Crecer y diversificarse

Genito Delgado, productor integral de La Reforma. FOTOS: Yuniesky La Rosa Pérez

Cuando se trabaja con amor, entusiasmo,organización, se disfruta lo que se hace y ello se convierte en pasión, la vida premia con resultados, prosperidad y bienestar. Eso lo tiene claro Genito Delgado, productor integral de La Reforma, asociado a la Empresa Ganadera de la Isla de la Juventud.

Su finca El Paraíso, enclavada en las afueras de esa localidad, hace honor a su nombre. Desde que se llega te envuelve ese halo de entusiasmo, laboriosidad y bienestar, percibes que todo ese patrimonio es fruto del esfuerzo, la consagración y dedicación.

Pareciera ser un hombre tocado con una varita mágica, pero lo que es cierto es que Genito sabe bien cómo sacarles el mayor provecho a las 20 caballerías de tierra que hoy tiene bajo su responsabilidad, pues lo lleva en la sangre –hijo de padres campesinos– y lo ha consolidado con el conocimiento y la experiencia adquirida durante años.

En el surco destacan hoy en los cultivos varios el melón, la yuca y el boniato. FOTOS: Yuniesky La Rosa Pérez

Su integralidad se respalda con lo que produce: ganado mayor (leche y carne), cerdo de capa oscura, ovino-caprino, pollos rústicos y semirrústicos (carne y huevo), así como alevines de tilapia roja y claria sembrados en la presa. En el surco destacan hoy en los cultivos varios el melón, la yuca y el boniato.

Pero allí nada es obra de la casualidad, se labró un largo camino de esfuerzo y sacrificio. “Cuando vine para la Isla procedente de Guantánamo –rememoró Delgado– comencé ordeñando vacas en la Empresa Ganadera, estudié y me hice técnico medio en Reproducción y Veterinaria, luego con el tiempo solicité tierras y me convertí en campesino.

“Anteriormente era asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios Sabino Pupo, desde el 2019 por los resultados me propusieron una vaquería en desuso e hicimos una finca con un patrimonio familiar. Cuento con 17 trabajadores fijos y no menos de cinco trabajadores eventuales a diario, aunque en los picos de cosecha los eventuales están entre ocho y 12”.

El oriundo de la tierra del Guaso posee una masa total de 420 cabezas de ganado y ha logrado producir hasta 500 litros de leche al día. Sin embargo, el impacto de la sequía y otras vicisitudes han provocado que en la actualidad la producción sea de alrededor de 320 litros por jornada.

“Tenemos un plan de 120 000 litros en este año, pensamos sobrecumplirlo como en el 2022 que llegamos 122 700. En esta oportunidad queremos alcanzar una cifra similar o superior. A pesar de la intensa sequía seguimos trabajando, sembrando pastos, utilizando el sistema de cuartones, rotando y moviendo la tierra que es donde se obtiene el alimento animal”.

Explicó que laboran con las dos formas de ordeño, el manual y el mecanizado, aunque este último aún no lo están explotando al ciento por ciento (%), pero la intención es que en el futuro todo sea de esta forma. Para alimentar las reses tienen sembradas plantas proteicas como morera, tithonia, king grass, caña y pasto natural.

En la finca El Paraíso también está el multiplicador de cerdo de capa oscura con 120 reproductoras. De ahí el año anterior se vendió a productores locales unas 860 para fomentar la cría de esa especie en el Municipio. Este año la cifra es más ambiciosa, pretenden expender 1 200.

“Con el incremento de la fuerza de trabajo habíamos incursionado en la cría del cerdo blanco aprovechando la disponibilidad del pienso en la Isla, tras la ausencia de este comenzamos con los puercos criollos en ese espacio cubierto por palmas. Luego se nos cambió esa raza, nos dieron la oportunidad de ir a comprar al Centro Genético Nacional de La Habana esta raza de capa oscura.

“Aprovechamos los residuos de cosecha para la comida de los animales, a mí me deben garantizar el 30 % de la alimentación a la masa básica, esto no se cumple debido a las dificultades con la transportación y el combustible, entonces mantenemos esa masa porcina con lo que producimos mayormente en la finca.

“Se nos sugirió que no debemos aflojar y sembrar más por si surgen imprevistos. Tenemos una reserva de yuca que no la sacamos, la vamos rotando por si ocurre algo inesperado”.

Es un campesino todoterreno, ya tiene más de 2 500 pollos rústicos y semirrústicos. FOTOS: Yuniesky La Rosa Pérez

Como mencionamos al inicio, Genito es un campesino todoterreno, ya tiene más de 2 500 pollos rústicos y semirrústicos para la producción de carne y huevo, y el propósito es conseguir en menos de seis meses entregar a la comunidad entre 1 600 y 1 700 posturas, para el consumo de ese surtido en dicha demarcación.

Asimismo, aprovechó el espejo de agua ubicado dentro de sus tierras y sembró 5 000 clarias y 3 000 tilapias rojas, en el caso de las tilapias de un tamaño mayor a las clarias para recogerlas antes de que estas últimas sean capaces de devorarlas.

Pero Delgado y su gente no se detienen, está en su esencia continuar creciendo y diversificándose, ya solicitaron otras cinco caballerías de tierra para incrementar la ganadería con una ceba de toros, en una zona baja, cenagosa con abundante hierba para la alimentación de los animales. Este es un proyecto que pretende encaminar en lo que resta de 2023.

Las posibilidades brindadas al productor con las 63 medidas aprobadas por el Gobierno Cubano para potenciar la producción de alimentos y satisfacer las demandas no cubiertas de productos agrícolas, es algo que aplaude.

“Es lo mejor que se ha hecho, darle al hombre que quiera trabajar vía y cobertura para hacer producir la tierra. La familia se volcó al surco y todos estamos motivados en trabajar más, desmontar más marabú, abrir más fincas y sembrar más para tener comida y beneficios”.

Respecto al pago de las empresas a los campesinos, destacó que ha mejorado sobremanera. “Ya no es como antes; por ejemplo yo vendí 12 toneladas de carne en diciembre a la entidad porcina y en ese propio mes lo cobré. En junio le vendí seis toneladas de carne a la Empresa de Comercio y Gastronomía y me pagaron en menos de 30 días. Es satisfactorio saber que se están organizando mejor”.

En la comunidad también está su huella. Como parte de la estrategia de que sean los productores de avanzada los encargados de surtir las ferias agropecuarias de los pequeños poblados, Genito se desarrolló la primera en La Reforma.

Allí ofertó pollo, huevo, carne de res, de cerdo, viandas (el boniato incluso más barato que el Estado) y para los niños tuvo la deferencia de vender refrescos, maltas y confituras, que, aunque las adquirió en una Mipyme, no la ofertó a precios abusivos.

“Hubo una muy buena aceptación, el pueblo se sintió feliz y ya nos piden que hagamos otras”.

Los altos precios de los productos es un viejo reclamo de la población, una cuestión que no acaba de resolverse, pero que depende en gran medida del incremento de las producciones.

“Podemos bajar los costos buscando que cada productor de avanzada en su radio de acción sea capaz de hacer lo que estamos haciendo nosotros, vender el excedente del plan a precios más asequibles. Si se les vende a los intermediarios le llega muy encarecido al pueblo.

“De ello también depende que las empresas paguen al guajiro en tiempo. Como ya expresé las entidades están pagando en forma, por lo que considero que no hay razón para vender las producciones a los intermediarios”.

Desarrollar una agricultura familiar trae múltiples beneficios, uno de ellos, según nos cuenta el destacado productor, es que todos laboran con amor y luchan por alcanzar resultados superiores.

“Lo primero que hay que tener para manejar una finca de esta magnitud es amor y cariño por lo que se hace, la organización en el trabajo y que cada uno haga lo que le toca. Hacemos conversatorios y chequeamos lo que se hizo en cada jornada y lo que faltó.

“Aquí los trabajadores perciben un salario de 10 000 pesos y más, la cocinera es la que menos gana y llega a 8 000. No tenemos problemas con el huevo, pollo, chivo, carnero, cerdo, leche, ni con la carne de res porque con los sobrecumplimientos nos autorizaron a sacrificar este año ganado mayor.

“Lo aprovechamos todo, hasta el grito de los cerdos –explica jocosamente– llevamos dos años sembrando sin el empleo de productos químicos, haciéndolo con materia orgánica, tenemos contrato con la carpintería ubicada aquí al lado de la finca. Recogemos el aserrín y hacemos compost con la gallinaza, el estiércol de vaca, lo ponemos a procesar y con eso se ve el rendimiento de la yuca, el melón, boniato y el resto de los cultivos.

“También hay un molino para procesar el trigo, caña, maíz y otros granos; utilizamos la tracción animal para transportar la leche desde esta vaquería hacia la otra que es donde está instalado el centro frío, trasladamos a los trabajadores y de igual manera movemos la comida de los animales dentro de la finca. Los tractores se utilizan solo para trabajar la tierra, no salen a la carretera”.

Otro de los proyectos que tiene en mente Genito es abrir un punto de venta en la comunidad para vender los sobrecumplimientos de cosecha y leche, y quizá queso y yogur a partir de la leche, pero sobre todo, su aspiración principal es seguir trabajando, creciendo y sembrando más en beneficio de la familia y el pueblo.

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Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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