Washington, 7 oct (Prensa Latina) La tensión sigue creciendo en Chicago ante la amenaza del despliegue de la Guardia Nacional en esa ciudad de Estados Unidos, donde el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) lanzó la Operación Midway Blitz a principios de septiembre.
Arrestos, redadas y protestas se han convertido en algo cotidiano en esa urbe de Illinois, donde la presencia de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha aumentado drásticamente desde que implementan la medida.
El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional de Illinois en Chicago, pero encontró la oposición de los líderes locales y del estado.
Insistiendo en que no existe ni una «insurrección» ni una «invasión» en Chicago, el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, criticó la víspera los planes «ilegales e injustificados» de Trump de desplegar cientos de tropas militares armadas en la urbe.
Junto a numerosos funcionarios electos, entre ellos el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, y los representantes estadounidenses Raja Krishnamoorthi, Brad Schneider y Mike Quigley, entre otros líderes locales, Pritzker enfatizó que Trump quiere «justificar y normalizar» la presencia de soldados armados bajo su mando directo.
Advirtió que «no cederá» hasta que los agentes federales encargados de la aplicación de las leyes migratorias abandonen Chicago. «La administración Trump sigue una estrategia: causar caos, generar miedo y confusión, y hacer que los manifestantes pacíficos parezcan una turba disparándoles gas lacrimógeno», añadió en una conferencia de prensa.
Pritzker se preguntó por qué Trump quiere hacer eso y reflexionó que para crear un pretexto que le permita «invocar la Ley de Insurrección y así poder enviar militares a nuestra ciudad».
Ayer el estado de Illinois presentó una demanda para impedir que la administración Trump despliegue tropas de la Guardia Nacional en Chicago como parte de su plan para deportar delincuentes y reducir la delincuencia.
La demanda alega que la federalización y el despliegue de los soldados son «inconstitucionales y/o ilegales».
Algunos analistas esperan que la impugnación legal del plan del gobierno de Trump de emplazar las tropas de la Guardia Nacional en Illinois se desarrolle de la misma manera que en Portland, Oregón, donde una jueza federal le puso un pare a esos propósitos de la Casa Blanca.
El DHS dice que su operación de control migratorio se centrará en los “inmigrantes ilegales delincuentes” que acudieron en masa a Chicago y en sentido general a Illinois.
Funcionarios de la dependencia gubernamental señalaron que se realizaron hasta el momento más de 500 arrestos y que se han avistado embarcaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza con agentes armados en el río Chicago.
Sin embargo, hay reportes de que también se incluyen detenciones de ciudadanos sin causa ni justificación, el tiroteo mortal de un inmigrante mexicano en Franklin Park a manos de agentes del ICE, arrestos de personas sin récord delictivo y protestas cada vez violentas frente al centro de detención del ICE en Broadview, Illinois.
Una jueza se negó este lunes a emitir una orden de restricción temporal después de que Illinois y Chicago demandaran para bloquear el despliegue de la Guardia Nacional en el estado, pero lanzó una advertencia: «Si yo fuera el gobierno federal, haría una pausa en esto», planteó a los abogados que representan a la administración Trump.
La magistrada dio al Departamento de Justicia hasta las 00:00 del miércoles para presentar su respuesta a la demanda. La próxima audiencia está prevista para el jueves.