
Desde hace poco más de dos semanas disfruta la población del consejo popular Sierra Caballos de la venta liberada, pero regulada, del pan de corteza dura a 70 pesos la unidad, excelente producto de alta demanda por los consumidores.

El referido surtido que ahora expenden las panaderías del territorio, pertenecientes a la Empresa Alimentaria, se elabora a partir del equipamiento y la capacidad productiva de los respectivos establecimientos.
Gennys Lázaro Acosta Morales, técnico de Control y Calidad en la panadería El Palmar, comentó que en esta “se pueden hacer hasta 160 panes diarios, y su venta es regulada mediante la libreta de abastecimiento, para llegar a la mayor cantidad de población y que los revendedores no tengan oportunidad”.
Sin olvidar que el objeto social de las panaderías es garantizar, a la vez que priorizar, el pan de la canasta familiar normada, han sido realizadas gestiones que aprovechan el encadenamiento productivo para satisfacer una de las permanentes necesidades de los pineros.
“La harina con la cual estamos trabajando –explicó Acosta Morales– fue adquirida en una mipyme a 300 pesos el kilogramo, y nos da una cobertura hasta la primera quincena de octubre; si aprovechamos ese encadenamiento, a partir de las ganancias adquiridas con las ventas, debemos mantener este ritmo en lo adelante”.
Criterios favorables amparan la nueva producción para beneplácito del pueblo, sin embargo, la calidad siempre transita por esa fina línea que marca la experiencia de los obreros, la calidad de la materia prima y la tecnología –en este caso china y de menos capacidad que otras en el territorio–; “incluso puede verse afectada por el abasto de agua o el fluido eléctrico, como ha ocurrido en jornadas pasadas”, recalcó Gennys Lázaro.
No obstante, El Palmar despunta con ansias de hacer más y mejor, ponen empeño allí para ofertar un producto de excelencia y cubrir una demanda también marcada por la inconformidad de unos, pero por el agradecimiento de otros.
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