La Salud Pública cerró el pasado año con un balance positivo en el cumplimiento de los objetivos a pesar de las serias limitaciones con algunos combustibles y otros recursos como consecuencia del cerco económico recrudecido por el imperio estadounidense, lo cual obligó a los 3 973 trabajadores del sector a redoblar esfuerzos e iniciativas en aras de un servicio de calidad dentro y fuera de nuestras fronteras.
- Destacables resultaron la más baja tasa de mortalidad infantil en el país por segundo año consecutivo y cero muertes maternas en 17 años.
- El Programa de Atención al Paciente Diabético, aunque sumó en el período más de 300 nuevos casos para un total cercano a los 5900, logró brindar una atención integral y personalizada y sobrecumplió en la aplicación del Heberprot P a los aquejados de úlceras, lo cual redundó en menos amputaciones asociadas a la enfermedad.
- Garantizar la estabilidad epidemiológica tras unos meses donde los altos índices de focalidad fueron una constante, estuvo entre las prioridades y por ello se desarrolló un intensivo en los últimos cuatro meses con eficientes resultados.
- También se remozaron consultorios y farmacias, mientras el campo científico estuvo a la vanguardia con la presentación de cuatro investigaciones al concurso Premio Anual de Salud.
- A pesar de la crisis de combustible se mantuvieron funcionando todas las unidades asistenciales y fue garantizada la disponibilidad técnica de las ambulancias.
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