Revisan seguridad en COP30 tras incendio y postergan reapertura

El incendio se desató mientras ministros de todo el mundo estaban inmersos en negociaciones sobre temas como la transición energética y el financiamiento climático, cuando falta un día para que termine la conferencia. / AFP

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Unfccc) informó hoy que se revisa la seguridad en la COP30 y no habrá reapertura antes de las 20:00, hora local, tras el incendio que paralizó el foro.

Poco después de las 14:00 (hora local) se conocieron los primeros reportes del fuego que azotó a la llamada Zona Azul, principal espacio de la XXX Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) y donde se ubican las salas de reuniones de los negociadores y ministros.

Las personas que se encontraban en esa área fueron evacuadas por orden de seguridad.

El ministro de Turismo, Celso Sabino, informó alrededor de las 14:30, hora local, que el fuego estaba bajo control. No se reportaron heridos.

Por su parte, el gobernador de la ciudad, Helder Barbalho, declaró que los equipos trabajan con dos hipótesis sobre la eventualidad en el foro: un fallo en un generador o un cortocircuito en un stand.

Hace una semana, la ONU exigió una respuesta rápida del gobierno brasileño para resolver las fallas de seguridad y los problemas estructurales.

La exigencia se realizó en una carta enviada por la Unfccc (por sus siglas en inglés) a Rui Costa, ministro de la Casa Civil (quien coordina las actividades relacionadas con la cumbre), y a André Corrêa do Lago, presidente de la conferencia.

En el documento, el secretario ejecutivo Simon Stiell informa que el intento de invasión ocurrido la noche del martes, cuando aproximadamente 150 activistas ingresaron al pabellón, dejó personas heridas, causó daños y puso de manifiesto graves deficiencias en la seguridad de la cita.

También el texto también describe una serie de vulnerabilidades, entre ellas: puertas sin vigilancia, personal de seguridad insuficiente, y falta de garantías de una respuesta rápida por parte de las fuerzas federales y estaduales.

La ONU señaló asimismo problemas de infraestructura: calor excesivo en los pabellones, fallas en el aire acondicionado, filtraciones de agua causadas por la lluvia, y riesgos asociados con la presencia de agua cerca de las instalaciones eléctricas.

«Aparentemente no hay consecuencias graves; el sistema eléctrico ya funciona. Toda la responsabilidad recae en el gobierno brasileño; las Naciones Unidas no son responsables», declaró João Paulo Capobianco, secretario ejecutivo y miembro del Ministerio de Medio Ambiente.

Refirió que se busca encontrar las causas del accidente y, al respecto la ONU comunicó que realiza una investigación en el lugar.

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