
Tres nuevos poemarios de escritores pineros acaban de imprimirse en la editorial El Abra del Centro Municipal del Libro y la Literatura, gracias a los ingentes esfuerzos de esa institución de la Cultura para continuar dando cumplimiento a sus planes de producción

Con la hiel en el tintero, de la autoría de Crecencio Blanco; de Jorge Luis Garcés, Isla barlovento; y Al costado del tiempo, de José Antonio Taboada.
A pesar del déficit de papel y tinta por el que atraviesan las editoriales del país, las locales El Abra, al igual que Áncoras de la Asociación Hermanos Saíz, se las ingenian para contribuir desde su objeto social a que la lectura sea por siempre ese hábito imprescindible que haga a las personas más sabias.
“Con la intención de no perder el aliento que nos deja la poesía y las ganas de renovar el alma desde el espíritu, nuestra editorial saca a la luz dos nuevos poemarios”, publicaba en su página de Facebook por estos días su directora Liudys Carmona y a ese logro se sumó en la jornada del miércoles Al costado…
Acerca de la nueva entrega de Crecencio Blanco, el maestro de generaciones de pineros y artistas Juan Ramón Bascó escribió:
“Poemario maduro y novedoso donde el autor conjuga armónicamente diversos modos de concebir la escritura poética como la décima, el soneto, el haiku, el verso libre y algún que otro epigrama. Desde una concepción muy propia el autor, cautivado por la magia de la palabra, dedica su canto y noble inspiración al amor; expresa una manera de recepcionar el legado del hombre y la poesía, en fin, del creador que cree en la belleza, en la realidad y la fantasía. Sus páginas visten y desvisten al lector de sus sentimientos más descarnados, y al finalizar la lectura lo hará con la certeza de ser una mejor persona”.
Mientras que de Al costado del tiempo la escritora e investigadora Melissa Merlo refirió:
“Una vida dedicada a la poesía, a la literatura y a la gestión
de la palabra poética hace de José Antonio Taboada y de
Al costado del tiempo un binomio no solo literario, sino
que, en esencia, confluyen tanto el hombre poeta, como el
ciudadano del mundo que ha viajado desde las lecturas, y
a través de ellas, como otros poetas, ha logrado la trascendencia del verso, la supremacía de la estética sobre la figura
común, el tesoro de la palabra convertida en verso único e irrepetible. Eso es Al costado del tiempo, a veces una esfera con esquinas, a veces un cubo redondeado, y con seguridad es un cuerpo poético por demás lúcido, coherente con la vida del autor, y que absolutamente lo resume. Desde ya, le auguro un puesto crucial en la teoría literaria cubana y latinoamericana. Su divulgación constituirá un regalo para todos sus lectores”.
La poesía se viste de largo con estos recientes textos, tanto que del tercero de ellos dijo el también poeta, narrador y crítico literario, Julio César Sánchez.
“Isla barlovento es el regreso de quien trae mucho sobre el hombro y lo deja caer entre las algas y el espejo, muy cerca de las maletas donde aguarda tu camisa para otra partida, solo que esta vez has preferido pararte frente al viento sin temor a ser empujado hasta el corazón del árbol y las hojas. Esta vez eres el viento que bate su alegría y dolor sobre el silencio de lo blanco o lo oscuro, y dejas una señal para que pase el agua y nos inunde las ventanas”.
Tales referencias incitan por sí solas a la lectura de estas obras que, una vez a la venta, de seguro se convertirán en libros necesarios al alma.