El amor de África por Fidel Castro

Fidel Castro intercambia con Amílcar Cabral (1924-1973), destacado líder independentista africano. Foto: www.africapedia.com

Sospecho que en los próximos dos años habrá libros y otras producciones intelectuales de eruditos, escritores, artistas, activistas, comentaristas y cronistas africanos que detallarán su “amor y respeto” por Fidel Castro. Es probable sea así en gran parte del Sur a nivel mundial – un área que alguna vez se caracterizó por el colonialismo, y por la dominación y explotación occidental.

Los africanos tienen una larga historia de idolatría e idealización de populistas, revolucionarios, críticos políticos e intelectuales. Francamente, les encanta los que buscan problemas. Aman a los agitadores. Los africanos adoran a los hombres y mujeres que pueden enfrentarse al gobierno y a otra autoridad constitucional.

En Nigeria, por ejemplo, muchos de los hombres y mujeres que comandaban el amor y el respeto populares eran aquellos que se veían desafiando al gobierno, y que dedicaron gran parte de sus vidas a luchar por causas justas y nobles. Es por eso que, varios años después de su muerte, muchos nigerianos todavía piensan con cariño en hombres como Ayodele Awojobi, Tai Solarin y Gani Fawehinmi.

Usted no puede ser un africano educado entre las edades de 25 y 105 – y no saber quiénes fueron Thomas Sankara, FelaKuti y Patrice Lumumba. No se puede ser africano y afirmar que nunca ha oído hablar de Amilcar Cabral y Agostinho Neto. La Costa de Oro nos dio a Kwame Nkrumah; Ghana a Jerry Rawlings.

Y no podrías haberte graduado en una universidad africana y no conocer el papel y el lugar de Frantz Fanon, Walter Rodney, Che Guevara y Hugo Chávez. Es imposible. ¡Bueno, casi imposible! Millones de africanos piensan que América Latina y el Caribe forman parte de su mundo. En cualquier caso, millones de africanos educados son así: piensan globalmente.

Ellos saben lo que es correcto y justo. Ellos conocen y aprecian a sus defensores. En este preciso momento, no puedo pensar en alguien que no sea africano, en los últimos cincuenta años, que ha venido a la ayuda y defensa de África tan genuina e intensamente como Fidel Alejandro Castro Ruz – conocido en todo el mundo como Fidel Castro. Él era muchas cosas enrolladas en una: un buscador de justicia, un intelectual, un revolucionario, y un antielitista que siempre estuvo a favor de los oprimidos, y siempre contra los opresores.

Nosotros, los africanos, admiramos su coraje, su sencillez, su terquedad, su sentido de sí mismo, su arrogancia medida, su humanidad y su voluntad de poner a su pueblo y país primero. No fue un traidor, tampoco un hipócrita ni demagogo. Y ciertamente, no fue un xenófobo o un fraude. Él era uno de nosotros. ¡Era uno de nosotros! Y fue un revolucionario de la intención original.

La descolonización, especialmente en la región meridional y oriental del continente, habría tomado mucho más tiempo, sino fuera por el camarada Fidel Castro. Se mantuvo junto a los africanos. Luchó por África. De no haber sido por el coraje y la bondad de Fidel Castro y sus compatriotas, el Apartheid y Sudáfrica y sus colaboradores y partidarios occidentales y no occidentales habrían dominado y oprimido y explotado y herido y violado y asesinado durante muchos años más.

Fidel tuvo su justa parte de errores políticos. Reconocemos ese hecho. Pero él hizo tantas cosas bien. Él fue justo y correcto de muchas maneras. En 2050 o en cualquier momento de la historia, será considerado como el estadista y el gran hombre que realmente fue. La historia y la posteridad serán muy amables con él.

Y ningún historiador, que escriba sobre África o sobre el Cono Sur omitirá su nombre y sus buenas acciones. Los políticos y comentaristas amantes del Apartheid y amantes de la injusticia pueden decir lo contrario; no los escuches; no les crean. Fidel Castro fue uno de los grandes verdaderos. Lo extrañaremos. El mundo lo extrañará.

Los africanos lo apreciamos. Y también apreciamos la buena gente de Cuba que estuvo a nuestro lado, que luchó por nosotros; Y que sacrificó mucho para que millones de africanos puedan tener sus países y su dignidad de vuelta. ¡Gracias!

(Tomado de Havana Times)

Referencias bibliográficas
Martí, J. (1991). Un paseo por la tierra de los anamitas. In J. Martí, Obras completas. Tomo 18 (pp. 459-470). Editorial de Ciencias Sociales.

Notas:
1 Los venda son uno de los once grupos étnicos de Sudáfrica.
2 Los afrikaners sudafricanos blancos, descendientes de los holandeses que se asentaron en territorio sudafricano desde el siglo XVII.
3 Pedi es el gentilicio de la etnia Sepedi de Sudáfrica.
4 Lo zulúes son el grupo étnico más numeroso de Sudáfrica.
5 Martí, 1991: 460.

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