Caída del roble

La fina sensibilidad para escribir versos del periodista Carlos Baliño López no es óbice para ser uno de los precursores más lúcidos del pensamiento marxista cubano.

Al morir, el 18 de junio de 1926 en La Habana, más que una nota necrológica un periódico de la época deja como epitafio para la tumba del desaparecido combatiente un artículo titulado La caída del roble, que en uno de sus párrafos sentencia: “Los trabajadores de Cuba y especialmente los comunistas, han perdido a uno de sus mejores militantes”.

Foto: Tomada de Internet

Esta relevante figura goza del privilegio histórico de unir a dos generaciones de patriotas. Tiene 43 años cuando suscribe con José Julián Martí Pérez las bases y el acta de constitución del Partido Revolucionario Cubano,en 1892, en Cayo Hueso.

En tanto,con 76 años en 1925 al lado de Julio Antonio Mella funda el Primer Partido Comunista de Cuba(PCC), organización política surgida en una etapa difícil que pasa la mayor parte de su existencia en la clandestinidad o en la semiclandestinidad, pero es imprescindible para materializar los anhelos de una revolución social.

“Bueno es amar a la Patria, pero mejor es amar a los hombres, bueno es amar a la Patria, pero mejor es amar a la libertad y la justicia”, escribe quien dedica su vida a luchar contra todas las formas de injusticias y contribuye al desarrollo de la prensa obrera en Cuba.

Tras fracasar en sus intentos por encontrar trabajo se traslada a Estados Unidos, donde vive en Cayo Hueso, Tampa, Nueva York y Nueva Orleans. Durante los años de permanencia en la nación norteña ejecuta un intenso quehacer de propaganda política en las organizaciones e instituciones que crea como en las que colabora en la prensa y en la tribuna, algunas de las cuales son recogidas en el periódico Patria, y se mantiene siempre fiel a su condición de obrero tabaquero.

Al finalizar la guerra contra España en 1898 retorna a Cuba donde libra su sustento en pequeños chinchales de fabricar tabacos, pues no lo admiten en los grandes centros de producción.

Entonces, continúa su actividad política, sobre todo en 1904 con la organización del Partido Obrero, transformado a instancias suyas en Partido Obrero Socialista, y con sus trabajos periodísticos en La Voz Obrera, órgano del partido.

En 1922, ocupa la dirección de la publicación Espartaco, el cargo de corrector de pruebas del Boletín del Torcedor y de la revista Juventud, dirigida por Julio Antonio Mella, a quien conoce ese mismo año en la imprenta en que se editaban ambas publicaciones. En unión de Mella y de otros militantes funda el primer PCC, en 1925.

Baliño muere al año siguiente y a 98 años de su partida física sigue siendo un referente para los revolucionarios cubanos.

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Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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