Con la premisa La Uneac por el bien de la nación, la intelectualidad cubana agrupada en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) celebró los días primero y dos de noviembre su X Congreso.
La cita tuvo por sede al Palacio de Convenciones, donde delegados de toda la nación centraron su atención en el funcionamiento interno de la organización, sus dificultades y retos, así como su contribución a la defensa de la cultura nacional.
Teresita Freyre Gallardo, presidenta de su filial en la Isla de la Juventud, ofreció sus consideraciones acerca del cónclave, cómo llegaron los miembros pineros a la magna cita y abordó otras temáticas de vital importancia para ella en la actualidad.

“Muchos pensaban que no debía hacerse el Congreso debido a la situación que tiene el país, pero en lo personal siempre estuve consciente de la necesidad de que los intelectuales y artistas nos pronunciáramos en estos tiempos.
“Hubo algunos reclamos de cuestiones institucionales. Nuestra delegación avanzó bastante en la solución de los problemas, porque en un final el objetivo de un Congreso no es ir a exponer los problemas allí, más bien los planteamientos constituyen una plataforma de trabajo para ayudar a resolver problemas de la sociedad, en este caso de la pinera y de Cuba.
“Tenemos algunas situaciones que pudieran mejorarse en cuanto a diálogo y a darle más seguimiento a los problemas, los cuales no tienen por qué tardar tanto tiempo en solucionarse y que tanto molesta a los artistas e intelectuales porque sabemos que no se les dedica el tiempo que se debería.
“Igual considero que hay logros, por ejemplo, de un tiempo a esta parte, la Dirección Municipal de Cultura está trabajando seriamente con los talleres de programación”.
Freyre Gallardo se refirió a la colonización cultural y la práctica de celebraciones que nada tienen que ver con la idiosincrasia y las tradiciones cubanas. Al respecto exhortó más que a preocuparnos, a hacer bien la cultura y defender lo nuestro.
De igual forma insistió en lo vital de que se respeten los saberes de los miembros de la Uneac, que tanto pueden aportar a elevar la espiritualidad del pueblo y la afectación de la diáspora en el sector y cómo incide en la repetición del mismo talento en las galas que a su consideración han proliferado.
Mención aparte mereció la preparación del territorio para celebrar el centenario de la Ratificación del Tratado Hay-Quesada: “No queremos gala, sino espacios de pensamiento donde el pueblo participe.
“Hay un tema que por lo menos en el caso de cine, radio y televisión se habló con mucha fuerza, la incorrecta utilización de las redes sociales. Urge darles un uso correcto, de lo contrario la respuesta que se obtiene no es la deseada. La comunicación tiene sus leyes y no se pueden violar.
“Nuestro presidente y primer secretario del Partido muy atinadamente recordaba sus palabras de clausura en el IX Congreso y decía que nos había pedido que no lo dejáramos morir y no lo hicimos. Que lucháramos contra la indecencia, el parasitismo, el oportunismo y así lo hemos hecho en estos cinco años.
“La delegación pinera se presentó a este Congreso con el compromiso cumplido de defender el noveno hasta llegar al décimo. Ahora nos quedan nuevas tareas, pero muy unidos con la Dirección de Cultura, con la cual han mejorado mucho las relaciones, con la viceintendenta de Gobierno que atiende el sector y eso ayuda con la solución de los problemas.
“La Empresa Municipal de la Música fue uno de los planteamientos más terribles por unos 15 años en las reuniones de los Congresos aquí en la Isla y ya ha comenzado a dar pasos positivos, estamos apoyándola y si estamos logrando el cambio es precisamente gracias a la unidad.
“Desde la cultura podemos lograr mucho más que desde otras esferas, como es el hecho del Festival Internacional de Cine y Medioambiente Isla Verde a favor de nuestro patrimonio y del desarrollo económico del municipio especial, ese es un ejemplo.
“También la celebración del Centenario de la Ratificación del Tratado Hay-Quesada en estos tiempos de bloqueo más recrudecido, donde quieren acabar con nuestra cultura porque saben que eso debilita, no hay nada más importante que el festejo de esa efemérides no solo en la Isla, sino en toda Cuba porque fue una batalla que se ganó desde aquí con la ayuda del resto del país”.