
El Día del Combatiente Internacionalista Cubano fue celebrado este 27 de mayo con matutinos en escuelas, ofrendas florales hasta el panteón de los caídos por la defensa (en el cementerio de Nueva Gerona) y otras actividades que contaron con la presencia de quienes cumplieron misiones solidarias en otros países.
En barrios y comunidades también evocaron esa fecha que fue destacada por los integrantes de la Organización de Pioneros José Martí y de otras organizaciones estudiantiles y juveniles, y significaron el orgullo por el ejemplo de esos luchadores de varias generaciones que contribuyeron a la liberación de pueblos de África y otras regiones.
Con los ojos humedecidos por la emoción hablaron algunos de ellos, como Marciano Lobaina Gaínza, de la epopeya de Angola y hoy presidente de la organización de base 6-5 de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), y Eliades Hernández Leyva, quien contribuyó a la soberanía de Nicaragua.
Anécdotas frente a peligros y riesgos de todo tipo compartieron con escolares de la barriada Sierra Caballos, en intercambios que de igual manera realizaron esos hombres y mujeres en sus comunidades, donde dedicaron los primeros minutos a los cubanos caídos, entre ellos más de 20 pineros en suelo africano.
En la recordación este viernes estaban presentes familiares de quienes ofrendaron la vida y fueron homenajeados los que marcharon a Angola y otras tierras a cumplir el deber solidario con los pueblos en lucha heroica contra los agresores.
Este Día del Combatiente Internacionalista Cubano coincidió con el aniversario 31 del fin de la Operación Carlota protagonizada por Cuba en favor de la independencia de Angola durante más de 15 años, y acerca de cuya hazaña se refirieron esos luchadores.
Recordaron el histórico momento en que la máxima dirección de la Revolución daba la bienvenida oficial a los últimos 500 combatientes internacionalistas procedentes de esa nación en 1991 y lo expresado al pueblo y a Fidel por el entonces Ministro de las Far, General de Ejército Raúl Castro, cuando daba por concluida la Operación Carlota.
Con orgullo rememoraron los triunfos de Cuito Cuanavale, Quifangondo, Cabinda, Ebo y la heroicidad mostrada en Sumbe y Cangamba, que labraron camino para que el 22 de diciembre de 1988 Cuba, Angola y Sudáfrica firmaran el acuerdo que cambió la historia y estableció la seguridad de Angola y la paz en la región.
Esa victoria garantizaba también la independencia de Namibia y contribuyó a la excarcelación del líder sudafricano Nelson Mandela, quien le atribuyó otra significación: la de convertirse en punto de giro para la completa liberación del continente, incluida la derrota del Apartheid.