Cabot
foto: Yaimara Quijano Cabot

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Yaimara Quijano Cabot
Yaimara Quijano Cabot

Licenciada enEstudios Sociales en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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