Cuba frente al cambio en el orden económico internacional

Transcripción del programa Cuadrando la Caja, 20 de julio de 2025.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Hola, ¿qué tal?, qué bueno volver a saludarle en Cuadrando la Caja, una propuesta televisiva para debatir, cuestionar y llegar a consensos desde el socialismo cubano. Soy Marxlenin Pérez y le doy la bienvenida a este cuadre diferente, porque hoy vamos a conversar sobre “nuestro lugar en el mundo”, una frase que tomamos de Fidel, para lo que doy la bienvenida al estudio a la máster en Ciencias Gladys Hernández, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, y al máster en Ciencias Eduardo Regalado, del Centro de Investigaciones de Política Internacional.

Hay otra idea de Fidel con la que quiero comenzar esta conversación, en la que insistía, sobre todo en sus discursos en organismos internacionales, en la necesidad de un nuevo orden económico-social. La pregunta inicial es, ¿representan la Unión Económica Euroasiática y el grupo Brics* ese nuevo orden económico-social o son parte del cambio hacia él?

M. C. Eduardo Regalado Florido: Ambas organizaciones son manifestaciones de la evolución hacia un nuevo orden económico internacional, pero de por sí no es el nuevo orden económico internacional; es un esfuerzo, una tendencia que marca la construcción de la multipolaridad, la diversificación del poder internacional. Un proceso. No se puede decir que ambas organizaciones representan ese nuevo orden internacional. Están tratando de desmarcarse de las instituciones que definen el poder del Occidente colectivo, hegemónico, avasallador. Aunque implican elementos nuevos, no logran romper completamente con elementos de este orden económico; sí hay elementos de ruptura que, por cierto, son muy positivos y han sido muy reclamados. Solo hay que mirar la cantidad de países que se están integrando en las nuevas instituciones del Brics, en el esquema euroasiático, reclamando otra forma de organizarse, otro sistema que responda a otros intereses, no solamente a los de las potencias hegemónicas.

Es un proceso, una tendencia que va manifestando cómo el mundo está transformándose sistémicamente, desde un mundo unipolar, hegemónico, con un hegemón, a otro mundo. Estas estructuras están marcando ese camino, pero no son en sí el nuevo orden. El nuevo orden se está construyendo. Son positivas, porque hay elementos de ruptura, pero todavía persisten muchos elementos del orden unipolar hegemónico.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Por supuesto, en una lucha de poderes como la que estamos viviendo, y ha sido así en la historia de la humanidad, ese orden tradicional se va a aferrar por todos los medios para mantener su hegemonía. Y en esta guerra de hegemonías y contrahegemonías, la Unión Económica Euroasiática y los Brics representan a ese nuevo mundo que intenta luchar y sobreponerse a las estructuras tradicionales. ¿Qué opina usted, Gladys?

M. C. Gladys Hernández Pedraza: En ese mundo en transición, la emergencia de nuevas economías, de nuevos países que demuestran tener una capacidad no solo económica, sino tecnológica, comienza a cuestionar de una forma trascendental el poder hegemónico de Estados Unidos, incluso de algunos países de Europa Occidental, pero las diferencias son importantes. En el caso de la Unión Euroasiática, es un sistema integracionista que estaba diseñado originalmente para países que en algún momento integraron la desaparecida Unión Soviética y, lógicamente, hay un conocimiento desde el punto de vista tradicional, desde el punto de vista geográfico, económico, de las potencialidades que pudiera tener una integración de nuevo tipo en ese contexto. Por tanto, la unión del espacio euroasiático, que en algún momento formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la URSS, es un planteamiento para intentar resolver muchos de los problemas que estas economías enfrentan en este orden en transición que estamos transitando y se basa, sustancialmente, en principios diferentes que buscan el consenso, la integración económica, el bienestar de los pueblos; incluso, se establecen políticas comunes en sectores estratégicos como el transporte, la industria, el comercio exterior, etcétera. La Unión Euroasiática deviene un polo atractivo para otros países, incluidos algunos que fueron parte del campo socialista, y de ahí la relevancia que tiene que Cuba sea hoy miembro observador, porque lo que está sucediendo en ese contexto puede ser también importante para nuestro país desde el punto de vista histórico.

Ese es el contexto en el que se forma esa unión. Se inicia por una unión aduanera, desarrolla después un espacio económico. En este momento, hay cinco miembros dentro de la unión que son estratégicos: Rusia, un país que tan extraordinarias relaciones tiene con Cuba; Bielorrusia, que ha demostrado ser un socio comercial importante para nuestro país; Kirguistán; Kazajistán, muy interesado en mantener vínculos con Cuba, y Armenia. Pero hay otras naciones interesadas en ese proceso, no solo de las que conformaron el campo socialista.

En el caso del Brics, el grupo surge como una propuesta de categorización de lo que Occidente considera economías emergentes. Esas economías emergentes, en un momento determinado de su historia y de su evolución socioeconómica, comienzan a plantearse una agenda alternativa, en algunos aspectos, al orden económico internacional basado en la unipolaridad.

Todos estos países, tanto de la Unión Económica Euroasiática como del Brics, se están planteando una reformulación de su política, tanto económica como comercial, pero, adicionalmente, desde el punto de vista estratégico de la diplomacia, defienden el multilateralismo en un escenario en el que el mundo enfrenta mayores tensiones, posiciones realmente muy discutidas en las relaciones internacionales porque son posiciones de fuerza que llegan a ámbitos como el comercio. Por tanto, sí, sin llegar a ser un nuevo orden, hay elementos muy importantes que reflejan la búsqueda de una alternativa.

Dra. C. Marxlenin Pérez: ¿Qué ha sucedido en los últimos tiempos en el Brics, además de la cumbre celebrada recientemente en Brasil?

M. C. Eduardo Regalado Florido: En el Brics lo que se observa más rápidamente es el nivel de maduración de la asociación entre estos países. Hay que entender que el grupo surge por el comportamiento de determinadas economías con ciertas dimensiones, que en una dinámica internacional comenzaron a demostrar un dinamismo económico relevante. Países con una población de peso, con recursos. Comenzaron a tener obstáculos en su emergencia económica y comenzaron a surgir intereses comunes entre ellos. Ha habido un proceso de acercamiento, de maduración de las relaciones entre estos países; ha madurado y tomado forma la interrelación, y se ha ido extendiendo el número de países que han ingresado a esta organización. Es decir, hay un número creciente de países interesados en cuestionar el orden mundial vigente, que obstaculiza su desarrollo.

Se cuestionan la arquitectura financiera, el predominio del dólar en las transacciones, el funcionamiento de las organizaciones multilaterales. Buscan un sistema de financiamiento alternativo. Son problemas concretos de los países que están excluidos de ese orden impuesto por Occidente, se lo están cuestionando y están construyendo un nuevo orden. Eso es lo nuevo: cómo se ha ampliado esta organización, cómo han desarrollado sus miembros el nivel de interrelación, cómo ha ido madurando… No solamente se ha quedado en los intereses económicos, sino que hay intereses políticos. Es una organización que va madurando, que cuestiona un orden mundial asimétrico y va dando surgimiento a un nuevo orden internacional.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Ese viejo orden, vamos a llamarle así, que tiene mucho de hegemonía, ha demostrado históricamente que no es sostenible para la especie humana, para el planeta. Y ante su poder es aun mayor esfuerzo necesario para enfrentarse a las viejas dinámicas, a los paradigmas de ese viejo orden.

Podemos pasar ahora, luego de este preámbulo, a abordar el vínculo de Cuba con estos mecanismos emergentes. ¿Qué representan para Cuba?, ¿qué oportunidades le han abierto?, ¿en qué situación esta nuestro país para aprovechar las nuevas alianzas que se abren?.

M. C. Gladys Hernández Pedraza: Siempre me gusta precisar algo importante: como en todas las integraciones económicas, el hecho de estar presente en una integración económica no garantiza per se que usted vaya a tener total éxito. Va a poder compartir, digamos, todas estas cosas de que estamos hablando. Porque en el contexto internacional en que vivimos, también los Brics están siendo afectados por la oleada proteccionista, la guerra aranacelaria, la deuda… O sea, Cuba va a estar compartiendo sus posiciones optimistas en relación con aprovechar la oportunidad, en medio de los problemas que hoy enfrenta la economía mundial en general. Y en ese contexto hay dos elementos muy importantes. En el caso específico de los Brics, estamos hablando de que reúnen más de un 50% de la población mundial luego de la ampliación más reciente, representan más del 40% de la economía global (medido según la paridad de poder adquisitivo) y generan más de un 35% del PIB mundial (frente a alrededor de un 30% de los países del G7). Cuando usted va a escoger una alternativa, tiene que racionalizar bien cuáles van a ser sus objetivos futuros y sus escenarios.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Y sus aliados.

M. C. Gladys Hernández Pedraza: Si a ese contexto sumamos el bloqueo al cual está sometido nuestro país, está claro que la alternativa de los países que integran hoy el Brics y la Unión Euroasiática puede ser muy atractiva para Cuba. Desde el punto de vista de las transacciones financieras, en ambas organizaciones se está hablando de una moneda común. Recordemos que en el 2000, cuando Cuba comenzó a aprovechar la posibilidad que brindaba la aparición del euro en el contexto europeo, la nación logró sortear algunos de los obstáculos clásicos que planteaba la utilización del dólar.

Está claro que ser partícipes de esos dos sistemas integracionistas de relativa novedad pudiera darnos esa posibilidad: tener acceso a un financiamiento que no esté condicionado por el bloqueo financiero de Estados Unidos. Para poder hacer un uso eficiente de ese financiamiento, Cuba tendría que definir bien los principios, establecer los contratos adecuados, y por supuesto, elaborar estrategias para no acumular tanta deuda, como hemos acumulado en el pasado en otras circunstancias. Evidentemente, tendríamos posibilidades, pero tendríamos que cumplir nuestros compromisos. En el plano comercial, está claro que Cuba puede aportar, tenemos qué producir, tenemos sectores importantes que pueden ser de interés. Por ejemplo, en la explotación minera hoy se habla mucho del cobalto como uno de los minerales estratégicos que se utilizan en la producción de las nuevas tecnologías. Sabemos que podemos buscar las formas para que esa producción nuestra, tanto de níquel como de cobalto, se inserte apropiadamente en estos mercados. De hecho, tenemos experiencias con China, con Rusia…

Por tanto, pienso que sí pueden ser posibilidades. Y, simultáneamente, tenemos nuevos sectores, el de los servicios, el turismo, la biotecnología. Por ejemplo, recientemente, en la cumbre de los Brics en Brasil, a inicios de julio, se ha lanzado la Alianza para la Eliminación de las Enfermedades Socialmente Determinadas, que busca investigar e innovar para luchar contra enfermedades que no afectan a los países ricos y que, por ende, no son abordadas en los grandes centros. Cuba es uno de los países socios que se unió a la iniciativa junto a los países miembros. Cuba, con sus capacidades, puede ser un país que aporte en este sentido y así puede establecer una plataforma de relaciones, tanto comerciales como de investigación científica, para estar presente no solo en el ámbito comercial, sino también en el científico.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Hay una serie de nichos que se nos abren y que Cuba tiene la posibilidad de aprovechar. ¿Cómo lo ve usted, Eduardo?

M. C. Eduardo Regalado Florido: Primeramente, hay que ver a los Brics como una nueva posibilidad con optimismo, pero no excesivo…Hay que tener optimismo, pero después hay que tomar en consideración los problemas reales que tiene la economía cubana para insertarse en ese mecanismo. Primero, estar en el Brics implica un fortalecimiento de las relaciones internacionales. Formar parte de un mecanismo del Sur que tiene una nueva voz y refleja un nuevo empoderamiento en las relaciones internacionales ya es una ganancia. También hay que pensar en el acceso a fuentes alternativas de financiamiento, vitales en el caso de Cuba, un país bloqueado, bajo una guerra económica.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Estar en el Brics nos da posibilidades de acceso a financiamiento.

M. C. Eduardo Regalado Florido: Al Banco de Desarrollo del Brics. Nos da la posibilidad de acceso a financiamiento, pero también nos da acceso a nuevos mercados. Hay que recordar que no es solo lo financiero: nuestros productos están bloqueados. En este contexto del Brics, se abren posibilidades con todos esos países con nuevas reglas, nuevo funcionamiento. Podemos tener acceso a mercados y contamos con productos, sobre todo en la industria biotecnológica, muy demandados por determinados mercados. También, la transferencia tecnología, porque si bien Gladys hablaba de la cantidad de población y del PIB, también hay muchos de estos países que están generando tecnología de punta y son países que acumulan recursos energéticos, desarrollos en el área de las energías renovables.

También nos pone en una mejor posición para renegociar nuestra deuda; es decir, tenemos un apoyo, como puede ser el de China, Rusia. Eso nos da otra posición al negociar deudas, que por todos los lugares nos fortalece. Pero no estamos diciendo −por lo menos, yo no lo digo, y Gladys tampoco lo ha dicho− que la entrada en el Brics automáticamente lleve a la realización de estas posibilidades. Hay muchos elementos de la economía cubana que deben mejorar para poder insertarnos en estos mercados, porque son mercados y el mercado es competitivo. Y para insertarte, vender, tienes que ser competitivo, tener determinada calidad, sostenibilidad del producto, logística. Hay que hacer transformaciones, pero si nosotros necesitamos inversión extranjera directa, debemos crear las condiciones necesarias para que esas economías realicen inversiones extranjeras directas aquí, que necesitamos por muchos motivos, desde financiamiento hasta tecnología y mercado, pero tenemos que hacer transformaciones que todavía no hemos hecho.

Es decir, la transformación del modelo cubano para insertarse en esos mecanismos tiene que ser profunda y es un reto para el país. Entrar es bueno, pero tenemos que hacer las transformaciones necesarias para entrar y poder funcionar en el seno de estos mecanismos.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Sí, porque, además de ese optimismo que mencionábamos ahorita, hay un optimismo que a veces peca de ingenuidad. Porque confunde estos nuevos grupos o mecanismos con el desaparecido campo socialista. Y no son las mismas condiciones históricas, son otras las reglas del juego. Cuba, como decía Eduardo, tiene que estar en situaciones diferentes, mayor competencia, productividad, en mejores circunstancias para poder aprovechar de una manera óptima estas nuevas oportunidades. Países como China, como Rusia, que son gigantes, darían la posibilidad a Cuba de contar con un mercado por excelencia para nuestros productos.

M. C. Gladys Hernández Pedraza: En esos dos mercados, Cuba está presente ya, hay un camino adelantado por empresas cubanas que han estado estableciendo vínculos con diferentes sectores. Uno emblemático, como decía Eduardo, es la biotecnología. En medio de la pandemia de covid, Cuba produjo para China (en plantas en China) el interferón que China utilizó para atender a pacientes de la enfermedad. Hay perspectivas: avances y resultados científicos de nuestro sector biotecnológico que se pueden utilizar en China y en otros países. En el caso de Bielorrusia, Cuba tiene una serie de propuestas para invertir en el Parque Industrial Gran Piedra, en Minsk. También, en el sector de la biotecnología. O sea, Cuba está presente en algunos de estos países, no en todos.

Los Brics crecen en la misma medida en que ese proceso de transición hegemónica se va produciendo, un contexto en que el incremento exacerbado de las sanciones unilaterales y el proteccionismo va generando una dinámica que hace que los países se sientan interesados por estos mecanismos emergentes. Y es importante reconocer que en las actuales condiciones por las que atraviesa la economía cubana, las presiones externas, junto a los problemas internos, crean una situación realmente muy tensa. Hay que sobreponerse. En ese contexto, nuestras autoridades nos han llamado en innumerables ocasiones a producir, a volver alcanzar aquellos niveles que garantizaban las exportaciones en el país. Eso es elemental si queremos tener una inserción real y más positiva en estos grupos.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Vamos a hacer una pausa para saber qué tiene que decir sobre el tema de hoy el Gurú de Jatibonico.

El Gurú de jatibonico:

Otra vez, la matemática
no cuadra al Norte brutal,
pues no solo el Sur Global
nos quiere en su diplomática.
También la Unión Euroasiática,
y más reciente los Brics,
cosa que provoca tics
a nuestros vecinos malos,
que se dan de varapalos
con sus propios big sticks.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Y estoy con el Gurú, como casi siempre: a los del norte les provoca tics y no lo pueden evitar, esa preocupación de que sean desplazados en ese nuevo orden económico social al que nuestro comandante Fidel se refería con frecuencia. Hablábamos hace unos minutos de la posición o la presencia que tenemos en algunos de esos mercados, pero quisiera que también hablemos de qué posición no hemos logrado y debiéramos lograr. Por ejemplo, ¿con qué otros productos pudiéramos entrar a competir en estos nichos de mercado gigantescos que ofrecen estos países?

M. C. Eduardo Regalado Florido: Nosotros tenemos que tratar de depender menos de los productos tradicionales, productos relacionados con el procesamiento, como pueden ser el azúcar, la miel… Tenemos que salir y comenzar a incursionar y avanzar en los productos de mayor valor agregado. Contamos con una industria biotecnológica, una industria farmacéutica muy interesante, pero hay que hacerlo con calidad, con eficiencias, con precios competitivos, porque no solamente es que se nos abran esos mercados, que vamos a llegar allí y nos van a comprar todos los productos: vamos a competir con productores de los más diversos, con precios competitivos. Eso es un mercado.

También tenemos que crear las condiciones necesarias que nos hagan atractivos para la inversión extranjera. Es decir, las transformaciones que hay que hacer dentro del modelo económico cubano para crear un macroambiente que atraiga la inversión extranjera, porque el capital no se arriesga así, simplemente, por poner su dinero en otros países. Tiene que haber determinada seguridad, rentabilidad, garantías, y esto conlleva que en el modelo cubano hagamos transformaciones serias, profundas y de manera muy reflexiva para podernos insertar en estos mercados. Tenemos que buscar otra gama de productos de mayor valor agregado, porque, si no, vamos a quedarnos en la misma posición que hemos sostenido históricamente en los diferentes mercados. Necesitamos aprovechar las oportunidades que brinda nuestra ubicación geográfica en América Latina. Por esa ubicación, desde el punto de vista de la logística Cuba es muy interesante; se abre una gran posibilidad para la presencia de esos países en los mercados de América Latina, con todo el historial que tiene Cuba dentro de los Brics, un país contestatario que siempre ha luchado por un nuevo orden económico internacional. Esto nos aporta valor agregado dentro de la dinámica económica y comercial del Brics. Es decir, el Brics nos da una nueva alternativa, nuevas posibilidades. Están ahí, son muy bienvenidas, pero nosotros tenemos que hacer transformaciones serias, profundas, para insertarnos en este mecanismo.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Nuestro lugar en el mundo, esa frase de Fidel que da título al programa de hoy, pero nuestro lugar también en América Latina, como ya venía adelantando Eduardo. ¿Puede ser Cuba un país líder dentro de nuestro contexto latinoamericano en esta relación con los Brics de este lado del mundo? ¿Podemos asumir ese rol, estamos en condiciones, deberíamos tener esa responsabilidad?

M. C. Gladys Hernández Pedraza: En esa frase de Fidel se reúnen tantas cosas, se reúne el convencimiento revolucionario de que nuestro país podía tener un lugar en el mundo que le garantizara una mayor participación internacional y le permitiera vencer todos los obstáculos para el desarrollo de nuestro país. Porque el bloqueo fue una respuesta al proceso revolucionario. Ese lugar en el mundo Cuba lo tiene: esa diplomacia extraordinaria que en estos días celebra sus múltiples aniversarios, que celebra una nueva graduación de diplomáticos cubanos con esa escuela de excelencia, reconocida internacionalmente. Eso es un lugar que nosotros nos hemos ganado. De la misma forma que nos hemos ganado un lugar en la biotecnología mundial, con la producción de fármacos y vacunas de punta, como las vacunas contra la covid, que han llegado a decenas de países. Todo eso se sabe, lo reconocen muchas naciones y organizaciones por el esfuerzo extraordinario de nuestros científicos, nuestros servicios médicos, nuestras brigadas médicas. Ese lugar en el mundo está. El punto es cómo lograr que se amplíe, como decía Eduardo: que ese potencial educativo y científico que ha creado esta revolución, esas capacidades creadas, puedan tener mayor incidencia internamente en el país y en su proyección e inserción internacional. Ese es el proceso en el cual estamos hoy día, sometidos a las más crueles sanciones, al más cruel bloqueo. Aquí, lograr cualquier éxito, como decía Fidel, es a base de sacrificio, a base de convencimiento, a base de la lucha de resistencia que lleva nuestro pueblo.

Pero sí, yo pienso que ese lugar en el mundo está. Nosotros tenemos productos tradicionales que son muy importantes, que son conocidos internacionalmente; incluso, empresas extranjeras los han comercializado por años: nuestro tabaco, nuestro ron, nuestro café. ¿Por qué no recuperar la miel, un producto orgánico avalado internacionalmente desde el punto de vista médico, por sus propiedades? Cuba llegó a ser mercado de café para Japón durante muchos años. Es mayor el potencial si a estas capacidades tradicionales sumamos todos los productos de nueva generación, todo lo que tiene que ver con la biotecnología, los servicios informáticos. Hemos graduado generaciones de informáticos que tienen excelentes conocimientos y los pueden poner en función del país con todas estas nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial y la importancia de la informatización que necesita nuestro país. Eso se puede, incluso, brindar como servicio, de la misma forma que brindamos servicios médicos a muchos países. El sector de los servicios es potencialmente importante para Cuba. ¿Cuál es una cuestión fundamental en este contexto?, los idiomas. Pero los idiomas se aprenden y Cuba también ha sido capaz de generar un sistema de estudio de idiomas que durante muchos años le permitió que sus profesionales se graduaran en otros países.

Esos son procesos que debemos emprender. Si los países del Brics ofrecen alternativas que son posibles, que son lógicas y que abren oportunidades a Cuba, tenemos que estudiar idiomas. Nuestros estudiantes deben estudiar en esos países. Hay cursos que esos mismos países ofrecen, becas. A Cuba le brindan becas países como China y Rusia. Existe la posibilidad y eso es una posibilidad que no se puede perder hoy en día. Porque ese es el vínculo más estrecho que haría que nuestro lugar en el mundo fuera un poquito mayor.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Gladys habla desde el convencimiento de la posibilidad real que tenemos y desde el optimismo real también, no ese optimismo desmedido del que hablamos hace un rato. Eduardo, ¿qué más nos queda por hacer ante estas nuevas posibilidades que abren estos mecanismos con los que se avizora un nuevo orden en el mundo?

M. C. Eduardo Regalado Florido: Primero, aprovechar las oportunidades. Acelerar, como creo que se está haciendo; aproximarnos, buscar, explorar dentro de los mecanismos de estas organizaciones en torno a las posibilidades que ofrecen tanto de forma multilateral como bilateral. En eso se está trabajando, porque las condiciones del país lo exigen. Segundo, hacer con la valentía necesaria las transformaciones requeridas y hacerlo lo más rápido posible para insertarnos en estos mecanismos. Cuba tiene una obra, como ha dicho Gladys: la obra de la educación. En Cuba hay formación profesional, podemos asimilar tecnologías, podemos asimilar modos de producción, determinados productos. Nosotros generamos productos de la biotecnología, tenemos capacidades para eso. Hay que potenciar todo eso, crear estímulos al trabajo, organizarnos; crear una ley de inversión que atraiga capitales.

En el mundo de hoy es muy difícil que un país pueda tener un dinamismo económico sin la inversión extranjera, que trae financiamiento, tecnología, know how… Ahí es donde tenemos que apretar. Es decir, aprovechar las oportunidades como nos exige el momento, como lo que aspiramos para nuestro país, para salir de este momento tan difícil que atravesamos. Es una posibilidad que tenemos, un escape del bloqueo económico tan crudo que pesa sobre el país. Pero tenemos que hacer las modificaciones. Yo hago énfasis, porque no es un automatismo, no puede interpretarse que se abre la puerta de los Brics y todos los problemas están resueltos. Los problemas no están resueltos: hay una cantidad de retos extraordinaria, pero, a la vez, como país tenemos la capacidad para enfrentarlos, con inteligencia y con el valor necesario. Tenemos la capacidad para aprovechar todas las oportunidades, la posición geográfica que tenemos, el personal calificado que tenemos. Sí se puede hacer, y es posible tener ese lugar en el mundo de lo que ha inspirado este proceso revolucionario. Podemos demostrar que, a pesar de ese bloqueo, el mundo está cambiando y tenemos posibilidades de conquistar los sueños, el desarrollo, la plenitud del ser humano. Eso lo podemos lograr con inteligencia y con las transformaciones necesarias que debemos hacer.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Yo les agradezco mucho por sus palabras, porque, además de ser optimistas, no son aventuradas. Son optimistas con los pies en la tierra…

M. C. Eduardo Regalado Florido: Con realismo.

Dra. C. Marxlenin Pérez: Con nuestras realidades, con nuestras dificultades. Creo que es una buena señal de hacia donde debemos movernos en este nuevo escenario que poco a poco se abre para los pueblos del Sur Global, para los pueblos que están bloqueados. Les agradezco a ambos su participación en el programa.

Y sobre este tema de actualidad global, el avance de los Brics y la Unión Económica Euroasiática, y las posibilidades de Cuba en este contexto, ¿qué piensa usted? Recuerde que no basta con interpretar, describir, sino que juntos podemos participar para transformar nuestra realidad y seguir apostando por nuestro lugar en el mundo. Yo cuento con usted para hacerlo desde el socialismo cubano. Nos vemos pronto.

Transcripción: Anaylet Rodríguez Espinosa, Yanet Muñóz Hernández/ IDEAS Multimedios

Nota:
*El Brics es un grupo actualmente conformado por 11 países miembros: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán. Además de su objetivo de fortalecer la cooperación económica, política y social entre sus miembros, sirve como un foro para la coordinación política y diplomática de los países del Sur Global y busca ampliar su influencia en la gobernanza internacional, con base en la equidad, el multilateralismo y la sostenibilidad.
Según se recordaba en la página dedicada a la reciente cumbre del bloque en Brasil, el acrónimo Bric (referente a los cuatro miembros iniciales: Brasil, Rusia, India y China) fue concebido en 2001 por un economista del banco de inversiones Goldman Sachs en reconocimiento al dinámico crecimiento económico de esas naciones.
Sudáfrica se incorporó en 2011 (el acrónimo creció a Brics). En 2023, durante la Cumbre de Johannesburgo, se decidió una segunda expansión, con la adhesión de seis nuevos miembros en el periodo 2024-2025: Egipto, Etiopía, Indonesia, Irán, Arabia Saudita y EAU.
En la Cumbre de Kazán (2024) se acordó crear la categoría de país socio, con Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán como países socios del Brics. Recientemente, se incorporó Vietnam como país socio.
Según datos del bloque, a lo largo de 2024 más de 30 naciones expresaron interés en participar en el Brics.

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