Detrás del telón los mismos nervios, el ir y venir de pequeños actores e instructores; otros revisando vestuarios y maquillaje. La imagen se ha repetido una y otra vez por 12 años con cada nueva entrega, mas aunque la mayoría de los niños son de la última captación, se aprecia ese ambiente mágico de aquel dos de enero; sí, el proyecto social cultural La Colmenita Pinera sigue siendo el espacio donde se cosecha la más sabrosa miel, fabricada con el talento de niñas y niños.

Sus integrantes en la actualidad también mantienen el encanto y los deseos de hacer, eso se trasluce en su más reciente espectáculo La cucarachita Martina del siglo XXI, regalo a los pequeños de casa en una importantísima fecha, el Día de los Niños, celebrado este 16, el tercer domingo de julio.
Tenía que ser La cucarachita, ese cuento emblemático y no otro. Ese que tantas alegrías les trajo en el debut y luego al cabo de un lustro, cuando decidieron readaptarla porque al decir de Ana Margarita García, entonces metodóloga de teatro del Sistema Municipal de Casas de Cultura, “quisimos retomarla para el cumpleaños cerrado porque la pieza siempre goza de mucha aceptación”.
Y vuelve ahora haciendo uso de las nuevas tecnologías, muy preocupada por la producción de alimentos y convocando a un trabajo voluntario masivo. La actual versión, aunque comienza igual, con el hallazgo de una moneda, está contextualizada a la Isla y la Cuba de hoy y pondera de principio a fin el valor del amor por el trabajo.
CENTRO DE FORMACIÓN
El proyecto sociocultural de la Casa de la Cultura Municipal por años ha sido una gran escuela donde, desde los talleres en las diversas manifestaciones del arte, se busca la integralidad en el trabajo con los niños.
La superación colectiva de sus instructores es la columna vertebral de toda la labor que se realiza y el fruto, los notables resultados. Muchos comenzaron bien jovencitos. Se unieron a esa hermosa realidad que hoy abrazan y nunca más han dejado de aportarle desde sus saberes y la iniciativa creadora.

Dayana, Yunior, Yeni, Ana Margarita, Iraida, Silvia, Teresita y otros muchos han dejado y dejan su huella de amor en La Colmenita. Mariolys Galiano y Yanet Arias son de los que allí permanecen.
“En lo personal y como profesional me ha aportado muchísimo. Es un proyecto que ha sido desde el crecimiento y el conocimiento. Cada año captamos niños de diferentes edades desde los cinco y hasta los 15 años y con ellos realizamos un trabajo sistemático. “Queríamos obsequiarles a los niños pineros en su día este espectáculo con unos cambios de contexto social y disfrutamos la tremenda acogida que ha tenido”, dijo en entrevista Mariolys, hoy subdirectora del Sistema, a lo que la metodóloga Yanet Arias agregó:
“Siempre ha sido un reto. Realmente cada año y espectáculo lo son porque presentamos nuevas propuestas, principalmente el dos de enero que fue nuestro debut. Resulta gratificante trabajar con los niños; así lo ha sido en las diferentes generaciones que han pasado y de las que aún quedan algunos fundadores. La labor con ellos es nuestra razón de ser y como decía, constituye un reto cada obra que montamos.
“Acá está el trabajo de un colectivo tremendo; no somos dos, ni tres, sino la totalidad de los trabajadores de la Casa de la Cultura Municipal. Los instructores de las diferentes manifestaciones, artes visuales, danza, música, teatro… y están los padres, a quienes tenemos mucho que agradecer porque sin ellos y los niños no fuera posible, no hubiera proyecto sociocultural. Es admirable el respeto y la responsabilidad que tienen en los ensayos, siempre están ahí.
“En este estreno de forma especial fue grande su colaboración para lograr la escenografía, el vestuario, los accesorios y atrezos porque sabemos los tiempos difíciles que vivimos y gracias a que nos unimos instructores y padres salió este hermoso espectáculo.”
CASA GRANDE
Se equivoca quien piense que luego de toda una jornada de clases constituye un sacrificio asistir a los ensayos o dejar de dormir el fin de semana para temprano en la mañana comenzar los talleres con los profesores. La Colmenita es una fiesta interminable a la cual hijos y padres van con sobrada disposición y alegría.

Para el pequeño Reinier González, el Gallito cuentapropista de la obra, quien recién se estrena en estos menesteres de la actuación es su casa grande, como para Melisa Agüero, un rostro que se le va haciendo bien familiar al público espectador, pues lo mismo la vemos haciendo de payasita, declamadora, conductora, la Vaquita en La cucarachita… y en cuanto papel pongan en sus manos, todos los asume con igual entrega y dedicación.
Esta alumna que recién finalizó el quinto grado en la escuela Hermanos Saíz comentó acerca de su experiencia dentro del elenco:
“Llevo aquí más de dos años. El proyecto me ha ayudado a desarrollarme más a la hora de expresarme, de gesticular, porque contribuye a que perdamos el miedo en el escenario. De todas las manifestaciones el teatro me gusta muchísimo. En la actualidad mi profesora es Teresita Domínguez, pero he trabajado con la profe Iraida y otras que me han aportado sus conocimientos. De las obras en las que he participado esta es mi preferida. Me gustaría seguir dentro de La Comenita por mucho tiempo”.
Miedosas abejitas y La gata y la ratona viajan al espacio son también de las propuestas que en estos más de diez años los integrantes de esta gran familia han puesto a consideración de los pineros. La intención es seguir formando, haciendo crecer el talento, como bien dijera Iraida Aldama, directora del Sistema, experimentada instructora, merecedora de importantísimos reconocimientos en el Municipio.

“De La Colmenita Pinera han salido muchachos que han ingresado en las escuelas de arte y hoy son profesionales. Un proyecto de esta magnitud y tan abarcador es de gran importancia para el territorio porque constituye el espacio donde vienen a desarrollar sus habilidades artísticas de la mano de nosotros los instructores; se les inculcan valores, se les enseña la necesaria disciplina que va a ser fundamental en su vida de pioneros y como estudiantes de otros niveles. Pensamos que debe continuar activo y creando para contribuir así, como hoy, fecha en que estamos muy contentos porque hacerle un buen regalo a la infancia, a la cultura de la Isla y a felicidad de nuestros niños”.
A teatro lleno fue la presentación de este 16 de julio. Desde la actuación, la danza y la canción cada pequeño tuvo una participación encomiable en escena. Siempre fiel a hacer desde el trabajo con el talento aficionado un mejor arte que favorezca al mejoramiento humano, La Colmenita Pinera busca formar a las mujeres y los hombres del mañana, cultivándoles a sus integrantes valores humanos a través de la creación artística y se alza como lo que es, un referente de la cultura local y nacional.