Cae el telón de mentiras y agresiones

Ilustración: Tomada del sitio Web Razones de Cuba

Por más que se empeñen afuera en que El Toque no influye en la subida del dólar en Cuba y que es narrativa de su gobierno para desviar la atención, se cae a pedazos su telón de mentiras.

Son cada vez más las evidencias del financiamiento, organización y otras artimañas del Departamento de Estado de los EE. UU. en acciones que son parte de la agresión económica contra nuestro país con operadores de origen cubano en esa y otras naciones.

La plataforma subversiva El Toque queda cada vez más al descubierto en su actividad enemiga contra Cuba por las investigaciones de la Seguridad del Estado del Minint y recientes revelaciones de sus pagos millonarios para sus sucios propósitos.

Los nuevos y contundentes argumentos ofrecidos esta semana en la emisión especial de Razones de Cuba demuestran su papel en los planes de desestabilización con testimonios inéditos de cómo este medio que se autotitula de “independiente” en realidad opera como brazo de la subversión de Estados Unidos contra Cuba, al exponer sus conexiones con la inteligencia y el financiamiento estadounidenses, y su rol en la manipulación de la economía, la promoción de un cambio de régimen y la distorsión informativa.

Con la promesa de hacer un ‘periodismo diferente’ reclutaron en Cuba hace unos 15 años a jóvenes universitarios, engañaron con ‘cursos de liderazgo’ en Holanda, mediante herramientas allí de la Agencia Central de Inteligencia (Cia), como Radio Netherlands, heredera de Radio Free Europe durante la Guerra Fría en ese continente y prepararon para un proyecto mayor con aparente legitimidad, que sería El Toque.

Bajo la tutela de un académico estadounidense y operador de la Cia surgieron desde el 2013 las primeras estructuras que conformarían ese engendro anticubano, un proyecto respaldado por la emisora holandesa, muy activa en la desestabilización de Europa del Este.

Pero del macabro linaje hay más, pues el medio anticubano recibió fondos de la misma Fundación Nacional para la Democracia (NED), vinculada al Departamento de Estado estadounidense y que pagó a los terroristas enviados por Luis Posada Carriles para atentar en 1997 contra hoteles de La Habana en 1997.

Como expusiera el intelectual Raúl Antonio Capote, exagente de la seguridad cubana, uno de los captados por EE. UU. entonces, José Jasán Nieves, hoy vinculado al macabro plan yanqui, ha reconocido públicamente que trabaja para cambiar el régimen político en Cuba y que recibe dinero de Estados Unidos con ese fin.

Se le cae la careta a quienes enmascaran el flujo de dinero para actividades ilegales en Cuba como las realizadas para falsear desde ese portal datos destinados a inflar artificialmente el valor del dólar en el mercado informal, usar fuentes no verificadas para las tasas de cambio informal, generar especulación, desestabilizar el sistema financiero, erosionando la confianza en el peso cubano.

No son periodistas independientes ni cubanos, sino mercenarios al servicio de una potencia extranjera que es enemiga histórica de los cubanos que tanto denunciara José Martí, lo que hace más depreciable la misión, a la que se agregan otras infames acciones.

Documentos desclasificados revelan, además, que un exvicejefe de relaciones públicas de la embajada de EE. UU. en La Habana, coordinó con Jasán la entrega de fondos ilegales a actores internos, en tráfico de influencias que penalmente son sabotaje económico y lavado de dinero, delitos en que están implicados 18 directivos y decenas de colaboradores en EE.UU., España y otros países europeos, y han llevado a iniciar un proceso legal con abundantes pruebas documentales, testimonios y peritajes.

Mientras el bloqueo limita el acceso a divisas, El Toque agudiza la escasez con su manipulación y culpa a Cuba por la crisis, en una operación para infiltrar actores financieros de la subversión.

Toda una guerra sicológica económica frente a la cual no nos cruzamos de brazos y ni quedamos en la denuncia.

Como parte de la respuesta, el Banco Central de Cuba como autoridad monetaria del país, “trabaja de manera sostenida para consolidar un mercado cambiario oficial ordenado, transparente y con una tasa que refleje de forma objetiva la realidad económica nacional”, según informara uno de sus directivos.

Ya avanza el proceso con diversos organismos, en el cual se crean las “condiciones operativas, tecnológicas y de normativas indispensables para establecer un mercado cambiario oficial, ordenado, transparente y funcional”, que reafirma el compromiso con la estabilidad monetaria, la soberanía económica, la defensa de los intereses del pueblo y cumplir el Programa de Gobierno.

Los pasos dados por disminuir el déficit fiscal y el manejo del Presupuesto permiten una situación favorable en favor de esa política, que abre camino a la estabilización macroeconómica y hará más contundente la respuesta a esta agresión contra la soberanía.

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Isla de la Juventud Opinión
Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana.

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