Cuando los alevines “llegan” al agua

Aún no despuntan los primeros destellos del alba, la niebla envuelve el paisaje y una fina cortina se extiende por encima del enorme espejo de agua. A lo lejos, las palmas erguidas custodian el campo mientras un incómodo ruido interrumpe la quietud de la mañana.

El camión debe adentrarse en el agua para poder depositar a los animales/ FOTO: Yoandris Delgado y Casandra Almira

Un pequeño terraplén abre paso entre la maleza para llegar al agua. Con prudente marcha atrás se adentra hacia la orilla el camión con su importante carga, más de 100 000 alevines serán depositados en la micropresa La Jungla, de la Isla de la Juventud.

Con cuidado y precisión

Como dando la bienvenida al punto definitivo en que millones de larvas desarrollan, luego de una ardua labor en estanques y laboratorios en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Acuisla, perteneciente a la empresa pesquera industrial Pescaisla, la prensa y autoridades locales aguardan para visualizar por vez primera el proceso que tiene lugar cada año.

Millares de alevines vienen en los tanques desesperados por salir/ FOTO: Yoandris Delgado y Casandra Almira

Las linternas ayudan a poder captar cada instante, es un trabajo de sumo cuidado y precisión. Encima del camión un grupo de operarios y técnicos rodean los tanques donde se encuentran los millares de peces que en lo adelante se harán camino en presas, micropresas, lagunas y otros acuatorios del municipio.

En un visible desespero saltan unos encima de los otros, apenas tienen espacio para nadar allí. Se lanzan los hombres al agua y alistan para el proceso de traslado, realizado preferiblemente entre las seis y diez de la mañana. Mediante una gruesa manguera, antes rebosada del vital líquido, inicia la carrera hacia una nueva etapa de vida.

“Si siembras con calidad pescas al año con calidad”, aseguró con la experiencia que brindan la constancia y entrega al trabajo Glerys Garcés Guerra, jefe de Producción y Desarrollo de la UEB Acuisla, al hacer alusión al peso de los animales.

“Teníamos un plan acordado de cuatro millones de alevines y nos comprometimos a llegar a los siete, pero vamos a alcanzar los 7,5 millones sembrados. Hemos traído hoy 120 000 ciprínidos –carpa, amura y tenca– y tilapias de aproximadamente 400 gramos, que dentro de un año cumplen ya los parámetros de captura y se convierten como tal en producción para la empresa”.

Pasados esos 12 meses los equipos de trabajo de las principales presas de esa UEB, bote al agua y red en mano, saldrán a la pesca. “Contamos con tres brigadas, la de La Fe, Vietnam Heroico y Revolución, que se encargan de moverse en distintos estuarios, pueden ser presas o micropresas, y pescar las producciones que hemos sido capaces de sembrar”.

Cultivo extensivo, factible alternativa

Pero el alimento, en especial la proteína, alcanza una alta demanda en el municipio; ante el impacto que ello causa a la cocina de los pineros, el cultivo extensivo se amplía y llega ahora a otros espacios.

“Le hemos sembrado a campesinos –destacó Garcés Guerra–, a todos los que tengan un río, un acuatorio, una laguna; hasta ahora han sido 12. También los capacitamos respecto al tema de la acuicultura familiar, o sea, bien cerca de la casa…, la idea es sembrar cuanto tenga agua, ese es el compromiso de la Acuicultura con el territorio”.

La relevante cifra de peces depositados significa un punto de partida en lo que pudiera llegar a ser un florecimiento de este tipo de cultivo en la empresa pesquera local, la cual tiene, además, el desafío diario de satisfacer necesidades de alimento a los pineros, a la vez que batalla por crecer en producción y diversificación de surtidos.

“Estamos preparándonos; para el próximo año –apuntó Glerys– contamos con un banco de reproductores de 500 ciprínidos, animal que no consume pienso, y para lo cual se recuperan laboratorios destinados al estudio de los niveles tróficos de los distintos embalses en que se depositan.

“Se trata de saber qué consume; la tenca blanca come fitoplancton, la manchada zooplancton, hay que ser capaz de conocer el alimento natural del embalse para sembrar el organismo que lo comerá”.

Esa representa quizá la tarea más importante, así lo considera también Yordanis Laen Tamayo, director de Acuisla, quien con anterioridad había recalcado: “Nosotros sabemos cuál es el camino y sabemos hacia dónde vamos”, y hoy lo están demostrando.

La estrategia, ante un panorama en el que el pienso se torna cada vez más difícil de adquirir, es crecer con los ciprínidos. “Para alcanzar la cantidad de alevines de esta etapa –repasó Laen Tamayo– debimos producir 20 millones de larvas”, encomienda muy bien lograda, más cuando el plan original era llegar tan solo a la mitad de esa cifra.

Catorce presas, 12 micropresas y cerca de 20 campesinos –quienes reciben visitas de un grupo multidisciplinario, pues su interés por el cultivo es creciente– han sido beneficiados en la reciente etapa. Yordanis Laen subraya –sin lugar a duda– que “los acuicultores de la Isla están en condiciones para cumplir y que en el 2024 estas producciones de alevines sembrados lleguen al plato del pueblo como materia prima de la empresa y la industria”.

Como una forma sostenible de brindar opciones de alimento a los pineros, la acuicultura despunta para suplir una demanda latente; al hacerlo con calidad puede alcanzar un aprovechamiento del 90 por ciento de los animales.

De La Jungla nos retiramos, por el momento, con la satisfacción y la esperanza de volver el próximo año, esta vez no para verlos entrar al agua, sino salir en red, listos para llevar a la cocina y luego al plato.

A través de una manguera gruesa van saliendo las crías/ FOTO: Yoandris Delgado y Casandra Almira
Glerys Garcés, jefe de Producción y Desarrollo de Acuisla/ FOTO: Yoandris Delgado y Casandra Almira
Uno de los trabajadores muestra al lente algunos ejemplares/ FOTO: Yoandris Delgado y Casandra Almira
La quietud de la mañana es propicia para el traslado / FOTO: Yoandris Delgado y Casandra Almira

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Isla de la Juventud
Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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