
Foto: Cortesía de la compañía
El baile flamenco es como un tigre enjaulado: un animal inquieto, acechante que no deja de moverse dentro de la jaula. Sus movimientos son precisos, fuertes y contenidos. Así es este baile, una fuerza contenida dentro del bailaor/a que explota en el escenario de un tablao”, así define el italiano Roberto Fratini Serafide, dramaturgo y teórico de la danza, al género que la compañía Raíces de España defiende a fuerza de talento, corazón y actitud.
A 30 años de creada la única agrupación de las Artes Escénicas con esa categoría en la Isla de la Juventud, continúa distinguiendo por el alto nivel estético y calidad escénica.
La danza española en Cuba no entra en el perfil de las escuelas de la manifestación y en el Municipio se ha convertido en un referente, casi desde el primer instante en que su fundadora la exbailarina y profesora de danzas españolas Elena Pestana Sáenz, en 1992 tuviera la idea de formar el elenco y fuera apoyada por Orestes Flores Espinosa, entonces presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, y Rafael Cordero, quien dirigía la Empresa de Comercio y Gastronomía por esa época.
Raíces… es persistencia y perfeccionamiento; atrapa y enamora, de ahí que cada generación que la ha integrado permanece años en ella y es fruto del taller Gotas de rocío, su vital cantera.

Foto: Yoandris Delgado
TRES DÉCADAS SOBRE EL TABLAO
Arelys Ketty Bravo García, con una vasta experiencia en el flamenco y la docencia, es su actual directora y coreógrafa, además, funge como profesora de la escuela elemental de arte Leonardo Luberta Noy. Por décadas fue bailaora y coreógrafa; ahora mira atrás y le parece mentira que haya transcurrido tanto tiempo.
“Es increíble, ya llegamos a los 30. En la actualidad tenemos cuatro muchachas y un varón como integrantes y para nosotros también resulta significativo nuestro taller porque de este nos nutrimos. En enero haremos otra convocatoria para volverlo a abrir”.
Recientemente fueron sometidos a un proceso evaluativo en el cual, una vez más, probaron el dominio de la técnica y talento al alcanzar dos la categoría de primeros bailarines y otros dos el tercer nivel.
Ketty adelantó acerca del quehacer de su tropa: “A Raíces, junto a varias personalidades y al telecentro Islavisión, se dedica la Jornada de la Cultura Pinera 2022 por lo cual participaremos en diversas actividades.
“No paramos de entrenar y bailar y continuamos dentro de la línea del repertorio, trabajando clásicos y algo más contemporáneo con nuestra agrupación musical que creció gracias a la inclusión de otros instrumentistas y una cantante”.

Foto: Yoandris Delgado
MARISOL, TODA UNA INSTITUCIÓN
Seis lustros celebra la Compañía e igual tiempo de carrera profesional Marisol Medina Almoza, quien la tuvo bajo su égida desde el 2000 hasta inicios de este 2022, que asume como directora municipal del sector de la Cultura.
Primero bailaora, luego su directora y coreógrafa, ha dedicado la mayor parte de su vida a mantener la presencia del género en el territorio, desde la disciplina, la creación a otro nivel y la entrega.
“Raíces es muy activa. Tiene un estilo personal y no lo inventamos, en la medida en que hemos sido visitados, evaluados y revisados por maestros de las comisiones nacionales de evaluaciones, se declaró que hacemos un flamenco estilizado; esto quiere decir que no lo bailamos de forma pura, sino más refinada y ese es el estilo que cultivamos y que se consolida desde el 2003, cuando estábamos en pleno auge y alcanzamos la categoría de compañía”.
Con más de 20 repertorios, probada calidad, profesionalidad y participación en importantes eventos nacionales, entre ellos el prestigioso Festival La Huella de España, aún la agrupación no posee una sede propia donde ensayar, preparar a su cantera y presentar espectáculos con sistematicidad para mostrar al público las raíces españolas presentes en la cultura cubana.

Foto: Cortesía de la compañía
BAILAORES CON APEGO AL FLAMENCO
Entre los rostros del grupo, dos distinguen por la efusión arrasadora que ponen a cada interpretación: los de Siuling Garriga Santana y Osmani del Prado Pérez, la única figura masculina. Entraron bien jovencitos y ya sobrepasan los 30, dedicados en cuerpo y alma al género musical.
Ambos alcanzaron la categoría de primer bailarín; Siuling, por su figura parece casi una niña, actúa con desenfado y con frecuencia muestra una linda sonrisa; Osmani, en cambio, dice tener miedo escénico y apenas puede sacársele palabra en una entrevista.
A la linda chinita lo de bailar y el arte le corren por las venas: “Mi madre siempre quiso ser bailarina, no pudo serlo, pero aquí estoy yo para cumplir su sueño. Me siento muy orgullosa y feliz de lo que he logrado hasta hoy con mucho sacrificio y gracias a mis profesoras Marisol, Ketty y otros.
“Desde el círculo infantil y la primaria participaba en todas las actividades. Estudié en la escuela elemental de arte; me gustaba mucho montar y crear coreografías. Amo la danza en toda su dimensión, pero más al flamenco. La pasión con que lo hago, no es la misma que cuando intervengo en otros géneros. Es algo mágico que fluye en mí, cuando bailo, lo doy todo.
“Digo que han sido años difíciles, porque gracias a Dios soy mamá de dos niñas y aunque no es una barrera se dificulta un tanto; se trata de no parar, hacer ejercicios y día a día cumplir con la labor de madre y la profesión”.
Osmani, quien desde los 15 años es bailaor, dice estar contento por la categoría adquirida.
“Montamos para la evaluación un clásico, un contemporáneo y un flamenco. Nos fue muy bien. Ahora lo que toca es seguir superándome”.
Nuevos repertorios están por venir para el venidero 2023. Ketty y sus muchachos al calor del aniversario 30, buscan, desde la estética de la Compañía crear propuestas, que como todas las anteriores, le arranquen al espectador las palmas salidas de la exaltación que despiertan en el corazón con cada coreografía. Sí, continúa el jaleo, Raíces de España hace suyo el tablao.