FOTO: Ricardo Alarcón y Gerardo Mayet

La develación del Conjunto Monumental a las Madres en el parque Lacret constituyó este miércoles, 17 de diciembre, día del aniversario 195 de la fundación de la ciudad de Nueva Gerona, una de las principales actividades del programa que se desarrolló por el cumpleaños de la urbe.
Obra de creadores que en la década de los años ’50 dejaron allí su impronta, el monumento es un homenaje a quienes dan la vida. Con su emplazamiento en el céntrico espacio cargado de historia, las actuales generaciones de pineros enaltecen, al decir de Roberto Únger Pérez, historiador de la ciudad, aquellos atributos que en el orden patrimonial caracterizan a la actual Nueva Gerona.
“Este proceso inició en el ámbito de la celebración por el centenario de la Ratificación del Tratado Hay-Quesada, el cual tuvo como primera acción, el restablecimiento del Monumento a la Bandera; de igual forma y de manera parcial el Monumento a Cosme de la Torriente y Peraza, diplomático destacado en la historia cubana y se reubicó el busto al Héroe Nacional José Martí.
“Hoy continuamos con este propósito, que al mismo tiempo se extenderá hasta el bicentenario de la ciudad. Estamos en el lugar en el cual, por mucho tiempo, estuvo el monumento dedicado a las madres por iniciativa de la logia La Evangelista y que por determinadas causas ya no se encontraba”.
El también profesor universitario agradeció a los especialistas del Centro Municipal de Patrimonio Cultural y en especial a los del Conjunto Monumental Presidio Modelo, quienes por casi 20 años protegieron el monumento develado y decidieron que fuera restituido donde antes estuvo.

“Para los pineros tiene doble significación por el culto a la madre, de forma particular en un día como hoy porque una de las condiciones básicas para crear la colonia Reina Amalia era que cada colono debía contraer matrimonio, ser cabeza de familia y si tenía hijos mayores de 15 años, pues por cada uno tenía derecho a una caballería de tierra. Por lo tanto, estamos hablando de un proceso de colonización que se sustentó en el vientre materno, por lo que el homenaje a la mujer es doble, por su fertilidad, su contribución al crecimiento sostenido y natural de la población”.
Dirigentes del territorio, trabajadores de la Cultura, de otros sectores y una representación del pueblo pusieron flores a los pies de la hermosa obra, acción que como bien dijera Únger Pérez debería ser una tradición a mantener con el propósito de asentar la identidad pinera.

