Cuando una descarga de 22 balas atraviesa la espalda de Frank País García, a las 4:15 de la tarde del martes 30 de julio de 1957, se acribilla no solo al brillante estratega revolucionario, sino los sueños del joven maestro con profunda raíz martiana, cuya convicción era que Cuba sería libre.
Estaba refugiado en el hogar de Raúl Pujol Arencibia y al conocer del registro de las casas cercanas por esbirros del tirano Fulgencio Batista, ambos combatientes intentan escapar, pero los sicarios los detienen y al registrarlos le encuentran la pistola a Frank,a quien delata un antiguo alumno de la Escuela Normal para Maestros de Oriente. Tras recibir la ráfaga de plomo, el criminal José María Salas Cañizares lo remata con otro disparo detrás de la oreja.
Aún sin cumplir los 23 años y al mes exacto de la heroica muerte de su hermano Josué, la sangre del jefe nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio y la de Pujols tiñeron el piso del Callejón del Muro, en su natal Santiago de Cuba.
El crimen desencadena la más grande manifestación popular conocida hasta entonces por esa ciudad, el sepelio cobra forma de peregrinación y llena más de 20 cuadras hasta el cementerio.
Al cabo del año de su muerte, ofrenda su vida en combate el Comandante del Ejército Rebelde René Ramos Latour (Daniel), quien lo había sustituido. No fueron solamente Frank, Raúl y René los caídos un 30 de julio. Esta fecha es símbolo de nuestro martirologio. Murieron en la contienda el general del Ejército Libertador Juan Bruno Zayas Alfonso, en 1896; en igual fecha de 1967 pierde su vida el capitán José María Martínez Tamayo (Papi), en Bolivia al integrar la guerrilla internacionalista del Che.
Por estos hombres de infinita lealtad a la Patria se instituye el 30 de julio: Día de los Mártires de la Revolución Cubana. Ellos y otros combatientes constituyen un legado para las nuevas generaciones, las cuales junto al pueblo les rinden tributo cada 30 de julio.
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Apenas siendo un niño de seis años, no podré jamás borrar de mi memoria ese triste dia. Vivía con mi familia en una barriada de Santiago de Cuba en una casa grande. Una tía estudiaba magisterio en la escuela Normal de Santiago y debió ser ella la que informó de como se había organizado y sería el gran funeral de Frank y Pujol, ya que salimos de casa mi madre y yo solos caminando hasta una de las casas ( igual a la de la foto ) de mis familias en la calle Santo Tomás cerca del Paseo Marti, casa de madera montada en pilotes con portal largo y barandales con barrotes, ventanas altas de madera que se abrian en hojas con persianas finas. La población Santiaguera estaba colérica y se hablaba muy bajito y yo que era un niño a penas entendía que sucedía, ni lo que se avecinaba en las calles ese dia tan especial. Cuando de momento se vio a lo lejos que se había iniciado el cepelio y la gente a pie se unian y aparecian por doquier acompañando los dos féretros de los mártires del 26 de Julio; cargados por hombres jóvenes adultos. De inmediato una multitud de personas llenaron las calles y marcharon unidos por toda la calle Santo Tomás desde la funeraria con rumbo al cementerio Santa Efigenia.
Mi madre emocionada me sacó afuera y desde la acera vimos toda la “avalancha” de gente que se aproximaba caminando muy unidos , con pasos firmes y con mucha valentía comenzaron a gritar con voz enérgica las iniciales de FRANK PAIS; 《Dame la F, dame la R, dame la A, dame la N, dame la K, que dice: 》y un coro multitudinario de personas la mayoría jóvenes estudiantes universitarios de la FEU, otros del Instituto Pre Universitario y pueblo en general gitaban “FRANK, FRANK, FRANK PAIS, FRANK PAIS”!!! Una y otra vez más por mucho tiempo. No se como pero mi madre subió los escalones de la casa y quedé solo afuera, pero unos brazos me alzaron hacia lo alto y dentro desde las ventanas vimos como se abrían las enormes y grandes banderas de Cuba, de la FEU y del 26 de Julio. Y las consignas y vivas no paraban de ser proclamadas por la multitud santiaguera. Cabe recordar que la policía de uniformes azules del régimen, los guardias de Cañizares, salieron corriendo y se esfumaron, huyendo de un pueblo santiaguero enardecido, valiente y dispuesto a todo. Desde la calle Santo Tomás hasta el cementerio la gran concentracion de personas la mayoria estudiantes, y trabajadores caminaban gritando VIVA FRANK, VIVA LA FEU, ABAJO LA DICTADURA, VIVA EL 26 DE JULIO.!!!
Si, así fue como se organizó y se llevó a cabo el servicio funeral y cepelio del inmotal Frank Pais asesinado el 30 de Julio del año 1957. Jamás podré olvidar ese día de mis recuerdos, de mis años de infancia en mi ciudad natal y llena de historia.