Uno de los campos de béisbol más icónicos de Nueva Gerona, el conocido como el terreno del Minint, ubicado precisamente detrás de la sede de la delegación territorial de esa institución militar, recibe por estos días el impacto de la mano sanadora de la brigada de mantenimiento del estadio Cristóbal Labra, que con su director al frente trabajan para recuperar la popular instalación deportiva.

Tras un largo período en el cual la hierba hizo desaparecer toda huella del que fue uno de los mejores terrenos de pelota del municipio y donde los dugout también sufrieron los azotes del olvido, el movimiento popular Sentir Pinero-Por un 26 en el 24, con el accionar de sus protagonistas pretende devolverle al espacio el esplendor de épocas pasadas.
Miguel Diéguez Pérez, director del cuartel general de los piratas, junto a su equipo, ya pusieron manos a la obra. “Estamos en la parte técnica, trabajando en el marcaje de las distancias entre las bases de home a primera y home a tercera –detalló–, el círculo de home –cuyo tamaño es de 26 pies de diámetro– ya está marcado, bien definido, guataqueado y limpio, para luego echarle la arcilla, material que le da la terminación, y después proceder a colocar la base.

“Cuando terminemos la línea de tercera pasaremos al box que lleva 18 pies de diámetro, de ahí nos dirigiremos a marcar la media luna, que del montículo al borde exterior de la misma por primera o tercera base lleva 95 pies. Marcaremos el semicírculo y las dimensiones por dentro de la media luna que va pegada al diamante para que los compañeros que nos vienen a apoyar tengan bien definido el trabajo que les corresponde hacer.
“Iremos por etapas, chapearemos los jardines y organizaremos los dugout que hoy están llenos de basura y abundante hierba. Estoy convencido de que va a quedar bueno. Queremos terminarlo lo más pronto posible, pero sin chapucería, haciendo énfasis en la cultura del detalle, que tenga las medidas oficiales que lleva y las condiciones para que sea una instalación que sirva para impulsar el desarrollo del béisbol aquí, a través de la práctica masiva y los eventos organizados”.
Este fue un campo que acogió innumerables certámenes de las distintas categorías, incluida la primera división, y tras el abandono sufrido los residentes de la zona aprovecharon el área para jugar fútbol, voleibol e incluso durante el verano se establecía allí un sitio recreativo para la comunidad.
A Miguel y sus muchachos lo apoyarán en esta noble tarea, fundamentalmente, los trabajadores del combinado deportivo Irene Hernández Hernández de Sierra Caballos, institución a la que pertenecerá dicho terreno.
El rescate de instalaciones deportivas que permanecen en mal estado o abandonadas sobresalen dentro de las acciones que la Dirección de Deportes, Educación Física y Recreación del territorio desarrolla como parte de su participación en el movimiento popular Sentir Pinero-Por un 26 en el 24.