
El tres de noviembre de 1923 fue inaugurada la Universidad Popular José Martí (UPJM), organizada y dirigida por el líder antimperialista Julio Antonio Mella, con el propósito de propiciar la educación de los sectores más populares y al mismo tiempo contribuir a estrechar las alianzas entre obreros, estudiantes y la intelectualidad, a favor de la cultura del pueblo.
Fue una idea amasada al calor de los debates del primer Congreso Nacional de Estudiantes, celebrado del 14 al 26 de octubre de ese mismo año, organizado a instancia y bajo la conducción de Mella, evento que se caracterizó por la agitación universitaria frente a los desmanes de la tiranía de turno.
Uno de los principales acuerdos resultó que los estudiantes estaban en el deber de divulgar sus conocimientos en la sociedad, principalmente entre el proletariado manual, para acercarlo más al proletariado intelectual y a los propios estudiantes.
En cumplimiento de dicho acuerdo el tres de noviembre de 1923, quedó fundada la UPJM en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, cuyas clases estuvieron dirigidas a elevar el nivel cultural y político ideológico del proletariado y a despertar su conciencia clasista sobre la base de la defensa de los principios de justicia social que interesaban a todos, bajo el interés esencial de lograr la unión de los obreros con los estudiantes e intelectuales.
En sus aulas se impartió literatura, gramática, matemáticas y otras disciplinas académicas, pero también se explicaba a los obreros los fundamentos del sistema de explotación a que estaban sometidos, ejemplificando especialmente con los trabajadores azucareros, sector mayoritario en el país.
Con el fin de garantizar las clases, estudiantes e importantes personalidades colaboraron en calidad de profesores: Rubén Martínez Villena, Juan Marinello, Sarah Pascual, Gustavo Aldereguía, Alfonso Bernal del Riesgo y José Zacarías Tallet, entre otros.
En las clases aplicaban el método dialéctico materialista, y en sus normativas prevaleció el reconocimiento al anti dogmatismo, al método científico – pedagógico y a la justicia social, además de formar en el proletariado una mentalidad culta, nueva y revolucionaria.

El 15 de diciembre de 1923 se abrieron las puertas de este proyecto para los humildes. Condenada y perseguida, sobre todo a partir del gobierno machadista, la UPJM se vio obligada a mover constantemente su sede, desde la propia Universidad hasta diferentes locales sindicales, entre estos, la Federación de Torcedores de La Habana, la Federación Obrera de Bahía, la Hermandad Ferroviaria y otros locales en San Antonio de los Baños, Regla, Guanabacoa y Marianao.
Sus aulas se expandieron al resto de las provincias del país a pesar de la represión y las enormes dificultades para la comunicación propias de la época.
La importancia que Mella concedió a la UPJM tuvo expresión especial cuando en enero de 1926 tuvo que partir de forma clandestina hacia México. En esa ocasión encargó a Villena su dirección, quien de inmediato asumió la nueva tarea.
Rubén rápido se convirtió en el principal conductor de los cursos regulares y en eficaz organizador de las actividades colaterales de la singular universidad. Junto a esa labor, asumió las asignaturas: Legislación Obrera y Antiimperialismo, las cuales Mella había ofrecido hasta su encarcelamiento.
También contribuyó a que los estudiantes comprendieran mejor los problemas de ese sector, sus necesidades y las vías para la solución de sus exigencias. Todo ello fue posible por el prestigio intelectual, el talento político y la sensibilidad revolucionaria que caracterizaban a Villena. Al propio tiempo, la Universidad Popular también le facilitó el proseguir la tradición magisterial de su familia, esta vez en el ámbito obrero, sector al cual Rubén entregó su vida.
La UPJM fue una escuela para los trabajadores, un centro de formación de revolucionarios e identificó a los profesores y estudiantes con los intereses de los alumnos, afianzando sus conductas patrióticas.
Esta universidad pudo mantener sus actividades hasta 1927, en franco desafío a las persecuciones y a la represión del régimen de Gerardo Machado. En el mes de julio de ese año, el régimen inició la causa no. 1428 por delito de rebelión, y popularizada como causa del comunismo, dirigida contra el claustro, en una parte del sumario de dicha causa, se establece que:
(…) desde el mes de abril de 1926, con el objeto de transformar el régimen republicano actual y sustituirlo por el del Partido Comunista, se ha venido haciendo propaganda en comités, conferencias, periódicos, revistas, folletos, hojas sueltas y actuación personal y colectiva, para introducir, como lo han verificado, esas ideas en el Ejército, la Marina, los obreros y los campesinos.
(…) habiéndose establecido en distintos lugares, centros de reuniones que se titulan: Universidad Popular “José Martí” y que su fin no es otro que continuar por ese medio y en esos lugres la propaganda revolucionaria con el objeto de conseguir adeptos y en momento determinado producir una revolución armada para el logro de sus propósitos.
Como resultado de la misma, el 12 de julio de 1927 fue clausurada la UPJM y junto a ella, su órgano difusor, la revista América Libre.
Al enterarse, Mella escribió desde su exilo en México: “Las aulas se han cerrado pero las páginas de los libros se abren…. La Universidad Popular José Martí vive. Muchos han caído. Muchos más caerán. Pero todavía no se ha matado una sola idea un solo principio.
Fue clausurada pero esa acción inscribió en la conciencia de los cubanos la necesidad de reabrirla alguna vez. Ellos sabían que la educación de las masas solo podía propiciarla el socialismo, al tiempo que solo ella colocaría a la sociedad en condiciones de conquistarlo y defenderlo.
A 100 años de la fundación de la UPJM los cubanos rendimos homenaje a los precursores de su avance, con sólidas realizaciones en las expresiones de la educación y la cultura.