¿Categoría 6 en la escala de huracanes?

Expertos consideran ampliar la escala Saffir-Simpson para reflejar mejor la creciente intensidad y peligrosidad de los huracanes.

Aunque la temporada ciclónica en el Atlántico y el Caribe inició en calma el pasado domingo, los meteorólogos plantean hoy la posibilidad de ampliar a una categoría 6 la escala Saffir-Simpson, la cual fue creada en 1969 para medir la intensidad de los vientos de los huracanes, que en los últimos años parecen superar en peligrosidad los límites actuales.

Expertos como Auroop Gangauly señalan que la clasificación del 1 (velocidad del viento de 119 km/h) al 5 (252,67 km/h) vigente no contempla aspectos críticos como el potencial de destrucción por inundaciones y marejadas, las cuales hacen de estos fenómenos una amenaza significativa y en algunos casos más letal que la fuerza del viento.

Un ejemplo claro de la insuficiencia de la escala actual es el huracán Helene de 2018, que tocó tierra como categoría 4 y dejó más de 760 litros de lluvia por metro cuadrado en el sureste de Estados Unidos, causando 176 muertes, recordó el profesor de ingeniería civil y ambiental de la Universidad de Northeastern.

En declaraciones a Northeastern Global News también se refirió al huracán Milton, que en octubre pasado se intensificó explosivamente en solo 24 horas, pasando de 153 km/h a 289 km/h, lo cual indica que los huracanes se vuelven más poderosos y rápidos en su desarrollo.

Intensidad y frecuencia exigen ampliar categorización

A juicio del profesor de ingeniería civil y ambiental Qin Jim Chen, cada vez más los huracanes se intensifican con mayor rapidez y la categoría no resulta el factor más importante en cuanto a su impacto ni para definir la peligrosidad.

En ese sentido, aseguró que, por ejemplo, Isaac (categoría 1) generó en 2012 marejadas de gran magnitud, similares a las de un huracán de categoría 3, poniendo en evidencia que fenómenos con una menor intensidad pueden ser igualmente destructivos si se dan las condiciones adecuadas.

Por tal motivo, diversos especialistas consideran que el sistema de clasificación debería integrar otros factores como el potencial de inundaciones y marejadas, además de la velocidad del viento, para ofrecer una evaluación más precisa del riesgo.

La discusión también se fundamenta en la necesidad de adaptar los sistemas de medición a las condiciones cambiantes del clima, que ha visto un aumento en la temperatura de los océanos, condición que alimenta y potencia los huracanes.

Pronostican temporada 2025 más activa

Ante esta realidad, la temporada 2025 se anticipa más activa que las anteriores debido a la influencia de las temperaturas oceánicas, las cuales son más altas que el promedio, además de otros factores climáticos como la actividad del monzón de África occidental y la fase neutral del fenómeno de El Niño Oscilación Sur.

Vale destacar que estas condiciones favorecen la formación y el incremento de la intensidad de los huracanes, lo cual genera preocupación en la comunidad científica y en las regiones vulnerables.

La víspera, el Centro Nacional de Huracanes informó que en los próximos siete días no se espera formación de eventos meteorológicos en la región del Atlántico y el Caribe, una arrancada de temporada atípica en comparación con las anteriores.

La propuesta de una categoría 6 pretende reconocer huracanes de fuerza aún superior y mejorar la capacidad de predicción y respuesta ante eventos que, por su creciente intensidad, representan una amenaza cada vez mayor para las comunidades costeras en un escenario de cambio climático global.

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