Agua Santa, finca que enamora y encanta

El anuncio en las redes sociales lucía un ambiente muy agradable; las opiniones de otros visitantes corroboraban lo que a menudo veía en las publicaciones; pero verlo con nuestros propios ojos, vivir la experiencia y compartir fue aún más encantador.

Agua Santa es ese lugar de campo que enamora. Con cualidades naturales y otras que el ingenio humano ha creado allí para hacer de esta una finca próspera y un espacio de especial agrado a los invitados, desprende una magia que incita a retornar.

No tardamos en hacer la reservación, un día de celebración se avecinaba y ese era el paraje ideal para agasajar a la cumpleañera que le regalaba, en esta ocasión, un paseo distinto, aire puro, sano esparcimiento y la mejor compañía.

APRENDIZAJE DE PRINCIPIO A FIN

Raquel, encargada en Nueva Gerona, atendió a nuestra llamada; con amabilidad me comentó los detalles imprescindibles como horario, punto de recogida para la ida y regreso, días disponibles –jueves y sábado–, además del almuerzo, cuyo plato fuerte –pollo o pescado– debíamos escoger con anterioridad para prever su cocción en tiempo.

Justo a las nueve de la mañana del jueves estuvimos junto a otras familias en el parque Camilo Cienfuegos (Las Cotorras), de donde sale la guagua. Una vez ubicados Raquel indicó la salida hacia La Fe. El clima favorecía, solo una pertinaz llovizna irrumpió a la llegada.

A la llegada Raudel y Amnerys reciben a los visitantes. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

A la izquierda de la entrada un cartel anuncia: Agua Santa Finca Agroturística; al otro extremo, Raudel Rives Pantoja y su esposa Amnerys Rivas Ávila esperan para recibir al grupo; mientras, una jovencita se acerca con el coctel de bienvenida, incluido en un paquete con costo en moneda nacional de 850 pesos para los adultos y 700 para menores de 12 años.

El coctel de bienvenida abre la jornada campestre. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

Entramos al espacio de estancia principal, todo el ambiente es rústico… bancos, mesas, cuelgabolsos, columpios y cestos creados a mano son de elementos que provienen de la naturaleza. Raudel, micrófono en mano, se presenta e invita al recorrido.

Amnerys, con las habichuelas a la espalda, señala el área de las plantas con que condimentan. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

Con Amnerys salimos; desde la derecha de la casa donde viven va mostrando el hermoso sembrado de habichuelas; al pie, unos pequeños árboles de cica son la mayor curiosidad, pues es considerado un fósil viviente, dada su temprana aparición sobre la tierra hace 400 millones de años.

Las coronas Cristo representan otro atractivo, por la tranquilidad del lugar, son estas el escondrijo idóneo para los nidos de zunzún, avecilla de la cual se disfruta su revoloteo durante el trayecto. Más adelante se encuentra la parcela para cultivar las plantas que sirven de condimento a las comidas y al frente, las medicinales, entre ellas la mano poderosa y el caisimón de anís o anisón.

El paseo se detiene para degustar té, hecho a base de variedades herbarias allí cosechadas. En tanto beben, continúan el paseo por un camino custodiado por matas de aguacate, mango, guayaba y café caturra.

Raudel se incorpora y hace su parte, debajo de una palma real explica de esta representativa especie nativa de Cuba –entre otras regiones de América y el Caribe– cómo son aprovechados cada uno de sus componentes, desde la raíz hasta las hojas, de las cuales están confeccionadas algunas áreas y estructuras de la finca.

El tallo de la mata de plátano sirve para vivero de otras plantas. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

Los plátanos no escasean y no solo sirven de alimento, su tallo es empleado en la fabricación de pequeños viveros para otras plantas que con posterioridad se introducen en la tierra sin desprenderlas del recipiente que, además, sirve de abono.

Raudel explica las propiedades y características del árbol de mafala. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

Por último muestra la mafala, variedad similar al árbol del pan –o fruto del pan–, pero más pequeña y con importantes propiedades alimenticias; de ella se elabora la harina para el consumo de personas celíacas, una condición autoinmune cuyo sistema de defensa reconoce al gluten como una amenaza para el organismo. Los argumentos de Raudel y Amnerys demuestran el conocimiento de quienes dedican con amor su tiempo al trabajo de campo. El momento de aprendizaje llega a su fin y allá, en el área principal, espera Anisley Ferrer Balart para las dinámicas de la jornada.

El fruto del mafala. FOTOS: Casandra Almira Maqueira
Actividades propias del campo son parte del entretenimiento y las experiencias del visitante. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

DIVERSIÓN Y DISFRUTE PARA LOS VISITANTES

Competencias de actividades propias de la vida campestre son el manjar del día. Pelar cocos y abrirlos al medio, hacer chicharritas de plátano o preparados para el cuidado facial con miel y café, entre otras, son algunas de las propuestas de la animadora que no deja brecha al aburrimiento.

En el rústico restaurante se degusta el almuerzo. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

Unos se van al dominó, otros al pequeño estanque de agua dulce para el baño de los niños; los columpios y cachumbambés no cesan de mecerse, tampoco las hamacas donde algunos reposan el delicioso almuerzo, fresco y con un servicio de maravillas en el rústico restaurante con piso de tabla de palma y techo de pencas secas.

“¿Café?”, ofrece una de las atentas trabajadoras, en tanto se preocupa por la satisfacción de los comensales. Nosotros nos quedamos con el delicioso cangrejo.

Amnerys también inquiere: “¿Les gustó la comida?” ¡Cómo no gustarnos! Vaya que todo en ese lugar se hace con esmero. El excelente servicio cuenta con un quiosco para venta de cocteles, refrescos, artesanías, plantas ornamentales, vegetales encurtidos, mermeladas, dulces en almíbar, puré de tomate y jugos de frutas sin colorantes o conservante, fabricados en la microindustria familiar.

La selladora de las bolsas de nailon es el único implemento industrial de la microindustria familiar. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

“Todo aquí es artesanal, elaborado por nuestras propias manos, solo es industrial la selladora de los envases de nailon”, enfatiza Raudel, y no deja fuera al aula ecológica, ubicada en medio de una plantación de mangos, “donde damos charlas de educación ambiental a niños de la escuela primaria José Almuiña; tenemos cinco conferencias para impartir en este lugar”.

Aula ecológica bajo las matas de mango, espacio para charlas y conferencias.. FOTOS: Casandra Almira Maqueira

DE LO QUE ES Y SERÁ

De su padre le vino la finca a Raudel, quien tiene tres muchachos, de ellos dos son en común con su esposa, todos vinculados a este negocio familiar. Claramente no era lo que son hoy las 1,4 hectáreas con que cuentan.

El esfuerzo y la dedicación de esta antigua trabajadora del Joven Club de Computación de La Fe, y su cónyuge, quien fungía como veterinario en la actividad ganadera del Municipio, lograron arrancar en septiembre del 2021 con la genial y novedosa idea, fruto de un proyecto asesorado, además, por Ferrer Balart, a partir de su investigación de especialidad en Sistemas de Innovación Agropecuaria Local.

La finca, especializada en frutales, está asociada a la cooperativa de créditos y servicios José Martí, y al día de hoy tiene aprobado un proyecto de desarrollo local, según hizo saber Amnerys, del cual ya se empezó a ejecutar el financiamiento, al tiempo que han pasado a la categoría de mipyme, integrando la microindustria familiar y el agroturismo, con perspectivas de otros proyectos, pues ambos propietarios poseen licencia de trabajo por cuenta propia de alquiler de espacio y alojamiento.

“Iniciamos la comercialización de la excursión/pasadía con la agencia de viajes Cubatur aquí, pero ya abrimos de forma particular –cuenta Anisley– y mantendremos el servicio incluso luego del verano, jueves y sábado de 10:00 a.m. a 3:00 p.m.”.

Ecológico en todos los sentidos, cada parada interpretativa invita a introducirse en lo campestre, en especial cuando se vive en una isla poco citadina. Cosechar el café y otros frutos, amarrar pepinos o habichuelas y pasear a caballo son recuerdos que se guardan de un sitio que opera bajo el principio del turismo accesible, o sea, participan personas con discapacidad visual, física y otras.

Inmenso placer fue formar parte de la ruta turística número 30 en Agua Santa, por donde han transitado desde su inicio hasta agosto del 2023 más de mil personas, de ellas más de 300 repitentes”.

Con una capacidad de 16 a 20 invitados, pueden hacer reservas mediante los contactos 52865300 y 46328748, y disfrutará de una oferta diseñada para el goce de la familia pinera y foránea.

La creciente demanda y el merecido elogio distinguen el servicio de hospitalidad que proporciona particular atención a clientes que cumplen aniversario de vida y de bodas, o rencuentros familiares. Para hablar de Agua Santa no alcanzan las palabras, sobre ella y a ella volveremos porque, como dice su animadora, allí “todos somos naturaleza, de los pies a la cabeza”, pero en especial porque es y seguirá siendo ese lugar que enamora y encanta.

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Isla de la Juventud
Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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