Con paso seguro a pesar del genocidio

Fiel a los acuerdos y compromisos internacionales que respaldan los derechos de las mujeres, el Estado cubano, por el Decreto Presidencial 198 de 2021, aprobó el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, con el cual garantiza la rigurosa observancia sobre estos en nuestro país.
Pero algunos, no pocos, han puesto en duda la palabra “adelanto”, pues qué más adelantadas piensan estar las mujeres aquí, y eso sonaría, incluso, discriminatorio para con ellas; pero sí, mucho queda aún por avanzar en lo relacionado con manifestaciones de discriminación y violencia de género, así como con comportamientos sexistas que persisten en la sociedad.
Ello, por supuesto, confirma la necesidad de contar con un programa, cuyo eje central está en promover de forma concreta el avance de las mujeres y la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, refrendados en la Constitución de la República de Cuba.
Sin embargo, más allá del documento legal, otros factores influyen en el pleno ejercicio de sus derechos, pues aún se sobrecargan y llevan sobre los hombros la responsabilidad de mantener la unidad, el equilibrio y la dinámica de sus familias.
Se progresa en Cuba en dicho particular, en tanto los desafíos persisten, sobre todo, los que imponen las absurdas leyes del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, la más insolente muestra de irrespeto hacia las familias cubanas, que repercute de manera directa en el desarrollo de las féminas.
No obstante, junto a la Federación de Mujeres Cubanas, el Estado concibe el referido programa con un plan de medidas que centran su atención en siete áreas fundamentales: empoderamiento económico de las mujeres; medios de comunicación; educación, prevención y trabajo social; acceso a la toma de decisiones; legislación y derecho
–marco normativo y sistemas de protección contra todas las formas de discriminación y violencia–; salud sexual y reproductiva; y estadísticas e investigaciones.
Tan amplio marco de trabajo representa la Agenda del Estado cubano para el adelanto de las mujeres aquí en el nuevo escenario de actualización del modelo económico y en correspondencia con los compromisos internacionales contraídos sobre la igualdad de género.
Muy seguro será que en el venidero mes de noviembre este sea uno de los pronunciamientos que el canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, lleve en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, para reclamar una vez más la eliminación del bloqueo de EE. UU. hacia Cuba, el cual también afecta a los propios norteamericanos y sus empresas, privándoseles, incluso, de visitar esta nación, invertir y comerciar con ella.
Cuánto queda en lo interno para eliminar brechas históricas en lo social y en las relaciones de poder mediatizadas por sus cuerpos y que marcan la supremacía masculina, aunque sea de manera simbólica…ese será otro punto sobre el cual volver, mientras el programa constituye un gran paso –y seguro– para el adelanto de las mujeres en Cuba, que hoy tienen a su favor, además, las nuevas oportunidades y derechos del nuevo Código de las Familias, inclusivo y uno de los más avanzados del mundo.

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Isla de la Juventud
Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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