Pensar en familia desde La Demajagua

Ilustración: Internet

Claudia es mayor de edad y no desea irse del país con sus padres, quienes se fueron de forma ilegal para Estados Unidos cuando apenas tenía siete meses de nacida. Desde entonces ha vivido con sus abuelos y es al lado de estos donde quiere permanecer.

Lorenzo, tío abuelo de su madre, y Rolando, pareja de este, viven juntos hace más de 30 años. Ellos jamás imaginaron tener hijos, pero la vida los sorprendió con una nieta a la que supieron educar e inculcarle los mejores valores para convivir en sociedad.

Ambos longevos de 70 y 75 años constituyen un ejemplo de padres. Velar por la salud y el bienestar de los menores deja atrás cualquier prejuicio y reconoce ante todo el valor y amplio espectro de la familia cubana, así como aparece en el proyecto del Código de las Familias.

Esta y otras historias hicieron reflexionar a muchos en una de las 36 consultas populares previstas en el poblado La Demajagua. A las 7:00 de la noche niños, jóvenes y adultos mayores se reunieron en las afueras del círculo infantil Alegres mineritos para llevar a cabo la esperada cita.

La igualdad y el reconocimiento de la diversidad de las familias cubanas; las relaciones parentales; la protección a los adultos mayores y personas en situación de discapacidad; así como la violencia familiar, gestación solidaria, son temáticas que han generado gran polémica en la comunidad.

A no pocos les preocupa el matrimonio igualitario y ese solo es un capítulo del nuevo proyecto del Código de las Familias. Como dijera el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, se está preparando al país en el tema de las familias en general y eso va más allá del matrimonio homosexual.

Para Sara Portuondo Rodríguez, profesora jubilada de la asignatura Ruso-Inglés, las cuestiones planteadas en el proyecto constitucional no son nuevas. “Situaciones como las referidas en este ocurren desde hace tiempo, solo se están haciendo más visibles y llevando a un plano comunicacional. No se trata de estar de acuerdo o en contra, es respetar y velar porque cada oportunidad brindada aquí se mantenga dentro del marco del orden y la moral, sin perjudicar a nadie”.

A diferencia de otras reuniones, los asistentes de la zona cederista 154 de La Demajagua no se opusieron a ningún acápite del documento legislativo y decidieron como acuerdo final respetar las opiniones surgidas en la consulta popular, así como reflexionar acerca de la necesidad, importancia y ventajas del nuevo proyecto.

“El hecho de no entender el significado de cada término empleado en la norma puede traer consigo disímiles problemáticas, por eso se recomienda acercarse a las autoridades encargadas de dirigir esos encuentros. Este no es un código penal, sino un documento para entender la realidad social y preparar a nuestros hijos para formar las familias futuras”, concluyó Jesús Nápoles Pierre, director de la Empresa Municipal de Servicios Legales, quien ha dirigido cada una de las consultas efectuadas.

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