¡Opongámonos a las amenazas de EEUU contra Venezuela!

“¡Manos fuera de Venezuela!”. Manifestación contra las sanciones de Estados Unidos a Venezuela, agosto de 2024. Foto: Wyatt Souers/ Tomada de LiberationNews.org.

El Gobierno de Trump acelera sus planes para un ataque militar contra Venezuela. El Gobierno y el pueblo de Venezuela refuerzan ahora sus defensas ante una agresión de Estados Unidos cada vez más probable.

El lunes 29 de septiembre, el presidente Nicolás Maduro inició una consulta nacional para un decreto de estado de excepción que le otorgue poderes ejecutivos adicionales en caso de guerra. Entre ellos figuran la movilización de las Fuerzas Armadas en todo el país y la asignación de la administración de los servicios públicos y de la industria petrolera −el sector más estratégico de la economía− a la Fuerza Armada.

El martes 30 de septiembre, Maduro se dirigió a cientos de altos oficiales y soldados al recibir un doctorado honoris causa de la universidad militar del país: “Con mi vida y la vida de toda la patria les aseguro que nunca seremos patio trasero, colonia ni esclavos de ningún imperio supremacista… ¡ni hoy ni mañana!”.

Las Fuerzas Armadas del país están listas y más de 8.2 millones de civiles se han incorporado a las milicias populares.

El blanco declarado de Trump es el presidente Maduro, y justifica su amenaza de asesinarlo alegando falsamente que encabeza un cartel del narcotráfico, el Cartel de los Soles (Cartel of the Suns). En otras ocasiones, Trump afirma que dirige el Tren de Aragua.

Se trata del mismo mito del TDA con el que Trump y el Departamento de Seguridad Nacional (United States Department of Homeland Security, DHS) acusaron falsamente a cientos de venezolanos y otros migrantes antes de su brutal arresto y deportación al calabozo del Cecot en El Salvador. El Cartel de los Soles es una completa ficción que sirve como diana conveniente sobre la espalda de Maduro.

La verdadera historia de las drogas en Venezuela: El pasado

Hubo una época en que Venezuela fue productora y país de tránsito de cocaína hacia el mercado estadounidense, incluido el paso desde Colombia. Pero eso fue entre las décadas de 1970 y 1990, cuando la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia Antidrogas (DEA) operaban libremente en Venezuela, supervisando envíos regulares de cocaína a Estados Unidos.

Las agencias estadounidenses colaboraron con el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, notoriamente vinculado con grandes narcotraficantes que además financiaron su campaña presidencial. Cuando CAP asumió por primera vez en 1974, firmó un acuerdo que permitió a la DEA establecer ese mismo año su sede regional en Caracas. Y en Venezuela despegó una gran operación de cocaína. Bancos estadounidenses como Chase Manhattan y el fraudulento Bank of Credit and Commerce International desempeñaron un papel central, lavando sumas ingentes de dinero del narcotráfico.

Una de estas nefastas operaciones de narcotráfico CIA-DEA fue expuesta en un segmento del programa 60 Minutes en 1993.

Hugo Chávez lanzó una intensa campaña antidrogas poco después de asumir la presidencia. Expulsó a la DEA de Venezuela en 2005. Hoy, un informe de las Naciones Unidas señala que no hay cultivo ni producción de drogas detectables en Venezuela.

El verdadero objetivo de la acusación de narcotráfico por parte de Trump es crear un pretexto e intentar destruir el proceso revolucionario bolivariano que comenzó hace 26 años, con la elección del líder histórico Chávez en 1998.

Un extenso artículo de Venezuelanalysis.com refuta las mentiras de Trump y del secretario de Estado, Marco Rubio. De hecho, los principales organismos encargados del monitoreo internacional identifican a Venezuela como no involucrada en el narcotráfico.

La verdadera razón del ataque contra Venezuela

Chávez asumió la presidencia en 1999 y comenzó a forjar un camino hacia el socialismo con una nueva constitución y la nacionalización de las vastas reservas de petróleo de Venezuela para impulsar una transformación económica en beneficio del 80% de la población que vivía en la pobreza.

Las reservas probadas de petróleo de Venezuela superan los 300 000 millones de barriles, las mayores, con diferencia, del mundo.

Entre las muchas conquistas sociales del proceso revolucionario, la riqueza petrolera se ha destinado a la construcción de un total de 5.5 millones de viviendas para el pueblo, una cifra notable, sin parangón en el mundo. Eso es lo que teme el Imperio.

Desde entonces, el imperialismo estadounidense no le ha permitido a Venezuela un momento de paz, utilizando todos los medios posibles para intentar destruir la República Bolivariana de Venezuela, como es conocida.

Desde el fallido derrocamiento de Chávez en abril de 2002, pasando por la paralización total −por sabotaje− de la industria petrolera en octubre de 2002, hasta las masivas sanciones unilaterales y coercitivas que durante años han lisiado la economía; la imposición en 2019 de un “presidente” títere llamado Juan Guaidó, o los cuatro intentos de magnicidio contra el presidente Maduro… La lista continúa.

Las Fuerzas Armadas de EEUU amenazan a Venezuela y a toda América Latina

Desde hace varios meses, el Pentágono ha desplegado una presencia militar masiva en el Caribe. El martes, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, celebró una reunión en Quantico, Virginia, con cientos de altos mandos militares estadounidenses.

El nuevo grupo naval de EE.UU. enviado al Caribe consta de siete buques de guerra, un submarino nuclear y aeronaves F-35 cerca de Venezuela, además de 4 500 tropas adicionales en Puerto Rico.

En las últimas semanas, ataques con drones estadounidenses mataron a 17 pescadores en tres pequeñas embarcaciones. Con los hombres y los botes reducidos a escombros y sin pruebas disponibles, Trump declaró de inmediato a Maduro narcotraficante y merecedor del mismo destino.

El 24 de septiembre, ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Donald Trump se jactó de que seguiría “borrándolos de la faz de la tierra”. Una recompensa de 50 millones de dólares por la cabeza del jefe de Estado venezolano, anunciada por Trump y Marco Rubio el 7 de agosto, no deja dudas sobre los planes del imperialismo estadounidense.

La edición del 30 de septiembre de The New York Times publicó un artículo de primera importancia con el ominoso titular “Los principales asesores de Trump impulsan la remoción de Maduro del poder en Venezuela”.

Conspiraciones a lo largo de los años han fracasado ante un pueblo y un Gobierno decididos a defender su soberanía e independencia. El costo ha sido alto. Años de bloqueo económico han limitado la capacidad del pueblo para desarrollarse plenamente.

Maduro: Los bancos de EEUU son los verdaderos traficantes

En una nueva entrevista con Russia Today, realizada por el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el presidente Maduro dijo:

“El 85% de los miles de millones del narcotráfico internacional cada año está en los bancos de Estados Unidos. Allí es donde está el cartel. Que lo investiguen y lo descubran. Lavado de dinero. Estaba revisando los datos que compartió la vicepresidenta [Delcy Rodríguez], y creo que son más de 500 000 millones de dólares al año dentro del sistema bancario estadounidense, en bancos legales.

“Si quieren investigar un cartel, que investiguen el cartel del norte. Desde Estados Unidos se dirige todo el narcotráfico desde Sudamérica y desde el resto del mundo”.

La solidaridad inquebrantable de Cuba con Venezuela

El liderazgo de Cuba ha defendido de forma consistente el derecho de la República Bolivariana a estar libre de injerencias y amenazas.

El presidente Miguel Díaz-Canel firmó públicamente una petición para lanzar una convocatoria nacional de apoyo entre el pueblo cubano. Desde hace mucho, el pueblo cubano está hombro con hombro con el pueblo venezolano asediado, enviando médicos y maestros y coordinando conjuntamente a través de ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA-TCP).

El pueblo de Estados Unidos tiene la mayor responsabilidad de detener al imperialismo estadounidense, de Gaza a Cuba y a Venezuela. Decenas de millones de personas en EE.UU., víctimas de la agenda de los multimillonarios de Trump, de las deportaciones, el racismo, el hambre y de una creciente presencia militar en casa, no tienen nada que ganar y mucho que perder si Washington logra consumar su agresión.

La guerra contra Venezuela puede ser inminente. Por la vida de los pueblos de Venezuela y de toda América Latina, el movimiento progresista en Estados Unidos debe exigir: ¡No a la guerra, no al golpe, no a las sanciones contra Venezuela!

(Tomado de Liberation)

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