El equipo que representó a la Isla de la Juventud en el torneo nacional cubano de Pequeñas Ligas de Béisbol se despidió del certamen dejando un buen sabor sobre el futuro de la disciplina en el territorio.
Para ellos terminó la competencia con lo que puede calificarse –con mayúscula– de excelente actuación. Lograron un puesto de lujo en el imaginario mundo de los infantes y cayeron luchando con las botas puestas, mostrando credenciales, entrega y pasión.
Los pequeños hicieron historia, dejando una huella de amor con una trascendencia más allá del terreno de juego. La calidad y preparación manifestadas estuvieron a la altura de las exigencias de una justa cuyo sistema de competencia es muy complejo.
Sin duda se vivieron dos jornadas llenas de emoción como parte de una experiencia que se repetirá, para algunos, el próximo año.
Fueron apasionantes encuentros de principio a fin los desarrollados por los pequeños piratas y los leones del Cerro en el estadio infantil Juan Ealo de la Ciudad Deportiva capitalina, bajo la atenta y cómplice mirada de algunos padres enardecidos y una afición que reconoce lo maravilloso de esta liga.

En la doble cartelera sabatina dividieron honores, en el primer choque ganaron los de la Isla tres carreras por dos con un excelente trabajo monticular del pequeño Isaac Daniel Leyva, quien se llevó la victoria, mientras Víctor Márquez cargaba con el revés y el relevista pinero Carlos Ernesto Rodríguez se anotó el salvamento.

A segunda hora la escuadra del Cerro se adjudicó el éxito para emparejar las acciones por amplio marcador de 11 anotaciones por tres, en un desafío en el cual la defensa no fue efectiva, cometiéndose un total de siete pifias, cuatro de ellas por los guantes pineros; Lesnier Govante fue el picher ganador, en tanto Geraldo Rodríguez salió cabizbajo.
Con la serie empatada a una victoria por bando, el domingo en otro peleado encuentro, con protagonismo nuevamente para la mala defensa, los capitalinos se llevaron el triunfo tres por dos, decidiendo en las postrimerías del encuentro con buena conexión –convertida finalmente en triple– que impulsó para el home a los dos corredores que encontró en circulación, a la postre definitivas para la victoria.
El juego lo ganó Noidián Méndez y lo perdió Carlos Ernesto Rodríguez, digno rival. Por los pequeños filibusteros se destacaron en dichos encuentros: Isaac Daniel Leyva que obtuvo el único triunfo, el torpedero Hairold Cuba, el receptor Bryan Isidore Bellot y Carlos Ernesto Rodríguez como la figura más brillante a la ofensiva. El resto del equipo, a pesar de la derrota, también cumplió con la faena, en este caso Ebert García, Jairon Yaniel Muñoz, Geraldo Rodríguez, Javier Montesino, Uver Frank Matos, Jordán Ramón Blanco, Darién Torres, Dreizon Julio Peña, Xánder Manuel Contreras y Marlon Escobar.

Para Diuber Leyva, Elisdel Reyes y Yalieski Diéguez, quienes llevaron las riendas del seleccionado de la Isla, todo el reconocimiento por el rigor con el cual trabajaron, contribuyendo al desarrollo de los bisoños beisbolistas a los que inculcaron disciplina y espíritu deportivo, logrando que el béisbol viva hoy a plenitud en edades pequeñas.
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