De prisionero irreductible a Libertador del archipiélago

Sumario: Algunos momentos inolvidables en Presidio

En 1978, justo en el año en que se proclama el nuevo nombre de Isla de la Juventud al territorio, como fruto de la profunda transformación de la Revolución, es declarado Presidio Modelo como Monumento Nacional, a más de una década de la eliminación de su estatus penal, como había prometido Fidel.

En multitudinaria concentración encabezada por él frente a Presidio y ya con los primeros estudiantes de países hermanos que vinieron a estudiar en escuelas del territorio, Raúl Roa, entonces vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, proclamó la Isla de la Juventud y significó el especial homenaje para las nuevas generaciones del orbe, que celebraban en Cuba su XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

“Estamos en el frontispicio de lo que fue durante una época la academia modelo de la depravación, la tortura y el crimen trasmutados en esencia del sistema penitenciario. Nunca, en tan reducido espacio, se cometieron tantas iniquidades, ignominias y aberraciones”, expresó el Canciller de la Dignidad en emocionado discurso y evocó la excarcelación:

“El 15 de mayo de 1955, descenderían Fidel Castro y sus compañeros de cautiverio Raúl, Juan Almeida, Ramiro Valdés, Pedro Miret y el pinero Jesús Montané para reanudar la épica batalla que transformó los destinos de Cuba y removió las entrañas del monstruo. El prisionero irreductible de ayer es hoy El Libertador del archipiélago cubano y uno de los máximos adalides revolucionarios de la Humanidad”.

Pero a la tradición de lucha que atesora Presidio Modelo se une la histórica consigna Sí se puede enarbolada aquí por Raúl durante el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, que tuvo por sede la Isla de la Juventud en 1994 y se celebró en la explanada frente a la escalinata por donde salieran en libertad los sobrevivientes de la epopeya del Moncada.

Para mayor significación estuvo dedicado a los jóvenes ese acto, presidido por el Comandante en Jefe, quien regresó la víspera de la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, donde participara en la firma del Convenio Constitutivo de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), firmado por 24 naciones.

En ese año, coincidente con la última visita del líder aquí y uno de los más adversos, en pleno período especial y recrudecido bloqueo yanqui, cuando las carencias empezaron a sembrar en algunos el desaliento, el Segundo Secretario del Partido dijo con palabras que aún vibran: “Allí donde este objetivo se enfrenta con decisión e iniciativa, allí donde los cuadros saben impregnar en todo el pueblo la convicción de que SÍ SE PUEDE, se avanza en el mejoramiento de la situación alimentaria, paso a paso, pero firmemente, consolidando lo logrado y manteniendo el rumbo hacia delante”.

“La permanente enseñanza de Fidel –enfatizó Raúl– es que sí se puede, que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones si no desfallece su voluntad de vencer, hace una evaluación correcta de cada situación y no renuncia a sus justos y nobles principios”, como demostrara en su encierro.

En la Tribuna Abierta de la Juventud y los Estudiantes realizada el 13 de mayo del año 2000 más de 50 000 personas demandaron el retorno del niño Elián González, secuestrado en EE. UU. –que se vio obligado a devolver poco más de un mes después–, y la eliminación de la Ley de Ajuste Cubano y su bloqueo.

También participó el entonces Primer vicepresidente Raúl Castro, quien antes del acto, acompañado por el Comandante de la Revolución Juan Almeida y otros, bajó la escalinata del Presidio Modelo, como hicieron los moncadistas.

La Tribuna concluyó simbólicamente con decenas de pioneros descendiendo la escalinata y el vuelo de cientos de palomas entre himnos patrióticos.

Entre los espacios que aquí reviven la historia están, además, su escuela Conrado Benítez en lo que fuera su escuadrón, el Museo en al hospital donde recluyeran a los moncadistas y su Palacio de Pioneros 15 de Mayo, a punto de celebrar sus 40 años ratificando el compromiso con la Generación Histórica.

Son interminables los testimonios en este lugar, que se pretende preservar hoy como conjunto monumental antiguo Presidio Modelo y su región histórica, pieza clave en la concepción de turismo patrimonial, una motivación para conocer, vivenciar y comprender la herencia cultural y la actividad creativa de una comunidad, con elementos distintivos de la identidad no solo local y nacional.

También lo es en lo universal por los ciudadanos de otras naciones aquí recluidos, así como presidentes y personalidades del orbe que siguen visitando esas instalaciones, en muchas ocasiones acompañados por ese líder que de prisionero irreductible se convirtió en Libertador de un archipiélago libre y uno de los líderes imperecederos del mundo nuevo.

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Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana.

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