Una cadena por mejorar

Trabajar por y para el pueblo con calidad. Foto: Archivo

Como piezas de una cadena que hará girar la rueda del desarrollo y la alimentación en el territorio se entrelazan los diferentes servicios y la producción de alimentos en la Isla de la Juventud; mas aún los eslabones fundamentales no encuentran el hermanamiento requerido.

Si bien desde el 2020 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao), alertó acerca de la crisis alimentaria inminente a la cual se encontraba expuesto el mundo, no han sido suficientes los esfuerzos –en medio, además, de un reordenamiento monetario– para impedir el saldo en el plato de los pineros.

Tablillas escasas de ofertas en cafeterías, mercados, placitas y otros puntos de venta o establecimientos del comercio y la gastronomía, abasto insuficiente o elevados precios poco correspondientes con los atributos del producto muestran la evidente necesidad de producir –con eficiencia y calidad– en tierra, mar e industrias, lejos de exhibir meras justificaciones ante un asunto que peina canas.

El reciente intercambio realizado por la máxima dirección del Partido Comunista de Cuba en el territorio con la militancia de la industria alimentaria, como los realizados con otros sectores, arrojaron y pusieron sobre la mesa los principales problemas que les afectan e impiden el avance, así como el deseo de atreverse a hacer más en ese sentido.

Asimismo, el debate generó criterios certeros acerca de los esfuerzos que han de multiplicarse para revertir la escasez, no solo de ofertas de alimentos, sino también de iniciativas que promuevan y concreten estrategias y planes más ambiciosos y cumplibles que logren el impacto tan ansiado en la mesa de cada casa.

Pero ante tamaña tarea urge eliminar trabas y crear accesos, desterrar el desánimo y darle más vida y propósito a un sector clave en la alimentación de una población que aumenta sus exigencias.

Al encadenamiento productivo –al que llaman hace ya algún tiempo las máximas autoridades del país– hay que darle un buen empujón, sin embargo basta de limitarnos nosotros mismos y acomodarnos de forma pasiva con pequeños resultados que no satisfacen las demandas actuales.

Un pedacito para cultivar –quienes lo pueden tener– ha mitigado las necesidades de algunos, pero no es suficiente; mientras, la agricultura hace lo suyo, se dinamiza y la nueva Política de Comercialización fortalece eslabones de una cadena que busca evitar intermediarios, que los productos den menos vueltas y lleguen más baratos al cliente.

El desvío de recursos permanece en la mira y seguimos observando cómo el particular sí tiene lo que el estatal no oferta, en un panorama donde los peces no caen del cielo ni el vino sale de entre las piedras; y asuntos a resolver los achacamos a las no menos ciertas dificultades que impone el recrudecido bloqueo económico del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba

Constituye este, al final, el plato de todos: la alimentación. Diversos son los determinantes para que salga a flote la industria alimentaria, por citar alguno, la agricultura; lo que no cabe duda es que garantizar la comida de cada día es el último eslabón de una cadena que: ¿cuesta tanto trabajo mantener eslabonada y fluida?

Otros artículos del autor:

    None Found

Isla de la Juventud Opinión
Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *