
Nueva Gerona, 19 ago (ACN) Isla de la Juventud celebró la culminación de la segunda etapa del proyecto de mejoramiento del suministro eléctrico, con financiamiento y asistencia técnica de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y el gobierno de ese país asiático.
La iniciativa es punto de partida para el avance significativo en la incorporación del uso de fuentes renovables de energía (FRE) y en el ahorro de combustibles fósiles en la generación eléctrica local.

Ashida Tatsuya, representante residente de JICA en Cuba, destacó el impacto del proyecto que, desde su primera etapa inaugurada en abril del pasado año, estabiliza la red eléctrica mediante la instalación de sistemas avanzados, que incluye baterías de almacenamiento y sistemas de gestión energética.
Este proyecto abre las puertas para instalar 15 megawatts (MW) adicionales de energía fotovoltaica, dijo Fermín Molina Alfonso, director técnico de la empresa eléctrica local y representante del proyecto, quien señaló que alcanzar esta capacidad con FRE permitirá al territorio llegar a un 20.5 por ciento de penetración en su sistema eléctrico autónomo.
Ese porcentaje acerca al municipio a la meta nacional de un 24% de penetración renovable para 2030.

Además, gracias a la incorporación de estas tecnologías, se prevé una reducción aproximada de una quinta parte del consumo diario de 100 mil litros de combustible fósil, con lo cual se logra un ahorro significativo que contribuye a la eficiencia energética del territorio, enfatizó el ingeniero.
Explicó que el sistema de baterías instalado también garantiza mayor estabilidad en la frecuencia eléctrica y la continuidad del servicio, al superar las dificultades causadas por variaciones climáticas que afectan la generación fotovoltaica.
Asimismo, posibilita cubrir déficits de capacidad temporalmente, lo que favorece una operación más segura y confiable.
Según Tatsuya, este avance tecnológico se suma a la instalación de equipos para el “arranque negro” (con motores de combustión interna), que permiten reiniciar la generación desde cero ante desconexiones totales del sistema, lo que aumenta la resiliencia eléctrica del municipio especial.
Iraida Zayas, en representación del gobierno local, resaltó la importancia de la cooperación entre Cuba y Japón, y el compromiso conjunto de técnicos, ingenieros y trabajadores que hicieron posible esta cooperación internacional traducida en beneficios concretos para la población pinera.
El proyecto ha servido de modelo para la implementación de soluciones similares en otros territorios, lo que consolida la transformación de la matriz energética cubana hacia fuentes más limpias y sustentables.
Durante el acto de culminación estuvieron presentes Asaka Yuki, coordinadora del proyecto energético; Moriya Naomasa, cónsul de la Embajada de Japón en Cuba; y los ingenieros de Toshiba Hasegawa Katsushi y Sasaki Koji.