
PALABRAS PARA LA SESIÓN SOLEMNE DE LA ASAMBLEA MUNICIPAL DEL PODER CAMAGUEY EN EL 510 ANIVERSARIO DE LA CIUDAD.
Compañeros de la dirección de la Asamblea
Distinguidos invitados.
Queridos delegados.
Camagüeyanos.
Una vez más reunidos de manera solemne en nuestra Plaza de San Juan de Dios lugar íntimamente relacionado a la propia fundación y configuración de la morfología urbana de nuestra ciudad en lo que fue su asentamiento definitivo. Lugar asociado a los acontecimientos más importantes de nuestro devenir histórico con un peso apreciable en la historia también de la nación cubana. En el ambiente del lugar , aún se percibe la última presencia física de Ignacio Agramonte, está el recuerdo de Fidel y sus palabras de esperanza y la convocatoria a los camagüeyanos. Aquí vio la luz la canción devenida en himno para todos nosotros El Mayor, compuesta especialmente para estrenar aquí un 11 de mayo de 1973 por el cantautor Silvio Rodríguez.
Es este lugar el más icónico de nuestro urbanismo y la arquitectura de nuestra ciudad, es este lugar de los más venerables por todos y es este el lugar que fija un compromiso insoslayable por preservar nuestra historia, por preservar precisamente esa huella y legado que hemos recibido de las generaciones que antes que nosotros se encargaron de construir esta bella ciudad y tejer una rica y hermosa historia, llena de patriotismo, hechos y figuras orgullo de nuestra nación.
Siempre que recurro a estas sesiones respondiendo al llamado de la dirección de la Asamblea / lo hago con mucho compromiso, lo hago en representación de las personas que por muchos años han trabajado por nuestra ciudad su historia y cultura. Lo hago además interpretando el sentido de pertenencia y amor de la mayoría de los habitantes del Camaguey, lo hago además en agradecimiento siempre a los que nos conducen a su sensibilidad y apego a pesar de las infinitas dificultades por la que atraviesa la nación.
Hoy se abre un debate nacional sobre todo en el ámbito científico sobre nuestra fecha fundacional y buena parte de la villas patrimoniales cubanas, a partir de ver la luz una importante investigación de la profesora Lourdes Gómez Consuegra relacionada con el tema , asunto que durante años investigaciones anteriores no la ubican el 2 de febrero como de manera tradicional hemos asumido teniendo en cuenta la tradición oral, debo significar que esta costumbre no fue fijada en los últimos años sino que se remonta a mucho tiempo atrás. Sí significar que en las últimas décadas y con el comienzo de la celebración de las semanas de la cultura camagüeyanas adquirió primero matices locales y después ha trascendido al ámbito nacional.
En conmemoraciones como estas entiendo que no es correcto dar valoraciones personales, pero con el permiso de ustedes me saltaré la regla. Asumo que, por supuesto es valedero e imprescindible que la historiografía se abra paso, utilizando la investigación científica como corresponde.
Pero también opino que de las cosas más importantes que han acontecido en torno al llamado suceso fundacional en todo el entramado social, cultural, urbano, arquitectónico en todo este tiempo en el escenario que es la ciudad / es lo que ha sucedido después del 2 de febrero de 1514 o de finales de junio o principios de julio del 1515, fecha asumida en la investigación de la autoría de la doctora Hortensia Pichardo. Escenario que no está marcado solamente por la huella física que indudablemente ha transcendido la frontera de nuestro país, teniendo un valor universal excepcional como consecuencia de la producción humana, siendo digna expresión antropológica de nuestra región histórica. Por ello hoy apreciamos un sin número de edificaciones de alto valor, una trama urbana singular, con un valioso sistema arquitectónico religioso, que deviene además en un interesante entramado de plazas y plazuelas que se vinculan entre sí, dando una lógica al discurso urbano de la ciudad patrimonial y un poco también a sus habitantes durante mucho tiempo.
Escenario que acoge una basta producción cultural, con costumbres peculiares y una manera de hacer de sus ciudadanos que la hace singular .La participación de esta región en el proceso de configuración de la nación y la nacionalidad cubana ha sido muy importante.
En las últimas décadas haber conseguido que los habitantes de esta ciudad miren hacia el 2 de febrero, día de la Candelaria como el día de su cumpleaños y que se reconozcan en la ciudad como sus habitantes dignos y orgullosos, y que esto haya sido motivo y pretexto para hacer por ella y por el bien de la comunidad, de hacer por el bien de la ciudad durante muchos años y a pesar de la circunstancia creo que sería lo más notorio a resaltar, o sea ese reconocimiento de los habitantes de esta antigua villa / ese reconocimiento y ese orgullo que por el terruño que llegue a formar parte de nuestra idiosincrasia dice mucho de los sentimientos de pertenencia y apego por nuestra tierra, el reconocerse partícipe de lo que sucede en nuestra ciudad con su patrimonio es lo más importante, sin demeritar lo que pueda pasar, de hecho sería en mi opinión siempre nuestro cumpleaños el 2 de febrero. Otra arista del asunto es que la semana de la cultura en oportunidad de cada aniversario es una fiesta de todos / pero también de los muchos que entregan su arte, habilidades y talento en una entrega sin igual al pueblo. Camaguey fue pionera en este tipo de celebraciones y esta asamblea en las reverencias que durante muchos años ha venido haciendo con acierto reuniéndose de manera solemne por la ciudad que representa.
Opino que lo acontecido en los últimos tiempos es expresión de unidad entre todos. En torno a una dirección, a un objetivo, un liderazgo en medio de circunstancia complejas que signan la cotidianidad de la vida de cada uno de los camagüeyanos. Se ha sabido distinguir la importancia de poner a buen recaudo nuestras raíces históricas y culturales, porque los procesos de rehabilitación en la ciudad patrimonial no se signan por gustos o inclinaciones cosméticas tiene que ver con alinearse en una postura cívica, en una postura patriótica por preservar lo que somos, lo que hemos sido, el legado que hemos recibido y ese pensamiento se ha sabido comprender, entender y llevar a vías de hecho por la dirección de nuestra provincia y la ciudad .
Por otra parte se ha dado y respetado el papel a cada institución a cada persona por lo que sabe y hace, el respeto a los muchos años de trabajo y yo creo que esa voluntad ha contribuido de manera importante. Por otra parte en buena medida se ha cumplido el principio martiano de que HAGA CADA UNO SU PARTE DEL DEBER Y NADA PODRÁ VENCERNOS, esto nos pone en condiciones de seguir nuevos empeños por lo mucho que queda por trabajar.
Yo creo que lo que ha sucedido también ha contribuido a ir saliendo poco a poco del estupor que ha generado en algunos lo crudeza de las actuales circunstancias económicas y en más de uno también en la falta de confianza. El haber acortado aunque en un muy pequeño tramo lo que nos queda demuestra que se puede, priorizando, trabajando con profesionalidad y sobre todo entre todos. El 510 como los aniversarios anteriores no han sido metas sino propósitos intermedios para avanzar en todos los ámbitos de la vida.
Lo hecho contribuye al desarrollo económico de la ciudad pues la pone en mejores condiciones para seguir apostando por poner en valor sus atributos culturales, las cualidades de las personas que aquí viven, mostrarse tal cuál somos, mostrar ese largo camino recorrido. El esfuerzo nos debe conducir en perspectivas de desarrollo, poner en valor los valores históricos y culturales de nuestra ciudad en función de la prosperidad de todos, es un propósito a alcanzar. El asunto no es atributo de una institución ni siquiera de un ministerio apostar por el desarrollo turístico, amigable con el patrimonio, respetuoso con el patrimonio, daría una perspectiva de desarrollo importante a nuestra ciudad que dejaría de ser un mero destino de paso para convertirse en un destino importante de visita tanto para las personas que de otros lugares del mundo y para nuestros coterráneos.
Un detalle no menos importante / hablo de la responsabilidad y del compromiso institucional y ciudadano de preservar ese legado material e intangible que atesora nuestro territorio y sus gentes. Fomentar correctos hábitos de educación ciudadana, de educación cívica que han caracterizado esta región histórica de Camagüey por muchos años. El ámbito físico que es hoy nuestra casa no hubiese sido posible sin una sociedad culta preparada que siempre ha apreciado la cultura que siempre ha apreciado las artes que ha apreciado las ciencias que se precia de orgullosa sin sentido peyorativo, orgullosa del lugar donde vive y entonces resulta transcendente el papel de la familia el papel de la escuela el papel de la institución toda, es imprescindible el rol de aquellas instituciones y personas encargadas de que se cumplan esas doctrinas que nos vienen en venas por lo que hemos sido que se cumpla la ley, que se cuide la convivencia, que se cuide el lenguaje, que se cuide el gusto estético y todo lo que se haga por afectarlo se combata. El destino de la nación, su prestigio también se afectan cuando asuntos como este no reciben el tratamiento adecuado.
Esto resultaría imprescindible para redondear ese sistema de relaciones que tiene nuestra ciudad entre las personas entre las instituciones los ciudadanos la manera de hacer eso sería el mejor regalo para los 520, los 530, los 600, los 1000 años de vida de esta añorada urbe. Debemos cuidar seguir siendo gentiles, solidarios, respetuosos, educados con buen comportamiento en los espacios públicos con respeto hacia los demás.
En varias oportunidades que no fueron pocas, el entrañable y ausente por desdicha historiador de la Habana Eusebio Leal, nos visitaba en cada aniversario, disfrutó cada visita como nosotros lo hacíamos con su presencia, sin protocolos hablando con las personas que se encontraba a su paso, recibiendo el cariño de todos como si estuviera en su amada Habana. Visitó esta plaza varias veces y le habló a esta Asamblea en este mismo lugar. Aprovechó múltiples tribunas para hacerlo. Quisiera proponerles que me permitieran terminar con las palabras que pronunció en el año 2019, en su última intervención pública en Camaguey, pues su salud no le permitió seguir asistiendo y cito. En la plaza de San Juan de Dios donde todavía pesa el enorme misterio de haber expuesto allí el cuerpo de Agramonte antes de ser incinerado es quizás el testigo, el testigo idóneo de la voluntad del pueblo de la antigua ciudad de Puerto Príncipe, un pueblo que pasó la miseria, el expolio, la persecución, el escarnio contra las mujeres, contra aquellas heroínas, contra aquellos padres ancianos, sin embargo Camaguey se levantó y es símbolo de la nación cubana y mientras vivamos los cubanos levantaremos siempre la mirada hacia nuestros padres fundadores y entre ellos con una estrella en la frente, con su pelo a la moda, con su gallardo estilo, con su voz de letrado y con su machete de soldado, Agramonte.
Muchas gracias.
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