
La feria del 24 de julio seguro tuvo un impacto para quienes pusieron en duda que la recuperación porcina avanzaba.
Luego de una primera parte dedicada al quehacer de los productores, corresponde a los encargados de trazar las estrategias, gestionar, coordinar y trasladar los insumos necesarios, de acuerdo con las capacidades del país, con el fin de garantizar el pienso para la crianza de los cerdos y las diferentes campañas agrícolas.
El recorrido, fructífero y alentador, demostró que nadie permanece con los brazos cruzados y al igual que los productores, los directivos aplican variantes en aras de alcanzar otra vez los niveles necesarios de alimento para el pueblo.
COMIENZAN LAS COMPRAS
Una parada indispensable lo constituyó la unidad porcina La Melvis, con más de 6 000 animales y principal proveedora de precebas a los productores.

Allí nos recibe su directora Raquel Ramírez Laffita con una sonrisa, expresión de que los asuntos empiezan a cambiar para bien.
“Al fin comenzamos las ventas a los productores con convenios de las precebas con muy buena calidad, incluidas las entregas de pienso, algo que no ocurría hacía unos meses y que repercute de manera favorable en el cumplimiento de los planes y por consiguiente en el salario de los trabajadores”.
Otro lugar importante fue el multiplicador porcino en la carretera La Reforma, centro insignia en cuanto a genética se refiere, también con cebas de alta calidad y que comienza a sentirse entre los cooperativistas.
ESTRATEGIA ACERTADA
Si bien los productores buscaron variantes que dan sus frutos en la Unidad Económica de Base Porcino, no se han quedado atrás en las soluciones ante la irregular entrada de pienso industrial.

En tal sentido Rubén Gutiérrez Guzmán, su director, amplía sobre el quehacer cotidiano y a mediano plazo para estabilizar la producción aun en condiciones más difíciles.
“Existe la masa necesaria para la recuperación paulatina de la producción con alrededor de 30 000 animales tanto en el sector estatal como en convenios” y agrega que resulta imprescindible reconocer el rol de los productores en un primer semestre muy difícil en materia alimentaria.
Ante la incertidumbre, Gutiérrez Guzmán habla de la introducción de animales de piel oscura, que benefician con piensos criollos.
“También hay que hablar de la buena experiencia en la siembra de alimentos en el sector cooperativo y centros estatales”.
La unidad de acción entre los distintos entes de esta cadena da resultados y que nadie dude que todo estará en orden en los próximos meses y, como ha ocurrido en varias ocasiones, en diciembre habrá carne de cerdo para todos los gustos.


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