Una peregrinación protagonizada por estudiantes, representantes de diferentes sectores de la sociedad y descendientes de la familia Sardá tuvo lugar este primero de octubre, en horas de la mañana, desde el parque Camilo Cienfuegos hasta el cementerio de Nueva Gerona para rendir tributo a Trinidad Valdés en el centenario de su desaparición física.
En el obelisco, ubicado en la entrada del camposanto, las máximas autoridades del Partido y el Gobierno y familiares depositaron ofrendas florales a la amorosa mujer que tuvo bajo sus cuidados al joven José Martí, a quien le prodigó maternales atenciones al curar sus heridas, una vez fuera del lugar de horror que constituyó para él las canteras de San Lázaro en La Habana y la cárcel en ese lugar.
Al hacer uso de la palabra Marbelis Castillo, directora del Centro Municipal de Patrimonio Cultural, expresó acerca de María de la Trinidad Basilia Josefa Valdés Amador:
“…Trina, como cariñosamente la llamaban, murió el primero de octubre de 1919, ella y su familia contribuyeron a que hoy Martí sea el hombre universal que es y sus ideas revolucionarias están presentes en los pineros y en nuestra tierra”.
Un coloquio acerca de esa importante familia en la historia de la Isla de la Juventud se desarrollará este viernes a las 8:40 a.m. en la casa museo finca El Abra y forma parte también de la jornada de recordación a Trinidad Valdés.
Castillo anunció que el próximo día 13, con motivo del aniversario 149 de la llegada del Apóstol al territorio en calidad de confinado político y donde permaneció por 65 días, se realizará en ese sitio un conversatorio a cargo de Carmen Cadena, Beatriz Gil y Julio César Sánchez y contará, además, con la presencia de alumnos de la escuela pedagógica Martha Machado, trabajadores de Patrimonio y de Cultura.
