“Santa Fe, pueblo querido, donde nace mi conuco, la cuna del sucu suco…” Justo allí, en la tierra de Mongo Rives, nació una colmena Sucusuquera. Proyecto que entre zumbidos y algarabía mantiene vivo un ritmo autóctono al compás de historias y baile.

Fue hace solo mes y medio, en marzo del 2024, que nació este espacio liderado por la maestra de Prescolar del círculo infantil Toronjita Millonaria, Lisbet Pérez Castro, y desde entonces no se detiene cuando de crear se trata.
“Trabajar con los niños es soñar, cada vez que los veo lloro de emoción y orgullo. Veo en ellos el futuro, mucho más al rescatar las tradiciones pineras”.
Contó la educadora que el propósito principal es sembrar en los corazones de los pequeños y sus familias valores y principios que hagan de ellos hombres y mujeres de bien.
La colmenita Sucusuquera está integrada por 32 niños, algunos del círculo infantil de tercer, cuarto y quinto años de vida, así como de la comunidad Camilo Cienfuegos y otros.
“Cada domingos a las 10:00 a.m. nos reunimos en la casa del Sucu Suco en el poblado para hacer nuestro taller, ahí disfrutamos de canciones y bailes. También aprenden un poco más de la historia pinera y su música”.
Aunque llevan poco tiempo regalando arte y sonrisas, esta colmena forma parte de las iniciativas que en el territorio se desarrollan para salvaguardar el ritmo pinero. Uno de sus grandes sueños es mantener, como hiciera su cultor mayor, Mongo Rives, el “bichito” del sucu suco en las nuevas generaciones.
Pero no solo este cadencioso compás aúna la creación de la colmenita santafeseña. De la mano de Lisbet, que ha creado cerca de 65 cuentos y poesías, ya interpretan algunos de estos para su público, mientras otro grupo está en proceso de montaje.
“Nos presentamos en las fiestas populares de la Fe, compartimos con los niños que padecen de cáncer y fuimos hasta la Casa de Niños sin Amparo Familiar, en Nueva Gerona, para compartir nuestros sueños”.
Gracias a este taller, los de la colmena y sus padres encuentran nuevas formas de conocer la historia, las raíces de la música campesina y afianzan su identidad.
El apoyo de las familias es algo que Lisbet destaca como vital, en especial para el vestuario, el aprendizaje y este trayecto que es la vida, en la cual los pequeños apenas comienzan a dar sus pasos.
Bien sabe la creadora de esta colmena que educar es llevar en el corazón creatividad, pasión, paciencia y ser capaz de preparar al hombre nuevo desde el amor incondicional. Más de 20 años en la educación Prescolar no bastan, Lisbet sabe que su misión es seguir trasmitiendo ideas, modelos, sentimientos, emociones para no dejando morir el sucu suco en su propia cuna, Santa Fe.
La Colmenita Sucusuquera apenas emprende su vuelo, tiene mucho trayecto, bailes y cuentos que compartir en esta Isla.
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