El atrevimiento de Lluvis (+ Fotos y Video)

Foto: Karelia Álvarez Rosell

Reconforta el lugar. El blanco y su decoración sencilla no solo transmiten tranquilidad sino también confianza. Varias mujeres aguardan por ser atendidas, una se le acerca mientras ella tiene en el sillón a una clienta, necesita saber qué tratamiento le vendría mejor a su cabello.

La observa, le explica y continúa con el secado y peinado con esa habilidad desarrollada con el decursar de los años. Sí, porque Lluvis Cordero Rubio, quedó atrapada en el mundo de la peluquería y del estilismo hace más de 15 años, luego de calificarse en España.

Desde entonces enaltece la belleza exterior de las personas, en ese lugarcito que acondicionó en su casa ubicada en el reparto Micro 70, donde creó su clientela, esa que la mayoría de las veces queda satisfecha con el trato, las recomendaciones y el servicio recibido.

Sabía de ella, de sus logros, talleres, cursos e intercambios con proyectos foráneos, pero esta vez nuestra conversación se hacía impostergable, pues la céntrica peluquería Bella Isla, que por varios meses permaneció cerrada al público, recién abre sus puertas y ello se debe en gran medida, digamos, a su atrevimiento.

“Espérate un momento, déjame atender a otra cliente, mientras llegan los demás peluqueros; enseguida te atiendo”, me dice con tono amable. Sus manos vuelven a mostrar la destreza y delicadeza adquirida con la tijera.

Yo me siento en una de las butacas. Pienso en la historia de la peluquería, pues desde la antigüedad el cuidado del cabello ha sido una parte importante de la cultura humana. En el antiguo Egipto, por ejemplo, la belleza del cabello era tan valorada que se creaban hechizos y rituales para mantenerlo en óptimas condiciones.La observo con detenimiento hasta que escucho: “Vamos para un lugar donde no nos interrumpan”.

Foto: Karelia Álvarez Rosell

Nos acomodamos en la parte trasera, aún en remodelación y solo bastó con explicarle el motivo de mi presencia allí para con fluidez, explicar: Bella Isla, ahora Bella Arte, entró en un proceso de licitación de arrendamiento al igual que otros establecimientos pertenecientes a la Empresa Municipal de Comercio, pero en este caso este estuvo restringido porque siempre fue interés del Gobierno que se mantuvieran los servicios de belleza y estética en el lugar.

De ahí que me propusieran la idea, la cual me motivó no solo a pensar sino también a hacer un estudio de mercado, ver el estado del lugar, sus principales problemáticas y las posibilidades reales de sacarlo adelante.

¿Fácil? Las cosas nunca son tan sencillas, además cuando llegué me impactaron muchísimo las condiciones que tenía, muy, pero muy deteriorado debido a la poca atención.

Y cuando uno comienza a observar y piensa en involucrarse en un proceso de restauración y reanimación, sinceramente, da un poco de miedo, pero al final pensé en que este siempre había sido mi sueño. Tal como lo imaginé en mi mente, lo he ido materializando.

Para ello me ha servido mucho el conocimiento que tengo de peluquería, también comencé a indagar, adquirir una serie de conocimientos y solicité la ayuda de los especialistas de la Empresa de Proyectos para de conjunto hacer un diagnóstico.

En octubre del año pasado se me entregó, iniciamos los quehaceres y ya vescómo vamos, el progreso ha sido bastante grande, muchas horas de sacrificio, ímpetu y desvelos, pero aquí estamos, poco a poco lo hemos ido sacando.

Así ha sido este proyecto que abre sus puertas en una primera etapa porque continúan las labores constructivas para restaurar locales con vista a ampliar nuestro objeto social al brindar otros servicios.

En la actualidad ofrecemos los más básicos de peluquería, o sea, pelado, teñidos, decoloración, manicura, pedicura, depilación de las cejas, los alaciados con los procesos químicos de keratina, cirugía capilar, botox con todos los tratamientos naturales, entre otros.

Pero las pretensiones de Lluvis y su equipo de trabajo (dos manicure y tres peluqueros, incluyéndola a ella) van mucho más allá, andan inmersos en el proceso para convertirse en mipyme, esos nuevos actores que en la actualidad dinamizan la economía.

Un ruido estridente se escucha. Solicita detener por un instante las labores constructivas y retoma la conversación: Para poder comenzar aquí tuvimos que solicitar un permiso comercial, además solicité un crédito bancario, el cual utilizamos en la compra de materiales de la construcción que nos facilitó la ejecución de la obra.

Tenemos en proceso de terminación el área de la cafetería, el gimnasio y el rescate de la sauna. En la segunda planta también queremos incorporar locales para masajes corporal y facial, tratamientos de belleza y otros servicios que prestan los esteticistas.Cada uno hay que adecuarlo a las características de las prácticas vamos a ofrecer.

¿El acceso a la materia prima? Es un problema, algunas las compramos en las cadenas de tiendas, pero no siempre hay lo que necesitamos. La Empresa Comercializadora Mayorista nos las debe facilitar, pero escasean, de ahí que en ocasiones nos traslademos hacia la capital del país. De hecho este local pertenece a Comercio y tampoco tiene para abastecernos.

Realizamos algunas gestiones para cuando nos convirtamos en mipyme poder tener un stock de productos con los cuales podamos trabajar en mejores condiciones.

Sí, colaboro con la Federación de Mujeres Cubanas y la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia; de hecho soy quien les imparte los cursos de la actividad, los cuales he tenido que interrumpir debido a la necesidad de impulsar este proyecto, pero ya hemos conversado y vamos a retomar la capacitación.

¿Otros sueños? Queremos que Bella Arte sea un lugar diferente, la casa de los estilistas de la Isla, donde vamos a crear, intercambiar, realizar eventos, exponer todo lo que ocurre aquí en cuanto a peluquería y belleza.

Foto: Karelia Álvarez Rosell

 

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Karelia Álvarez Rosell
Karelia Álvarez Rosell

Licenciada en Defectología en la Universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo con más de 30 años en la profesión.

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