
A pesar de caer en los dos primeros desafíos versus los azucareros de Villa Clara en el estadio Augusto César Sandino de Santa Clara, los piratas de la Isla de la Juventud se mantienen contra viento y marea en el decimoquinto escaño de la 64 Serie Nacional de Béisbol que ya se adentra en la recta final de la etapa clasificatoria.

En favor de los filibusteros para no retornar al incómodo sótano ha conspirado que los indios de Guantánamo han extendido su racha negativa a siete derrotas consecutivas, una dinámica que los dirigidos por el estratega Maikel McCoy Gutiérrez no han podido aprovechar para poner más tierra de por medio en relación con los de la tierra del Guaso.
Precisamente, los guantanameros la tienen más difícil que los nuestros para sacar agua del desierto, pues se enfrentan a los huracanes de Mayabeque, uno de los conjuntos que ocupa puestos de privilegio en la clasificación general rumbo a la postemporada, mientras los piratas se miden a otra de las novenas que ha exhibido un discreto desempeño durante la actual edición del pasatiempo nacional.
Para aumentar la mínima ventaja que al cierre de esta edición disfrutaba el equipo de la Isla respecto a los muchachos de Guantánamo, los nuestros necesitan al menos conseguir par de victorias para salir de esta subserie aún por encima de los sotaneros.
Lograr más de dos sonrisas sería lo ideal porque además de aumentar la diferencia respecto a los de abajo podría acercarnos un poco más a los de arriba y quién sabe si de aquí al final de la fase preliminar con una combinación de resultados, los dueños del Cristóbal Labra escalen otro peldaño. Por el momento mantienen la cabeza fuera del agua y esperemos que al concluir este fin de semana se mantenga esa tendencia.
Mientras tanto, continúan mejorando algunas estadísticas colectivas sobre todo en el bateo como el average ofensivo que ya está en 273, el promedio de embasado que subió par de unidades a 357 y el slugging a 361. Por su parte, el picheo subió un poco el promedio de carreras limpias a 6,58, el whip bajó apenas una unidad 1,92 y los contrarios le conectan al staff 302 de promedio ofensivo.
Finalmente, la defensa permanece casi igual con 954 de average defensivo, pero con más de 100 pifias cometidas en la temporada, un verdadero despropósito que los ubica por mucho como el equipo de peor defensa con más errores del campeonato.
