
Onelio camina por la barriada, su andar es pausado, cualquiera diría que le pide permiso a un pie para levantar el otro. Esta vez lo escucho refunfuñar, no precisamente por no llegar nada a la bodega: “Oye eso, de nuevo en contingencia, dicen que ahora sí vamos a… porque tendremos hasta apagones, no sé adónde vamos a parar…”.
Y siguió con su jolongo a cuestas, hablando de cuánto se le ocurría. Así es, de nuevo la escasa disponibilidad de combustible pone a Cuba en situación tensa debido a incumplimientos de suministradores y países con los convenios contraídos.
Ello provoca que, como bien explicó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, “salgamos a comprar casi al día contra los inventarios que tenemos y, por tanto, se van produciendo baches”; de ahí la coyuntura delicada en materia de generación de energía eléctrica y, de manera general, para el funcionamiento de la economía cubana.
Sin embargo, se ha trazado una estrategia para no llegar a cero combustible. Acá en la Isla de la Juventud se ajustan los consumos y reorganizan los procesos, priorizando los de mayor impacto en la economía y la vida social de los pineros.
La generación eléctrica está entre las prioridades por su vital incidencia en el impulso a programas y el desenvolvimiento de la vida en los hogares; en tal sentido Wílber Benítez Perdomo, viceintendente que atiende transporte, energía y minas en el Consejo de la Administración Municipal (Cam), puntualizaba durante una entrevista que hasta el momento no hay programados apagones debido a las limitaciones con el combustible.
La realidad es que me vino el alma al cuerpo cuando lo escuché, pues tengo familias y amistades en provincias donde el panorama pinta “gris con pespuntes negros”, como bien dice el refrán callejero, debido a las constantes roturas de las termoeléctricas a pesar de los ingentes esfuerzos que realiza el país.
Considero que hay que prestarles mucho oído a las informaciones que publican los medios de comunicación nacionales y alejarse de rumores y distorsiones mediáticas. La Mesa Redonda donde los ministros cubanos de Energía y Minas; así como de Economía y Planificación, fueron muy explícitos al informarles a los pobladores acerca de la actual situación energética.
El mayor peso de las medidas se concentran en el sector estatal, pero la afectación nos implica a todos; de ahí que el residencial no debe permanecer como simple espectador, precisamente por ser donde se generan los mayores consumos, por tal motivo también debe reevaluar sus hábitos para entre todos enfrentar esta contingencia de la manera menos traumática posible.
Es en los hogares donde los integrantes de la familia deben ganar en conciencia acerca del contexto actual, al emplear solo la electricidad necesaria con el uso adecuado de los equipos electrodomésticos y el encendido de las luces.
Aunque no lo crean un bombillo o luminaria que se apague puede hacer la diferencia. Vicente de la O Levy ponía el ejemplo de cómo en situaciones similares se había logrado disminuir hasta 200 MW, porque “solo uno que se apague en cuatro millones de viviendas representa 8 MW”, además favorece el encender los aires acondicionados después de las diez de la noche”, puntualizaba.
De que tengamos apagones o no, es una cuestión que no depende solo del país sino de la contribución de todos los pineros, quienes en medio de la contingencia energética podemos hacer despilfarros siempre y cuando sean de previsión, sensibilidad e inteligencia.