¿Quién dice que no funciona, vamos a hacer una prueba?, minutos después ya en la unidad empresarial de base El Abra –Vanguardia Nacional del Sindicato de los Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios– se había efectuado el pago mediante la aplicación Transfermóvil.
Para muchos una cómoda y valiosa posibilidad, al igual que con el código QR, que según la directora de la Empresa Municipal de Comercio, Yarisleydi Rodríguez Rives, en el ciento por ciento de las unidades del sector se encuentra disponible.
Este es uno de los discretos avances, no con pocos tropiezos, que muestra la entidad en el camino del perfeccionamiento, el cual incluye acciones encaminadas a fortalecer el funcionamiento de las entidades, el saneamiento financiero, el reordenamiento de la gastronomía estatal, la modernización de la venta de mercancías, entre otras de carácter estructural y control.
Otros serían los centros que ya pasaron al nuevo modelo de gestión; sin embargo, hay atrasos y no todos muestran resultados alentadores, entonces cabe preguntarse cuáles son los ingredientes que consume el complejo El Abra, al cual se sumó El Río, para en medio de desabastecimientos y limitaciones con los recursos ser referencia en la gastronomía pinera.
Hasta la fecha hay 22 establecimientos categorizados, restan unos 37, se potencia el servicio de las Casas Comisionistas, de las cuales existen siete (los cinco Mercados Artesanales Industriales, la tienda de Micro 70 y la bodega Las Kabilias), la recuperación parcial de 13 bodegas e implementación del Manual de Identidad en seis.
No obstante, el perfeccionamiento muestra más sombras que luces a pesar dela implementación de las medidas aprobadas en el ramo en pos de ganar en autonomía, tal es el caso de la Resolución 99/2019 vigente del Ministerio de Comercio Interior (Mincin).
Mediante esta las administraciones pueden seleccionar el número de trabajadores con los que desean conformar su colectivo, además de adquirir una serie de productos a personas naturales y/o jurídicas para diversificar y mejorar sus ofertas; a partir de ahí elaborar sus fichas técnicas y los precios de venta. Ello genera utilidades y favorece el salario, mas, incluso con sus bondades, todavía no es explotada al máximo.
Y, precisamente por la lentitud en el proceso se encuentra en la Isla desde hace varias semanas un equipo del Mincin orientando, eliminando trabas y cuanto obstaculice una superior gestión.
La ministra del ramo, Betsy Díaz Velázquez, confirmó la lentitud del perfeccionamiento en el territorio y la necesidad de transformar las maneras de hacer y pensar, en aras de la eficiencia y la calidad.
Todo es posible si se cuenta con personal bien preparado, conocedor de su gestión; de ahí la importancia de la capacitación y el vínculo con especialistas de la industria, sobre todo para las elaboraciones; ello posibilitará la comunicación efectiva, productos mejor procesados, buen trato y prestación eficiente en cada centro.
El perfeccionamiento en el Comercio no es cosa de ‘coser y cantar’, como dice el refrán; sin embargo, con el completamiento de los cuadros, exigencia, preparación, motivación… se puede progresar en el encadenamiento con actores de la economía, la implementación de modalidades con más y mejores ofertas, modernización de las ventas minoristas, recuperación de los establecimientos…, lo cual redunda en mayor satisfacción de los clientes.