
Este primero de septiembre fue diferente, no precisamente comienza un nuevo curso escolar sino se le da continuidad al período lectivo 2019-2020 luego de haber sido interrumpido durante casi cinco meses debido a ese coronavirus que tiene el mundo revuelto.
También lo fue porque los estudiantes y maestros llegaron a sus planteles educacionales con el nasobuco y cumpliendo otras medidas higiénicas sanitarias con vista a evitar un rebrote de la pandemia en este territorio, el cual lleva más de 120 días sin reportar nuevos casos positivos.

Pero ello no impidió que retornara la alegría a las aulas, como tampoco ese bullicio peculiar del primer día de clases, los cuentos a la hora del receso y la sonrisa, esta vez escondida debajo del cubreboca; así como los abrazos y estrechones de manos luego de tantos meses de ausencia.
Pues sí, aunque diferente, la mañana de este primero de septiembre estuvo cargada de emociones; también se vistió con la diversidad de colores de los uniformes escolares, de saberes y esperanzas.





