Amor que salva

Foto: Melissa Mavis Villar De Bardet

¿Puedes amar a alguien a quien no puedes tocar? ¿Qué pasaría si no pudieras tocar a los que amas? En otra etapa de la vida hubiera sido difícil responder estas preguntas, pero actualmente no vale la pena hacerlas, pues desde el 11 de marzo del 2020, la covid-19 nos demostró que sólo la distancia podría salvar a quienes amamos.

Estos años de necesarias limitaciones por la vida han sido un sacrificio para todos. Cuántos no añoramos viajar, compartir en fiestas, disfrutar del contacto humano y seducir con la normalidad que se tenía antes de la llegada de la pandemia.

¿Cuántos no extrañan por esta fecha del Día de los Enamorados a ese familiar o ser querido que se encuentra lejos, ya sea cumpliendo con la misión de salvar vidas como profesional de la salud o porque, lamentablemente, no está a causa del coronavirus? Diversas razones nos alejan de quienes añoramos, pero no por esto podemos perder la esperanza, ni la capacidad de soñar ni de conquistar lo que amamos.

A decir verdad las distancias de hoy nos acercan y enamoran de manera distinta, más perdurables quizás porque nos obligan a mirar y cortejar con los ojos del corazón para tocar las esencias, como alertaba el Principito en la obra de Antoine de Saint-Exupéry.

No importa si es a un metro o dos de distancia, sigamos los pasos de los protagonistas Stella y Will en “A dos metros de ti”, que nos convida a luchar contra la enfermedad y buscar la forma de mantener vivo ese sentimiento inmensurable, incluso en las circunstancias más difíciles como las vencidas hoy por los cubanos entre todos con amor sin límites por la vida, más allá de la pareja.

Stella nos hace recordar cuan necesario puede ser el contacto humano. “El sentir nos conecta cuando estamos felices, nos anima cuando nos ataca el miedo, nos excita cuando hay pasión y amor”.

Si tan fuerte es el amor, aprendamos a querer también de lejos, porque el contacto físico puede ser necesario pero no imprescindible, entonces permanezcamos unidos también en la distancia, pues lo más importante es buscar la alegría de vivir y no temer el final sin negar jamás la existencia con sus mejores sueños.

Tenemos nuevas oportunidades en los avances tecnológicos y las redes sociales para enamorarnos más, acercarnos por la  videollamada, un correo electrónico, la vía telefónica y otros medios sin olvidar la sensibilidad, la ternura, el beso lanzado con la mano y la flor que nos salvan, porque como dijera Martí “la única verdad de esta vida, y la única fuerza, es el amor”.

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