La línea que no cruzará jamás la honradez

Amigos, esta salsa la estamos elaborando en nuestra minindustria, tiene un valor de 100 pesos ajustada a ficha de costo, pero hay personas que se están dedicando a comprar y revender a 180 pesos, aprovechándose de las necesidades existentes.
Por favor, si se agotan en los puntos de venta pueden venir a la finca La Reina, no les hagamos el juego a los revendedores aprovechados y si ven ese precio alterado les agradecería que me llamen al 53005438.

 

 

Como era de esperar varios internautas concordaron en lo acertado de la pública acusación; uno de los primeros eslabones en el camino a ponerle el cascabel a tan majadero “gato” que, desde la agudización del complejo escenario económico y alimentario dejado por la pandemia de covid 19, no tiene en sus planes inmediatos –ni a mediano o largo plazos– dar tregua a los más humildes, a los de a pie.

La denuncia citada aquí fue publicada en días recientes en el perfil de Facebook de un destacado productor de la Isla de la Juventud. Si vive cerca de su zona de residencia, conoce a algún familiar, es su amigo en la referida red social o se ha beneficiado de la venta directa de los productos de este hombre de bien, sabrá que se trata de Osmar Garcés Velázquez.

Las palabras de Garcés, como le llaman, generaron una cifra superior al medio centenar de comentarios, entre ellos los de Rosi Almaguer y Yusmiriela Tamayo, quienes reafirmaron que ciertamente la están vendiendo a 180 pesos.

Pudiera parecer un caso aislado, y lo es si en términos de poner en alerta a los clientes se trata, pues rara vez encontramos a alguien haciendo una denuncia de este tipo, por el contrario, abundan más las críticas y lamentaciones fruto de los exorbitantes costos que imponen los revendedores, quienes lucran a costa tanto de quien de sol a sol cultiva la tierra como de aquellos que necesitan de ofertas esenciales para el hogar.

Asimismo, Yareldys Flores expresó que es “válida la aclaración para los descarados que no se cansan de seguir explotando al pueblo, gracias amigo”.

“Esa es la actitud, si todos los productores tuvieran la valentía de denunciar estas ilegalidades las cosas estuvieran mejor”, destacó Osmany Chacón.

Y es que realmente se requiere en estos tiempos de tener –en buen cubano– los pantalones bien puestos para hacer frente y dar la cara ante semejante desfachatez de los infractores, personajes que pululan en las calles y redes sociales camuflados de buenos samaritanos para esconder su verdadero rostro, el del oportunismo, máxime en esta Cuba marcada por una crisis que alimenta la carestía de productos, entre ellos los de origen agrícola, y en consecuencia, la muy difícil de atajar inflación.

Pero Garcés no es hombre de detenerse. Este admirable productor pinero no solo destaca por su importante labor en el campo, sino también por hacer valer las oportunidades que el Gobierno ha establecido para que lleguen de manera directa los boniatos, yuca, así como encurtidos y otros derivados elaborados en su minindustria Q’ Rico, al pueblo, como ha ocurrido en comunidades como Juan Delio Chacón y Sierra Caballos, e incluso en las distintas ferias agropecuarias del territorio.

Hoy no solo alertamos ante la impunidad de quienes acceden a productos en establecimientos estatales, ferias… y acto seguido proceden a la ilícita reventa; sino que destacamos y apoyamos la impecable actitud de Osmar y su familia, un importante apoyo en su labor que realiza de corazón, pensando siempre en el pueblo, pues demuestra, además de su valía, esa tentadora línea que no cruzará jamás la honradez.

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Isla de la Juventud Opinión
Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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