
Bien saben los pineros de la tristeza y desesperanza que dejan a su paso los ciclones y huracanes que tienen casi siempre en el punto de mira a esta, su islita; mas también conocen del poder sanador del arte y del amor que habita en el talento, ese que se adueña de corazones y mentes haciendo olvidar los malos ratos vividos y convirtiendo cada sonrisa provocada en una nueva esperanza.
Como tantas veces atrás, así volvió a pasar en días recientes, al desastre y la desolación le siguieron los aires frescos de bonanza de la recuperación, donde también la Cultura fue protagonista.
“La respuesta de nuestros artistas siempre es la misma, en cuanto pasa cualquier evento meteorológico manifiestan la voluntad de ir a los lugares a llevarles a las personas un poquito de alegría y elevar su espiritualidad a través del buen arte porque está comprobado que estimula. Estamos satisfechos con el proceder desde la sensibilidad innata de los creadores, esta vez no podía ser diferente”, dijo en entrevista Marisol Medina Almoza, directora de Cultura en el territorio.
Agrupado en tres brigadas artísticas el talento profesional y aficionado del Sistema Municipal de Casas de Cultura y el Consejo Municipal de las Arte Escénicas llegó hasta comunidades distantes afectadas por los vientos huracanados de Ian como La Reforma, Ciro Redondo, Julio Antonio Mella, Los Mangos, La Victoria y Cocodrilo.
Payasos, bailarines, trovadores, artistas de la plástica, entre otros, hicieron las delicias en cada uno de estos sitios, donde a través de juegos y demás divertimentos compartieron con pequeños y grandes dándoles la certeza de que no están solos en el proceso de recuperación, pues la cultura también salva y sana.


