El primer beso, 20 millones de años atrás

El primer beso, 20 millones de años atrás. Lo dio el antepasado común de los grandes simios antropomorfos

El primer beso lo dio el antepasado común de los grandes simios antropomorfos, entre 21,5 y 16,9 millones de años atrás.

La práctica se mantuvo a lo largo de la evolución y probablemente fue adoptada también por los neandertales.

Así lo demuestra un estudio encabezado por la Universidad de Oxford y publicado en la revista “Evolution and Human Behavior”.

“Esta es la primera vez que alguien adopta una perspectiva evolutiva amplia para examinar el beso”, explica Matilda Brindle, bióloga evolutiva y primera autora del estudio.

“Nuestros resultados se suman a un creciente conjunto de investigaciones que evidencian la notable diversidad de comportamientos sexuales exhibidos por nuestros primos primates”, agrega.

Los investigadores comenzaron por definir el beso como un contacto boca a boca no agresivo que no implica transferencia de comida.

Para reconstruir su evolución en el árbol genealógico de los primates, recopilaron datos de estudios previos en los que se observaron especies de primates modernos besarse, centrándose en aquellos que evolucionaron en África, Europa y Asia, como chimpancés, bonobos y orangutanes.

Mediante un enfoque estadístico llamado “modelado bayesiano”, simularon diversos escenarios evolutivos a lo largo de las ramas del árbol para estimar la probabilidad de que distintos ancestros se besaran.

El modelo se ejecutó 10 millones de veces para obtener estimaciones estadísticas confiables.

“Al integrar la biología evolutiva con datos de comportamiento, podemos sacar conclusiones sobre rasgos que no se fosilizan, como el beso”, señala Stuart West, coautor del estudio. “Esto nos permite estudiar el comportamiento social tanto en especies modernas como extintas”.

“Si bien el beso puede parecer un comportamiento común o universal, solo está documentado en el 46% de las culturas humanas”, afirma Catherine Talbot, del Instituto de Tecnología de Florida y también autora de la investigación.

“Las normas sociales y los contextos varían enormemente entre sociedades, lo que plantea la duda de si el beso es un comportamiento evolucionado o una invención cultural. Este es el primer paso para abordar esa cuestión”, concluyó.

Otros artículos del autor:

Ciencia y Tecnología
Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *