Varias generaciones, encuentros e iniciativas celebran el aniversario 47 de la proclamación del nombre de Isla de la Juventud.

A ratificar el respaldo a la Revolución, a la generación histórica y a ser verdadera continuidad y veladores legítimos del legado del Comandante en Jefe para que los sueños y aspiraciones de Fidel se vean multiplicados, convocó Yaimé Kindelán Aguilar, miembro del Buró Ejecutivo del Comité Municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas, en la gala político-cultural por el aniversario 47 de la proclamación del nuevo nombre de Isla de la Juventud para la antaño Isla de Pinos, que tuvo lugar en el parque 15 de Mayo como parte de las actividades realizadas por la fecha, en la tarde de este sábado dos de agosto.
Significó que hoy todavía arde en los corazones la misma llama que calentó aquellos sueños juveniles, ante varias generaciones concentradas allí, encabezados por protagonistas de las transformaciones por merecer el nuevo nombre y hoy integrantes de la Agrupación de Jóvenes de la Década de los Años ′60, del pasado siglo, junto a pioneros, adolescentes y hombres y mujeres de corta edad, entre quienes estaban Ernesto Rafael Licea Mojena, el joven primer secretario del Partido Comunista de Cuba en el municipio especial.

Kindelán Aguilar, quien atiende el frente ideológico en la organización juvenil, recordó que las acciones acometidas en aquellos primeros años luego del triunfo revolucionario cobraron mayor sentido el 12 de agosto de 1967, cuando durante la inauguración de la presa Vietnam Heroico, Fidel llamó a revolucionar no solo la naturaleza, sino también las mentes y la sociedad.
Significó la líder juvenil que aquellos muchachos provenientes de varias provincias del país llegaron cumpliendo el llamado de la UJC, trabajaron todo el día en los campos de cítricos y reclamaban luego seguir hasta la noche en apoyo a las construcciones que se ejecutaban en Nueva Gerona y otros lugares donde nacieron nuevos repartos, edificios, industrias e instalaciones de servicios.

Mencionó que de sus manos nacieron la torre de televisión en la cima de la loma de Sierra Caballos, carreteras, presas y plantaciones de cultivos diversos.
Evocó las palabras del Comandante en Jefe en que retó a los jóvenes a hacer en la entonces Isla de Pinos algo grande con su obra y “pueda exhibir el fruto de su trabajo, haya revolucionado aquí la sociedad. (…) Y por eso nuestra juventud, más que una isla suya, tienen delante la posibilidad de hacer suya esta isla”.

Luego de disfrutar de un colorido espectáculo de las abejitas sucusuqueras y demás exponentes del talento artístico de la Casa de Cultura de La Fe y de ese sistema en la Isla, los presentes picaron y compartieron un gran cake, como ya es tradicional por la fecha, y dedicaron felicitaciones a quienes se enorgullecen del singular gentilicio de pineros tan apegado a sus raíces de coníferas cubanas como a los sueños transformadores sembrados junto a Fidel.
Por la noche siguió la fiesta en el malecón de Nueva Gerona, vestido de celebración con la alegría popular y el talento de los nóveles artistas, que hicieron una jornada inolvidable de música, tradición, danza, júbilo y propuestas gastronómicas.
Los pineros también celebraron con diferentes actividades productivas, como labores agrícolas en el organopónico Las Celias, deportivas y recreativas, así como el intercambio generacional entre los líderes de la vanguardia juvenil con quienes hoy peinan canas y con pocos años acudieron en la década de los 60 al llamado de Fidel, donde declamaron poemas, revivieron recuerdos y compartieron aplausos y compromisos.

Hasta el portal de la vivienda de María Elena Barrueta, situada en calle 26 número 3905 en la capital pinera y presidenta de la referida agrupación, donde se reunieron los columnistas de entonces procedentes de varias provincias, llegó el primer secretario del Partido Comunista de Cuba en el municipio especial, Ernesto Rafael Licea Mojena, a compartir alegrías, metas por concretar, realizaciones por perfeccionar y obras a impulsar entre todos. En ese encuentro dirigentes de la UJC regalaron fotos a esos muchachos de entonces, quienes agradecieron los presentes.
Así las iniciativas dieron rienda suelta este sábado al júbilo en calles, parques y otros espacios de Nueva Gerona y demás poblados de una Isla de la Juventud, cuyos pobladores se resisten a cambiar el gentilicio de pineros aferrados a las coníferas que la identifican, pero afianzan el compromiso permanente de los jóvenes con Fidel de hacer suya esta ínsula en constante transformación, que trascendió las fronteras nacionales y se hizo escuela y paradigma de solidaridad mundial.