Celebrar el día del amor es una práctica universal. Rosas, corazones, chocolates y peluches, son (entre otros) símbolos de este festejo. Se manifiesta de muchas maneras; es el vínculo perfecto que sustenta la familia, el matrimonio y cualquier relación humana que honre esta condición.
Disfrutar de los hijos, los abuelos, los hermanos, los padres, la pareja, los amigos, son motivos suficientes para entender que hoy el reto es amar en la distancia, como reza en el conocido bolero del maestro César Portillo de la Luz:
“Más allá de tus labios/ Del sol y las estrellas/ Contigo en la distancia/ Amada mía/ Estoy”, reitera uno de los fragmentos de esa canción que este 14 de febrero podemos compartir en casa sin dejar de cumplir con las medidas de protección contra la Covid-19, como la mayor demostración de cariño, pasión, amistad y afecto.
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