
En el marco de la primera fase del plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para finalizar un conflicto de dos años, Israel y el movimiento de resistencia islámica Hamas completaron un intercambio de 1 968 presos palestinos por 20 rehenes israelíes con vida. El evento generó manifestaciones de júbilo tanto en Palestina como en Israel.
La operación incluyó la entrega, por parte de Hamas, de los restos de cuatro rehenes fallecidos durante su cautiverio. Las autoridades israelíes acusaron al grupo de incumplir el acuerdo de paz impulsado por Trump.
La excarcelación de los cautivos palestinos se realizó desde dos centros penitenciarios israelíes. Según informó el sistema carcelario israelí, un grupo fue liberado desde la prisión militar de Ofer, en Cisjordania reocupada, con destino a ese mismo territorio y a Jerusalén Este (también anexionado). El otro grupo partió desde el penal de Ketziot, en el sur de Israel, con rumbo a la Franja de Gaza.
La liberación de los presos palestinos fue recibida con euforia. Una “marea humana” acogió a los liberados en Cisjordania y Gaza. Mientras algunos ex prisioneros hicieron la señal de la victoria, otros presentaban dificultades para caminar sin ayuda. La multitud fue tan numerosa que dificultó el descenso de los autobuses. La emoción del reencuentro, tras años o décadas de encierro, provocó que algunos se desmayaran.
Sin embargo, la alegría estuvo acompañada de graves denuncias. Uno de los liberados declaró a la cadena catarí Al Jazeera que “la mayoría de los prisioneros eran torturados todos los días”, acusando a las tropas de dispararles con balas recubiertas de goma en los genitales y la espalda, y de aplicar descargas eléctricas. “Nos tuvieron detenidos en un matadero”, afirmó.
El periodista palestino Shadi Abu Seido, también liberado, corroboró estos señalamientos: “dos años con hambre, encarcelado con hambre y salí con hambre, juro por Dios que no comemos ni bebemos, estamos enfermos, nos acosan día y noche… todo tipo de torturas sicológicas y físicas, nos amenazan con aniquilar a nuestros hijos”.
Hamas felicitó a “los prisioneros liberados, a sus firmes familias y a las masas de nuestro orgulloso pueblo palestino” y acusó a Israel de practicar “las formas más horribles de tortura” y de encarnar “las formas más duras de sadismo y fascismo de la era moderna”.
En Israel, el reencuentro fue igualmente emotivo. Einav Zangauker, madre de uno de los cautivos, recibió a su hijo de 25 años exclamando: “Matan, mi amor, se terminó la guerra”. Los 20 rehenes israelíes liberados con vida se reunieron con sus familias tras 738 días de angustia.
No obstante, el ejército israelí denunció que aún faltan 24 rehenes por ser liberados. Confirmó que el Comité Internacional de la Cruz Roja recogió los restos de los fallecidos, luego de que el brazo armado de Hamas anunciara la entrega de cuatro de los 28 cadáveres que permanecen en el territorio. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, calificó esto como un “incumplimiento de los compromisos” y advirtió que “cualquier retraso o evasión deliberada se considerará una grave violación del acuerdo y se responderá en consecuencia”.
Horas después del canje, según reportó el portal Quds News, el ejército israelí irrumpió en varias zonas de Cisjordania reocupada y atacó las casas de los palestinos recién liberados.
Paralelamente, una fuente de seguridad palestina informó que Hamas ejecutó a más de 30 miembros de una milicia creada con apoyo israelí después de octubre de 2023. Estas ejecuciones formaron parte de una campaña de seguridad lanzada tras el alto el fuego, en la que también murieron seis efectivos de Hamas. El Ministerio del Interior de Gaza justificó el despliegue de seguridad como “un esfuerzo por evitar un vacío de seguridad que sería llenado por la anarquía y los saqueos”.
Al respecto, Donald Trump exigió a Hamas que se desarme, pero afirmó que tiene luz verde para realizar operaciones de seguridad interna con el fin de “frenar los problemas y les dimos la aprobación por un tiempo”.
En el ámbito humanitario, la Organización de Naciones Unidas anunció la movilización de 11 millones de dólares adicionales para ayuda en la Franja de Gaza, tras la aprobación israelí para la entrada de 190 000 toneladas de suministros.
El senador estadounidense Bernie Sanders, por su parte, publicó en su cuenta de X que “la prioridad inmediata es garantizar que la ayuda alimentaria y de insumos médicos que se necesita de manera urgente en el pueblo de Gaza”. Hizo un llamado a un “esfuerzo global para reconstruir Gaza” y aseguró que los palestinos deben “guiar este proceso y determinar su futuro”.
(Con información de Agencias)
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