
En la Doctora Melba Hernández Rodríguez del Rey, Heroína del Moncada y miembro de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, recae la tarea de organizar la primera célula en Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud, en consonancia con la orientación de extender el M-26-7 a todo el país.
El suceso ocurre en la casa de la familia Montané Oropesa, en Nueva Gerona, el 15 de septiembre de 1955, aunque algunas fuentes bibliográficas refieren el día 16, hace 70 años.

Allí, eligen coordinadora a la joven Magalis Montané Oropesa en reconocimiento a su autoridad y carisma para captar, unir y movilizar a los patriotas, en su mayoría integrantes del Comité Pro Amnistía.
Designan de vice coordinador al Dr. Juan Manuel Páez Inchausti; el Dr. Roberto Más Martínez resulta responsable de propaganda; Rafael Cepero Muñoz, jefe de acción y sabotaje, mientras que Mariano Rives Pantoja es el financiero. También se incorpora el párroco (cura) de Nueva Gerona Guillermo Sardiñas Menéndez, quien desarrolla paralelamente a su ministerio religioso actividades en favor de los presos políticos como la entrega de dinero para el sostén de ellos y la compra de medicinas.
Magalis propicia la destacada participación de sus más de 50 miembros en el impulso a las acciones revolucionarias en el territorio, entre las que figuran: atender a los presos políticos confinados en el Reclusorio Nacional para Hombres y asegurar su traslado hacia La Habana al ser puestos en libertad; divulgar los principales objetivos del Movimiento, atraer nuevos miembros y facilitar el alistamiento a la lucha en la Sierra Maestra.
Tres meses después, entre el 27 y 28 de diciembre de 1955, se constituye una segunda célula bajo la orientación del miembro del Movimiento 26 de Julio, René Orestes Reiné García en la finca Santa Ana, domicilio de Avelino Fernández. Al inicio Rolando Moya García es el coordinador, posteriormente lo seleccionan como telegrafista para la futura expedición del yate Granma, y lo sustituye José Carretero Carmona.
Su finalidad es la recaudación de fondos, la distribución de la prensa clandestina, a riesgo de la vida de los involucrados en la misión; el traslado de mercancías destinadas a los presos políticos y la captación de nuevos miembros.
Estas células alcanzan más de 94 colaboradores y su composición socio-clasista es heterogénea –sintetizada en el concepto de pueblo definido por Fidel en La historia me absolverá–y conformada por obreros, pequeños comerciantes, empleados, maestros, médicos, estudiantes, campesinos, dueños de pequeñas parcelas, obreros agrícolas, trabajadores eventuales y amas de casa.

Otras acciones significativas efectuadas por el Movimiento 26 de Julio en suelo pinero acaecieron en el contexto de los sucesos del Palacio Presidencial en 1957 con la colocación de banderas rojinegras en la tienda Texán, en la Loma de la Vigía, en la Sierra de Casas, en el hotel Isla de Pinos y en la Sociedad Popular Pinera. También el boicot a la celebración, en el año 1958, de las tradicionales fiestas del 13 de marzo, como tributo al primer aniversario del asesinato de los jóvenes atacantes del Palacio Presidencial y Radio Reloj.
La fundación aquí de esas células políticas permite la participación de las masas en la lucha insurreccional y crea favorables condiciones para influir en la población, en medio de la situación que se había creado en el territorio con la instauración de la Zona Franca y la ausencia de un movimiento político, que representara a los obreros ante la amenaza del despido y el desalojo.
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