Guapear y echar la pa’lante es la fórmula de pilín

Bien intrincado en la campiña allá en las cercanías de la que fue la escuela al campo número 24, la finca del productor Alfonso Soto Rives –conocido como Pilín– embellece con sus extensas áreas sembradas aquellos desolados parajes a los que no se llega por casualidad.

Pilín proyectó que su intención es continuar creciendo y diversificándose/ FOTO: Yuniesky La Rosa Pérez

No es sencillo dar con los sembradíos del destacado agricultor de 38 años asociado a la cooperativa de créditos y servicios Ovidio Pantoja, pero bien vale la pena recorrer todo el trayecto para apreciar cuanto ha logrado en esas recónditas áreas productivas.

Por el momento, la finca –cuya extensión abarca las cinco caballerías de tierra– aún no posee nombre, prefiere llamarla el 24. Allí las variedades de los cultivos plantados reflejan el esfuerzo, la dedicación y el empeño de Pilín y la gente que lo rodea por echar pa’lante.

“Con mucho trabajo y apoyo de las personas que tengo a mi alrededor he logrado obtener poco a poco, guapeando y trabajando día a día bastante siembra. Tengo plantadas dos hectáreas (ha) de calabaza, cuatro hectáreas de malanga para semilla, entre cinco y seis de yuca, alrededor de 15 ha de boniato y estoy preparando para el frijol (alrededor de media caballería) y el tomate.

Las plantaciones de yuca se extienden entre cinco y seis hectáreas/ FOTO: Yuniesky La Rosa Pérez

“En noviembre cuando comience la cosecha de la yuca y el boniato veremos los rendimientos que considero no estarán mal. Para poder conseguir un rendimiento regular debemos aplicar bastante materia orgánica, darle la atención cultural que lleva y mantener los cultivos limpios, aspecto este último con el cual he tenido dificultades, pues hoy la fuerza de trabajo escasea, la gente no quiere trabajar a pesar de que se les paga bien. Los trabajadores eventuales cuando ven mucha hierba desisten, no sé qué es lo que buscan porque reitero que se les oferta un buen pago”.

Hasta donde la vista alcanza se observan los sembradíos de boniato/ FOTO: Yuniesky La Rosa Pérez
Hasta donde la vista alcanza se observan los sembradíos de boniato/ FOTO: Yuniesky La Rosa Pérez

Otra vicisitud que enfrenta Soto Rives es lo relacionado con el riego de los sembradíos. “Tengo agua, pero paso un poco de trabajo porque no he podido traer una retroexcavadora o un buldócer para levantar un muro bien hecho que permita que el agua me dure el día entero.

“Con el poquito de agua que tiene el río que no me falta nunca, he podido asumir el riego de los cultivos, pero me dura cuatro o cinco horas al día, una vez que logre construir un muro podré aprovechar el agua todo el día. Tampoco dispongo de corriente eléctrica, si la tuviera el riego sería perfecto”.

A pesar de todo lo que ha logrado a base de tenacidad y constancia Alfonso pretende continuar creciendo y diversificándose. “Quiero incorporar el cultivo del tabaco, comenzar por una hectárea para ver cómo se desarrolla y empezar a conocerlo.

“También deseo ampliarme con la cría de cerdos e incursionar en la cría de gallinas ponedoras, ya construí una nave para eso. Sin embargo, en esta campaña aún no cuento con el tiempo necesario, pues estoy priorizando las siembras y acondicionando todo para el frijol y el tomate”.

Las producciones del sobresaliente campesino se le ofertan a la población a través de la placita perteneciente a la cooperativa y al mismo tiempo Acopio también forma parte del esquema de distribución de dichas cosechas.

Una parte de la cosecha se oferta a la población a través de la placita de la cooperativa/ FOTO: Yuniesky La Rosa Pérez

Pilín ha logrado levantar un oasis de cultivos en medio del despoblado, allí el verdor de los sembrados sobresale y opaca al de la maleza y el indeseable marabú que persiste en querer poblar los campos de la Isla. Para él este viaje apenas ha comenzado, aspira a llegar “hasta donde se pueda por ahí para allá, hasta que la vida me dé salud”, concluyó.

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Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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