
Con la promesa de regresar partieron hacia Santiago de Cuba y otras provincias, luego de dejar una estela de alegría en el corazón de pineras y pineros. Las funciones concebidas no fueron suficientes y se agregó una más y aún quedaron familias enteras que no pudieron disfrutar de la magia del arte circense.
Siempre que el Circo Nacional de Cuba visita la Isla de la Juventud las personas quedan felices y también ávidas de otro reencuentro.
La brigada artística esta vez la conformaron los payasos Cariña y Cariño, una maga, acróbatas y una joven come candela, quien además protagoniza un número en zancos. Bajo el nombre Del Circo soy, el espectáculo presentado a tope de capacidad en Nueva Gerona y La Fe distinguió por la complejidad y calidad de las presentaciones que dejaron a más de uno de los asistentes boquiabiertos y con las emociones a flor de piel.
Para los pequeños de casa las funciones resultaron una gran fiesta con juegos de participación y otras acciones de la mano de los graciosísimos payasitos, quienes ya habían tenido contacto con el público pinero.
“Estamos súper contentos porque nos hayan vuelto a invitar y que confiaran en nuestro talento y la disposición porque nos gusta lo que hacemos. Estar de vueltas es una satisfacción”, declaró Ernesto Pérez Quevedo (Cariño).
Cada función fue de lujo y un regalo de verano que el pueblo agradeció con risas y aplausos.



